¿Y si lo dejamos para mañana?: procrastinar

 en Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodin*

Procrastinar es la palabra elegante que se usa cuando alguien deja las cosas para mañana. Algunos hacen de ello un arte, mientras que otros producen desastres financieros, sociales o familiares.
Para algunas personas procrastinar se convierte en su sello distintivo, y aunque hay investigaciones que indican que puede tener una marca evolutiva; por ejemplo Ketki Reshambawala explica que en la cadena alimenticia las formas de vida más simples, no pueden permitir dejar la alimentación para después, debido a su corta vida y su lucha por la pervivencia. Mientras que las formas de vida superiores pueden estar expuestos a la procrastinación, pero solo las formas más desarrolladas, como los humanos, pueden darse el lujo de dejar las cosas para después y sobrevivir.
En parte tiene que ver con la percepción y el uso que hacemos del tiempo. Entre más tiempo parezca que se tiene, más se ha de extender el momento de comenzar o concluir una tarea. Sin embargo, también depende de factores como la personalidad, el tipo de tarea a la que se exponga y el valor que se le dé a la misma. Es por ello, que algunas personas se sienten mucho más ansiosas cuando no les es posible concluir los proyectos, mientras que otros son sencillamente más creativos cuando el tiempo para concluir es menor.
¿Existen factores culturales?, no hay duda de ello. Cuando los padres no valoran el tiempo y dejan que las cosas fluyan sin marcos referenciales, se enseña al niño a que la tarea puede dejarse para el domingo en la noche, pues alguien saldrá corriendo a buscar el material que se necesite, o le ayudará para concluir todo en un momento. Lo que se pudo disfrutar en 3 horas, termina haciéndose al ahí se va en 15 minutos, dejando el precedente de que en equipo todo es más fácil.
Procrastinar no es solamente dejar las cosas para después, implica una pobre habilidad para determinar lo que es importante, que se manifiesta en conductas caóticas. Muchas veces no se es capaz de plantear metas y planear las formas de ejecutarlas, por lo que se olvidan o pierden detalles. También crea una fuerte irritabilidad y confusión ante el ambiente.
Al principio se pierde la noción de algunas horas, pero conforme aumenta el caos, se pierde la noción de días y espacios, lo que crea un círculo vicioso entre lo dejé para el final por que creí que aún tenía tiempo.
Quienes tienen la conducta arraigada, culpan a otros de su incapacidad para concluir las tareas o de sus fracasos. Cualquier excusa es buena para desviar la atención sobre el hecho de que al no clasificar la tarea como importante, se dispersó la atención y los recursos cognitivos en otra cosas.
En el arte, la presión puede ser fructífera, pero en las grandes empresas, donde el trabajo en equipo depende de una buena planeación y uso productivo del tiempo, se convierte en causa de despido. Por lo que se sugiere dejarlo para personas que trabajan en solitario.
En este sentido existe una lucha interna por romper el hábito, pero no siempre es posible hacerlo por sí mismo. A veces es necesario una lección de vida dolorosa para aprender que dejar para después puede poner en riesgo vidas.
La vida moderna permite crear alarmas para mantenernos en línea ante los proyectos y no dejar las cosas como nota mental. Los asistentes personales se han convertido en formas sustentables, pues ya sea de manera verbal o por medio de notas, nos recuerdan lo que hay que hacer. Aunque no se debe olvidar que uno debe dirigir el proyecto para que éste tenga un fin exitoso.
Las escuelas no siempre apoyan en la consolidación de hábitos claros, pues las tareas se lanzan al aire y dependen del humor del maestro para decidir cuando se entregan. Si un proyecto se tiene pensado para una semana, pero cada día surge una nueva tarea que es para mañana, el proyecto principal sufrirá las consecuencias, lo que va complicando el resultado.
Es por eso que evitar dejar para después es una paradoja social, pues al mismo tiempo que se hace clara su ineficiencia, no se plantean programas de tareas que permitan ver claramente la carga, por ejemplo de los alumnos para evitar agregar más trabajo. Siempre pensamos que somos los únicos en el universo y que las semanas son largas. Ese es el lujo que las especies superiores creen que tienen.

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

Comentarios
  • Julieta Pérez Fernandez

    ??????????

  • Alma

    !!!Gracias por tu lectura y los aplausos estimada Julieta!!!

  • Alma

    !!!Gracias por tu lectura y los aplausos estimada Julieta!!! agradezco el tiempo que has dedicado a leerme!

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar