Los propósitos de la formación docente para el 2016
Andrea Ramírez Barajas*
Acaba de aparecer el último libro de Carlos Marcelo y Denise Vaillant (2015) “El A,B,C, y D de la formación docente” de editorial Narcea. Dicho texto a modo de manual es un excelente horizonte el cual nos presenta una serie de propuestas para replantear nuestras concepciones y prácticas en el campo de la formación docente. El A, B, C y D del libro se define como sigue:
A de Antecedentes.
B de Base.
C de Comienzo.
D de Desarrollo.
Así de sencillo y a la vez de complejo es el horizonte sugerido. El texto nos lleva a un camino que nosotros nos hemos negado a recorrer. Bajo este marco y en este 2016 que comienza el día de hoy, deberá ser el año del replanteamiento de la formación docente en nuestro país.
Tres ideas y tres propósitos a modo de deseos quisiera plantear para que se hagan efectivas en el presente año y que dichos propósitos crucen e involucren a los agentes vinculados con la formación en nuestro estado. Quiero agradecer desde el aquí el apoyo del Dr. Miguel Bazdresch Parada en mi anterior entrega. Los tres propósitos son los siguientes:
1. Recuperación de experiencias valiosas (REV).
En el campo de la formación tenemos un largo recorrido especialmente significativo, el cual es nuestro y en donde hemos sido capaces de amalgamar ideas y propuestas surgidas desde otro lugar con las prácticas concretas y situadas desde en nuestro propio contexto a partir del imaginario docente. La experiencia propia representa mucho más al valor que le hemos dado hasta ahora. De esta manera la recuperación de la experiencia implica testimoniarla, objetivarla y hacerla circular en las comunidades y grupos académicos vinculados con la formación de docentes.
2. Conformación de un nuevo modelo de formación (CNMF).
Está en el deseo la necesidad de gestionar y conformar un nuevo modelo de formación docente que sintetice y articule nuestras prácticas en la formación con el futuro de cambio. El nuevo modelo tendrá los dos fundamentos de la formación: a) practicas educativas reflexionadas y b) claridad en las intenciones de las acciones para la formación, pero con un componente nuevo, un alto nivel de exigencia hacia el cambio y hacia la reflexión documentada de lo que se hace.
3. Ensayar y experimentar a partir de trazar objetivos claros (EEOC).
Todo modelo se hace en la acción, en vivirlo después de pensarlo, en re-pensarlo a partir de vivirlo. El propósito para este año es que ensayemos con pequeñas cosas, con un compromiso innovador y de constante mejora. Desligarnos de las prescripciones políticas o de las modas académicas que terminan por cerrarnos los ojos y hacerle más caso a la intención y a las necesidades de nuestro entorno inmediato.
Ojala y el 2016 sea el año de la formación docente para Jalisco. El mejor deseo para los formadores de docentes y para los investigadores en el campo de la formación en el estado.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]