Violencia y muerte infantil, un problema multifactorial

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

La Red por los Derechos de la Infancia en México, REDIM, acaba de presentar su balance anual del 2019 señalando que mueren diariamente un promedio de 3.6 niños, niñas o adolescentes a causa de la violencia. Pese a la politización de los hechos por parte del director de REDIM, Juan Martín Pérez García, al señalar que las cifras reflejan el olvido de la niñez y la adolescencia durante el primer año de mandato del presidente, los números son prácticamente los mismos que se reportaron el año anterior, con poca diferencia con los datos señalados desde el año 2015. No es un problema presente evidentemente, pero sí tendría que ser un tema prioritario en la agenda nacional y un problema social que demanda respuestas en lo inmediato.
Tiene este fenómeno un origen multifactorial, en donde podemos identificar diferentes variables que han provocado su presencia. Lógicamente no hay una relación causal lineal, convergen diferentes elementos para que la situación aparezca y tenga sus lamentables consecuencias.
Lamentablemente, en muchos de los factores la escuela tiene poco por hacer debido a lo poco significativa que es para muchos estudiantes, comparada con otros figuras o grupos sociales como la familia, la pareja o las amistades, y a que son en otros espacios sociales, como la casa o la calle, en donde más se presenta el problema. Pero obviamente la construcción de ambientes de paz y el ejemplo de los y las docentes en las aulas y las instituciones siempre serán de ayuda.
Al ser entonces, un problema social claramente identificado, y buscando el apoyo y reconsideración de Derechos Humanos, el incremento de las condenas y sanciones para este tipo de crímenes también serán de mucha ayuda. También, sigue siendo una cuestión pendiente, buscar la erradicación de la pobreza será de mucha ayuda.
El factor de la pobreza es considerado aquí dado que muchos adolescentes, principalmente, serán víctimas de ataques de personas que viven esa condición y ven en la delincuencia y el crimen una opción de vida.
El abandono parental, por cuestiones laborales producto también por la privación económica o la falta de deseo por ejercer su rol parental debido, principalmente, son otros factores en los que la violencia y la muerte de menores se puede presentar. No es una cuestión de clases, sin embargo, las estadísticas siempre señalarán que en los niveles económicos bajos en donde más se presenta el fenómeno.
Hace falta crear espacios en los que se generen propuestas que puedan llevarse a cabo y cambiar el escenario y los datos. Esto demandaría que todos como sociedad, unamos fuerzas y esfuerzos por el bien de todos. Por los niños, niñas y adolescentes dejémonos entonces de divisiones políticas y hagamos algo por cuidar, realmente, su integridad.

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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