Su majestad la televisión, pasos para atrás

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Realmente no hubo sorpresas el pasado lunes con los anuncios hechos tanto por el presidente Andrés Manuel López Obrador como por el secretario de educación Esteban Moctezuma Barragán acerca del nuevo ciclo escolar, la síntesis es que dadas las dificultades e incertidumbre en la conectividad y la relación educativa a distancia durante el último trimestre del pasado ciclo escolar, el próximo 24 de agosto inician las clases por televisión.
Así es, ahora el medio para llevar la escuela a los hogares será a través de los canales de televisión comercial (Televisa, TvAzteca, Imagen Televisión y Grupo Multimedios) los cuales, según el boletín emitido por la SEP, se unirán a las 36 televisoras estatales y a la red del sistema público encabezadas por el Canal 11, Ingenio TV y Canal 14; esta medida se justifica en que el 94% de los hogares en México tienen acceso a la televisión, el otro 6% accederán por medio de guías, libros de texto gratuitos y otros materiales en formato físico y ¿digital?, y donde no llega la televisión será a través de la radio.
Obviamente que hay muchas dudas de propios y extraños en cuanto a estas medidas tomadas, lo cierto es que resulta muy complicado para el gobierno federal poder justificar y aceptar la falta de recursos en el presupuesto para enfrentar situaciones como la que nos presentó el Covid-19, siempre hemos dicho que el gran problema de la educación pública en México es que, a pesar de la redacción centenaria del Artículo 3º constitucional la gratuidad de la educación todavía está muy lejos de cubrirse en la realidad.
Y no es que dichas medidas sean suficientes (por la falta de recursos o, tal vez imaginación) para que el Estado pueda justificar su responsabilidad, lo cierto es que el compromiso firmado con las cuatro televisoras desnuda por completo nuestra realidad educativa y la falta inevitable de cultura pedagógica cuando se toman decisiones, igualmente nos ubica en dónde estamos (educativamente hablando) con relación al servicio que se da en otros países.
Lo grave de las medidas emprendidas por la SEP es que (definitivamente) no aprendió mucho durante los meses que docentes y estudiantes (apoyados por sus padres o tutores) abandonaron las aulas, en todo ese tiempo hubo demandas, sugerencias, experiencias acertadas y deficientes de todos y todas las protagonistas de la educación, y al parecer no sirvió de mucho ese esfuerzo para tomar otro tipo de decisiones, al final fueron demasiado pragmáticos al optar por la televisión como el medio para garantizar la educación a distancia mientras el semáforo se pone en verde, optaron por la televisión debido a lo barato que resultó el acuerdo, el pago mínimo señalado ayer no resultó tanto, 450 millones de pesos no es una cantidad menor.
A la fecha no conocemos documento alguno que haya evaluado lo sucedido de marzo hasta final del ciclo escolar 2019-2020 y, derivado de ello, las propuestas pedagógicas respectivas para intervenir los vacíos y deficiencias identificadas, pero al parecer las prisas no permitieron hacer ese ejercicio y optaron por las medidas señaladas para salir adelante, pero en realidad caminar hacia atrás.
Actualmente la educación en México no es entendible más allá del espacio escolar, principalmente porque el magisterio que la hace posible fue formado para ello, sin embargo, cuando las condiciones obligan otras formas de hacer escuela lo terminan haciendo (tal como sucedió durante los meses pasados), en ese contexto muchos maestros aprendieron de forma autodidacta a utilizar medios digitales, plataformas, aplicaciones e incluso desarrollaron contenidos para poner a disposición de estudiantes y otros docentes.
El ciclo escolar 2020-2021 no será mejor que otros ciclos escolares, en este reinará la incertidumbre y el papel de maestros y maestras estará supeditado a una televisión comercial cuya programación y oferta de contenidos no ha ayudado mucho a mejorar la cultura y la educación de los mexicanos, y no creo que ahora lo quieran hacer, su interés primordial siempre será la venta de espacios y la generación de contenidos de poco valor educativo con un amplio margen de utilidades.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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