2015, ¿qué le dejó a la educación?

Jaime Navarro Saras*

Lo que antaño eran los informes de gobierno leídos por los presidentes y que a la postre servía de base para sumar o restar lo que se hacía y se dejaba de hacer quedó atrás, sin embargo es de rescatar el informe íntimo que dio Enrique Peña Nieto, muy a su estilo y con alfombra roja donde estuvieron cientos de personajes de la crema y nata del país. Asistieron mil 300 asistentes entre líderes de partidos políticos, el gabinete en funciones, la clase política y empresarial, líderes de organizaciones sociales, amigos muy cercanos del presidente y su familia.
Un Palacio Nacional pletórico, rodeado de vallas metálicas, basta seguridad, calles adornadas con camionetas de lujo que trasladaron a todos los personajes que asistieron con la consigna de aplaudir cada frase y dato leído por el anfitrión, de éste se rescatan los siguientes aspectos en materia educativa:

• 332 mil docentes participantes en los concursos de oposición para ingreso al servicio.
• 46 mil 500 maestros para promoción a cargos de dirección, supervisión y asesoría técnica.
• 7 mil 500 millones de pesos a 20 mil escuelas para que maestros, padres y alumnos decidan como invertirlos.
• La ampliación a la cobertura de la educación superior en 34.1%, equivalente a 270 mil alumnos más.
• La mejora de 15 mil 800 planteles en el Programa de Escuela Digna, de los cuales una tercera parte se aplican en comunidades indígenas.

Poco se dice de las demandas de docentes, académicos, investigadores e intelectuales en contra de la reforma educativa, tampoco se dio dato alguno de las dificultades técnicas en los concursos, los cambios de fecha para la evaluación, el problema del pago a los docentes que se promovieron recientemente a puestos directivos, los adeudos heredados de gobiernos anteriores a profesores de meses y en algunos casos años.
En Jalisco las cosas no son mejores que lo presentado por el presidente, resalta el adelgazamiento, la desaparición y la fusión de áreas como los programas de escuelas de calidad y escuela segura entre otros, el desconocimiento de lo que va a suceder con las instituciones de educación superior y posgrado, los problemas con la nómina y la incertidumbre de los maestros evaluados.
2015 es el punto medio de un gobierno bastante cuestionado, al ser la reforma educativa el punto medular y el centro de los debates se esperan más críticas, demandas y resistencia de los sujetos de la educación para el año siguiente, si no logran aplicar todos los demás aspectos de la reforma para 2016 ésta ya no tendrá un final feliz porque 2017 es el año preelectoral y ahí no se tocan temas que influyan en las encuestas. Por lo pronto esperemos cerrar bien el año con la esperanza que 2016 sea mejor para todos, incluso hasta para la educación.

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]