Valores neoliberales

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Desde hace ya algunos años se debaten las maneras como se hace y escribe la historia; hay una tendencia de innovación metodológica y de interpretación de la misma bajo enfoques teóricos que intentan superar la visión de la historia universal de carácter eurocentrista.
Conceptos estelares e ideas fuerza como los de formación social, vida cotidiana, memoria, conciencia histórica, tiempo histórico o la visión misma del héroe y su participación en el cambio social, han enriquecido las formas también de enseñar asignaturas como Historia de México o la misma Historia Universal.
La historia como ciencia del pasado, los registros inconsistentes de la civilización humana para aprender de su propia experiencia, los nudos creados con el galimatías de la propiedad privada y del medio de la guerra y lo religioso para apropiarse de territorio, recursos naturales y conciencias.
El objeto de la Historia, complejo, producto de las colectividades donde tienen lugar los goznes, los periodos cortos y los de larga duración, la manera como se registra y se hace cronología de los eventos desde la mirada subjetiva de quien la hace o de quien en algún momento la paga.
La historia sin fin de vencedores y vencidos, de explotadores y explotados, los aplaudidores de la creatividad para someter al otro, los aparatos ideológicos encargados de la educación y la justicia, la construcción de la nación estado y el largo tramo de la historia del modelo liberal en la Economía, desde la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa.
La cruz, la espada, la pólvora, el uranio, la guerra.
Latinoamérica, México, por otra cuerda del desarrollo económico, social y político, las condiciones particulares de nuestras estructuras.
En la coyuntura histórica de cambio que ahora vive el país (2018-2022) el poder ejecutivo ha sido constante en la crítica al sistema neoliberal, cuyo sistema económico social ha tenido resultados evidentes de empobrecimiento de las mayorías y la pauperización de servicios fundamentales como la salud y educación.
Voces analistas, dentro y allende el suelo patrio coinciden en afirmar que el modelo económico neoliberal o capitalista ha llegado a su agotamiento en materia de desarrollo social; constante en la reproducción de desigualdades y muy constante en la generación de antiguos y nuevos ricos, países colonialistas, capitalistas o imperialistas o familias y sujetos (lista anual de Forbes o casas y apellidos empresariales y aristócratas en el Get Set exhibicionista de oro y riqueza).
El modelo de la Nueva Escuela Mexicana de manera explícita se define como humanista y el marco curricular que de él emana a nivel de propuesta propuesta, se asume en la perspectiva de decolonización, por lo que algunos analistas que hacen voz de su propia subjetividad le cuestionan como intento de ideologización de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y futuros maestros.
Para tranquilidad de los inquietos hay que recordar que es muy compleja la transformación de las mentalidades en el corto plazo y las estructuras y maneras como pensamos.
Los valores y las mentalidades reproducidas por generaciones socialmente no son fáciles de reeducar.
Los valores neoliberales construidos como sociedad mexicana en la impronta de la colonización y evangelización sufridas desde 1521 siguen firmes en las masas, situación muy conveniente para los defensores a ultranza del modelo y del status quo que de él deriva.
La transformación de las mentalidades de las clases sociales históricamente explotadas, esperanza vana de cambio aun en proyectos en apariencia sólidos como la revolución acontecida en 1917 en lo que llegaría a ser la URSS.
1991 se disolvió la URSS y cayeron algunos monumentos de Lenin. La perestroika de Mijail Gorvachov (1931-2022), la militancia activa del papa polaco Juan Pablo II, enemigo del comunismo, la decidida alianza de Estados Unidos e Inglaterra, entre otros factores.
Las reformas (perestroika), el aplauso de Occidente, fin del país y distanciamiento del socialismo real. Muchos rusos, con toda su educación científica y comunista aparecen en televisión con rostros felices, el fin de una era, las agencias noticiosas de Occidente celebran pomposamente.
Las mentalidades formadas por más de 70 años del hombre y mujer colectivos, la sociedad soviética mordió el anzuelo de las falsas libertades, los espejismos de colores de la Europa Occidental y el modelo estadounidense.
Las raíces profundas del neoliberalismo que surge en el tiempo asincrónico en materia de desarrollo y en aquel contexto geográfico, la mentalidad burguesa que se universaliza, la era del individualismo, el reacomodo de los centros de poder político y militar en el nuevo contexto.
El nuevo orden mundial de los nuevos ricos, la coyuntura de evangelización ahora con modelos educativos de absurda comparación (OCDE).
El mundo de la falsa libertad para el que tiene condición de explotado, la ilusión de la movilidad social, las maneras invisibles como opera el modelo, los pisos disparejos de partida, la generación del consenso y de explicación lineal del fracaso de las mayorías atribuibles a la molicie individual o incompetencia.
Mundo de economía global de mercado donde lo único que no se exporta es la pobreza y las personas que la padecen, el cierre de fronteras a los múltiples centros de emigración masiva, la guerra entre pueblos hermanos y el reacomodo aparente de centros de poder, los siempre ganadores.
El lento y difícil cambio de las mentalidades colectivas, el reciente ejemplo de la negativa del pueblo chileno al cambio de su constitución de manufactura pinochetista, a pesar de la experiencia de gobierno de tendencia de izquierda con Gabriel Boric.

Los valores neoliberales por transformar:

1. El proyecto de la Nueva Escuela Mexicana, la difícil transformación de muchos educadores, las permanentes expectativas de muchos padres de familia para que se forme a sus hijos(as) como los mejores.
2. El individualismo extremo y la competencia como sistema de realización individual sobre el interés del otro.
3. El curriculum oculto y sus procesos implícitos de formación alienada, el sujeto obediente heterónomo, oportunista.
4. La visión de éxito como sentido existencial, como fin que justifica los medios, siempre y cuando haya un triunfador con el consenso de clase.
5. El laboratorio social que se reproduce en pequeña escala en cada uno de los fracasos escolares, la institucionalización del cociente intelectual y el logro académico como formas legítimas de egoteca humana.
6. La distribución de las masas de reprobados y desertores en los sectores económico, cultural y socialmente más privados.
7. La escuela como medio institucional para legitimar las distintas formas de exclusión, como medio de exacerbar las múltiples inequidades.
8. La escuela que hemos construido socialmente, las expectativas sociales sobre la misma, la carrera por un lugar en la escuela, fábrica de utopías de calidad para los más pobres, la estructura piramidal de un sistema educativo que obstaculiza la llegada de los que menos tienen. La democracia mentirosa, el diseño de modelos para educar y resignar pobres.
9. El aparato de ideologización de la burguesía, formar para la libre empresa, para asumir que educarse es valor agregado y licencia para vender conocimiento y someter a los que menos tienen, a los que menos saben.
10. El canto de sirenas de la educación socioemocional y los ensayos de educación falsamente amorosa e integradora. El rol del profesorado para interiorizar una educación implícitamente clasista que dirime destinos con la pseudo formación de lectores funcionales o de aritméticos mecanicistas.

Mucho por transformar en la praxis de la sociedad mexicana y de los educadores. Mucho por aprender de la maestra Historia.
Mucho por formar en la dimensión sociohistórica y filosófica para situar el rol de colectivo del magisterio en un proyecto alternativo de educación para superar una educación de talla neoliberal de Pedagogía industrial sádica.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Chagolla

    ZATARAIN. MUY BUENAS DEDUCCIONES. CIERTAMENTE COMO LIBRARNOS DEL MITO DE SISIFO. JUSTAMENTE, VOMO REVENTAR LA PIEDRA. TE FELICITO. LO COMPARTIRE A MIS COLEGAS.

  • Griselda Gómez de la Torre

    Agradezco la oportunidad de diálogo desde la lectura y análisis propuesto en la temática presente Dr. Rubén Zataráin Mendoza, la cual provoca algunas palabras que deseo compartir.
    Los valores neoliberales de la competencia, individualidad, egoísmo, en contraposición con los valores de solidaridad, cooperación, colaboración, aunado al dialogismo propuesto desde el marco curricular, serán elemento fundantes que requieren una formación de largo aliento en los trayectos formativos de los docentes, sin embargo, me agolpan las siguientes preguntas:
    – ¿Cómo potenciar al sujeto en su estar – siendo – haciendo histórico y generar en él la voluntad de emerger en una praxis transformadora y su conciencia social?
    – ¿Cómo cuidar que el contenido ideológico de la nueva propuesta curricular no se vuelva una forma de colonizar y dogmatizar el pensamiento velando por el respeto de la autonomía curricular y autonomía de gestión responsable?
    – ¿Cómo lograr desde el currículo escolar la transformación social?, ¿Bastará solo la escuela en la utopía del cambio de conciencias?,
    – ¿Por qué mantener desde la institución un sistema de formación docente neoliberal a través de la meritocracia?
    – Al colocar la comunidad al centro, ¿Cómo formar al sujeto cuando la vida cotidiana domina al individualismo?
    Desde mi mirada, será necesario afrontar el desafío ético – político para afrontar el desafío en la formación del docente desde una visión ontológica y culturalmente situado, necesario, por tanto, encontrar las formas hegemónicas de siempre y plantear una transformación desde lo íntimo de cada maestra – maestro, desde su propio corazonar la educación.

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