Y la reforma a la educación Normal ¿cuándo?

 en Andrea Ramírez Barajas

Andrea Ramírez Barajas*

El gobierno mexicano a través de las SEP presentó por fin la propuesta pedagógica de los nuevos planes y programas de estudio y a esto le llamó “Aprendizajes clave para la educación integral” (SEP, 2017). Junto a ello se anunció que en unos días saldrá la propuesta de reforma a la educación Normal.
En días pasados el titular de la Sub-secretaria de Educación Básica en una entrevista a un canal de cable mencionaba acerca de los cambios y de los nuevos planes y programas de estudio, pero de manera sesgada refería que muy pronto saldrá la propuesta de la reforma a la educación Normal debido a que deberán estar alineados los cambios en un nivel y otro. Imagino entonces que el contenido de reforma a las Normales será muy parecido a lo que ya tenemos: “Aprendizajes clave para la formación del futuro” o “Aprendizajes clave en la formación integral de los nuevos docentes”. Una de las cosas que está caracterizando la generación de los recientes documentos por parte de los especialistas (maquiladores o académicos a sueldo), es que han intentado incluir documentos de punta, o propuestas que estén vinculadas con las últimas cosas que se han planteado desde la UNESCO, la OCDE, etcétera, eso podría parecer una buena idea, sin embrago, cuando una revisa a detalle dicho proceso se va dando cuenta de que no existen las mediaciones necesarias, ni tampoco el cuidado de adaptar al contexto específico nacional las propuestas y sugerencias que han servido en otro entorno y que son incluidas en los nuevos documentos sectoriales.
Los problemas de la educación Normal en nuestro país no sólo son graves y estructurales, incluso el nivel de atipicidad se ha complejizado en este sexenio debido a la incertidumbre y a la falta de certeza y claridad bajo la administración de Aurelio Nuño.
Los retos y desafíos del normalismo siguen siendo los mismos de cuando inició la reforma, ¿qué tipo de modelo es el más pertinente para la formación de los nuevos docentes en nuestro país?, ¿cómo será la correspondencia entre la formación normalista y la formación universitaria en el nuevo escenario?, ¿de qué manera se “desechará” lo que desde la lógica del poder no sirve por disfuncional? Etcétera.
Uno de los rasgos característicos de los normalistas (sobre todo de las comunidades de las Normales rurales) es su beligerancia, el gobierno ha sido muy ambiguo hasta ahora en sus planteamientos estratégicos sectoriales.
Ante ello el SNTE ha estado a la defensiva esperando que el gobierno muestre la primera cateta y los grupos alternativos y contra-institucionales no han sido capaces de articular una propuesta seria que sirva de alternativa verdadera en el campo de la formación docente. Ante ello, son vigentes los retos y desafíos del campo de la formación docente desde que inició la presente administración.
¿Qué tipo de docentes requiere nuestro país en el contexto global de la sociedad del conocimiento?
¿Qué cambios, ajustes y reestructuración institucional es posible llevar a cabo al interior de las escuelas Normales de tal manera que se pueda concretizar un ejercicio serio de reforma a profundidad en su interior? Y, por último.
¿Cuál es la mueva identidad, el nuevo rostro o el nuevo perfil de los y las docentes que arribarán a las escuelas en estos primeros años del nuevo milenio y con qué compromiso y mística de trabajo realizarán su tarea?
Como podrá verse la propuesta por generarse articula varios elementos: el plano institucional, disposicional y el técnico–pedagógico. Aun con apoyos de cierto tipo las escuelas Normales han estado en el olvido como lo han estado las Unidades de las UPN y en general las diversas instancias encargadas de la formación docente en nuestro país. Entonces ¿para quién va dirigida la reforma a la educación Normal? Ese es el dilema del cual pronto conoceremos la respuesta.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com”>andrearamirez1970@hotmail.com

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