Hablando de maestros y maestras. Hablando con maestros y maestras

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

Tratándose de maestros y maestras siempre hay algo nuevo que decir y más en estos tiempos. Una de las actividades que más disfruto es la de tener diversos encuentros con maestros y maestras, poner en juego los horizontes de formación basados en el diálogo y en las narrativas. Escuchar y luego abrir ese espacio de respiro para devolver a los que han hablado y convertirlos en escuchas.
En una ocasión asistí a un Congreso en la república Argentina (en la ciudad de Buenos Aires), que llevó como título: “Cambio en la profesión y cambio en el contexto de la formación docente” organizado por la Editorial Novedades Educativas. En dicho evento se distinguieron tres grandes componentes relacionados con la tarea y el oficio de enseñar:

a) El contexto sociopolítico dentro del cual se realiza la tarea. Aquí se incluyen los avances y las muevas tecnologías de la comunicación.
b) Las políticas públicas en educación.
c) Y los enfoques, tendencias y cambios en la formación docente.

La conclusión del evento fue (en términos generales), que tanto las políticas públicas como las exigencias de los distintos contextos han caminado más de prisa, que los cambios que se han experimentado dentro de la propia profesión docente. Y también, que los cambios en la profesión docente están vinculados y en momentos están determinados por lo que pasa en los cambios en el contexto y en las políticas.
Cambiar la profesión docente implica cambiar el contexto y las políticas públicas y viceversa; pero lo paradójico, lo realmente contradictorio es que desde la profesión docente los sujetos no pueden controlar lo que pasa en el contexto social, menos aun en el campo de la política pública.
La profesión docente –sigo con la memoria del evento–, se encuentra en un espacio de subordinación, no se puede mover o sólo muy poco, si antes no se muevan otras piezas del sistema.
Concluyo en la profesión docente se vive una especie de estancamiento e involución institucional (y quién se hace cargo de hablar de ello) sólo los investigadores educativos en un primer momento.
Tenemos también que históricamente tratándose de la formación docente, los cambios que tenemos son generacionales, los maestros y maestras jóvenes nacieron en la última década del siglo pasado y en los primeros años del presente siglo, son sujetos multitarea, pero los cuales también son objetos de la seducción y dependencia tecnológica (sobre todo en el uso de teléfonos celulares y de las redes sociales).
Educar en este contexto y con estos sujetos en concreto, es reconocer un enlistado inédito de los nuevos problemas de la profesión docente. Este 15 de mayo en que celebramos una edición más del día del maestro y de la maestra, no podemos evitar ni eludir tampoco la responsabilidad de debatir la profesión docente, enmarcado dicho proceso en el contexto actual, como tampoco podemos dejar de discutir los cambios del contexto actual y su relación con las nuevas exigencias que de ahí se desprenden con la profesión docente.
En todo ello, habría que actualizar nuestras miradas, las preguntas que nos hacemos y afinar las metodologías que empleamos en el abordaje de estos objetos de estudio emergentes.

*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]

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