Discurso de Apertura del II Foro Estatal de Servicio Social profesional

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Muy buenos días:

Me sumo a los saludos emitidos por la maestra de ceremonias para dar el mejor de mis reconocimientos a quienes el día de hoy nos honran con su presencia en el presídium, así como a quienes tienen a bien colaborar y asistir al II Foro Estatal de Servicio Social de las Unidades 111, 112 y 113 de la Universidad Pedagógica Nacional en el Estado de Guanajuato.
Agradezco infinitamente a las Unidades de la UPN en el estado de Guanajuato que me han invitado para externar unas breves palabras el día de hoy.
Para nuestra Red de Servicio Social y Prácticas Profesionales de la Región Centro Occidente de la ANUIES, el II Foro Estatal de SS de las Unidades 111, 112 y 113 de la UPN en el estado de Guanajuato: impacto social, representa el esfuerzo titánico de nuestras IES de la Región para enriquecer el quehacer del servicio social en nuestro país desde una perspectiva académica a la par de lo formativo y especialmente lo comunitario.
Pareciera lejano el día cuando Justo Sierra, el Maestro de América, como lo llamó la Universidad de la Habana, refería: “La extensión de la enseñanza y la investigación científica contribuyan con sus medios al desarrollo Nacional.”
Para las Unidades de la UPN, que forman profesionales de la educación, es fundamental también, recordar, en palabras de Justo Sierra, lo que es un maestro: “Héroes sin nombre y sin panteón, del progreso mexicano”.
En ambas citas que recordamos el día de hoy, existe el compromiso ineludible de una visión social que trabaja por el bien de un país desde el referente del sacrificio, dedicación y entrega.
Con José Vasconcelos, había que buscar una forma de instrumentar de manera justa, acertada y útil donde la cultura no se aísle de los problemas de la realidad (Vasconcelos).
Se dibuja el compromiso social desde el vínculo con la realidad, con sus problemas, direccionado desde el trinomio indisoluble de justicia, acierto y utilidad.
Estas visiones, entre otras, son las que alimentan al Servicio Social Profesional, en medio de una visión de mundo que se construye desde los referentes filosófico del pragmatismo-utilitarista y dentro del cual lo social no tiene lugar, así como tampoco la entrega y el sacrificio en pos de un bien inmaterial que libere a los seres humanos devolviendo su integridad y dignidad. El problema no es buscar la utilidad, sino verla desvinculada de la justicia y el acierto como bien declaraba Vasconcelos.
Ya como SS, Manuel Gómez Morín, en 1934, siendo Rector de la UNAM, presenta la primera iniciativa para realizarlo en todo el país.
En 1936, Gustavo Baz Prada, siendo Director de la Escuela de Medicina, organiza la 1ª Brigada multidisciplinaria (medicina, biología, odontología, veterinaria, ingeniería, arquitectura, artes plásticas, música, derecho y química) en atención a obreros y población general de Atlixco, Puebla. Le da carácter de obligatorio. En 1938 como Rector, el SS se volvió obligatorio para toda la UNAM.
El espíritu universitario materializado en la UNAM, no sólo se identificó con las necesidades del pueblo, los obreros, sino comprendió que era necesario llevar programas multidisciplinarios para atender las necesidades sociales, culturales, políticas, educativas y demás.
Eso es el servicio social, una identificación con los marginados, segregados, con ese sector del pueblo de México que late agitadamente ante una envestida de necesidades de toda índole, ese es el sentido del servicio social, por ello, el servicio social no puede bajo ninguna circunstancia ser eminentemente académico, tiene ineludiblemente, categóricamente que tener una perspectiva comunitaria y sobre todo una visión multi e interdisciplinaria.
Hoy, los programas de servicio social se disuelven en formatos de materias y créditos que poco a poco le van quitando el sentido, nublando su esencia y fin último.
Por si esto fuera poco, se tiene la eliminación de recurso destinado a la operación de programas propios de servicio social en las IES y la falta de apoyo real desde las autoridades y el estudiantado mismo que no alcanza a ver el sentido social y comunitario del servicio social.
Por ello, me emociona el título de este II Foro Estatal, pues en sí mismo, de forma abierta y declarada establece el impacto social.
Como estamos en la casa de las Unidades de la UPN, es necesario mencionar que en 1982 se crea la CSS en la UPN Ajusco, como una “actividad eminentemente formativa y de servicio, […] es una actividad […] que permite establecer la vinculación entre la universidad y la sociedad […]. El servicio social debe estar orientado a que sus beneficios trasciendan […] a los grupos más desfavorecidos económicamente del país” (González, p. 68, 1989).
Para las Unidades UPN, el servicio social ontológicamente buscará que sus beneficios trasciendan a los grupos desfavorecidos de nuestro país. Existe entonces un compromiso explícito de trabajar en favor de un sector específico, el desfavorecido y con ello en las Unidades de la UPN, el servicio social no puede ser una materia y como sabemos que la multicausalidad produce las desventajas económicas, culturales y demás en el pueblo, los programas de servicio social deberían ser, en las Unidades de la UPN, también multi e interdisciplinarios, para ello se requiere el apoyo del estado, con recursos económicos, financieros que permitan direccionar programas con visión comunitaria, de impacto y compromiso universitario.
El pueblo no puede quedar fuera de los espacios, dinámicas y vida universitaria, el pueblo es la razón de ser de la existencia de las instituciones educativas, porque nuestros estudiantes también son pueblo, así que pensar que centrándose en el estudiantado como razón principal de la existencia, sacábamos al pueblo de nuestros perímetros materiales e intelectuales, se cae en equivocaciones que se revierten para aniquilar el espíritu universitario, porque si bien en algunos momentos históricos, las universidades se han identificado con la burguesía, nunca su existencia fue original como cuando se ligó al pueblo y a sus problemas concretos.
El llamado es a recuperar las visiones de Sierra, Vasconcelos, Morín y Prada y con ellas el compromiso e impacto social del hacer y quehacer universitario.
El llamado es, y con ello cierro, a: Educar para Transformar.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

Deja un comentario

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar