Si no es en ésta, en la que sigue

 en Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

Afirmaba un capitán de barco rumbo a las islas Marías y advertía, divertido ante las visibles señales de náusea de los pasajeros: “si el barco no se hunde en esta ola, será en aquella otra que se ve más atrás”. Ciertamente, en esta pandemia hemos asumido más la actitud preocupada de los pasajeros que la divertida de algunos capitanes de barco que la perciben como una oportunidad para olvidarse de otros problemas no menos urgentes. El uso de la expresión de “olas” de contagios y los descubrimientos de sucesivas variantes del coronavirus nos han generado angustias y la certeza de que nos queda poco tiempo de vida. Como individuos o como especie.
Mientras los científicos que descubren y analizan nuevas cepas de los virus causantes de la COVID-19 se preguntan qué tan letal será la nueva variante, si las vacunas existentes serán efectivas para neutralizarla o reducir sus efectos, si se podrán emplear remedios previamente efectivos para curar a los contagiados de otros microorganismos, los simples mortales nos encrispamos ante estos descubrimientos y las nuevas restricciones a nuestras interacciones y comportamientos. ¿Moriré a causa de la pandemia? ¿Se extinguirá la humanidad asediada por estos virus? ¿Tendremos que añadir estos agresivos virus a la amplia lista de las amenazas cotidianas a nuestras frágiles vidas? ¿Nunca se acabará esta ansiedad que nos aleja de nuestras rutinas sociales? ¿Nunca más será aconsejable realizar reuniones multitudinarias?
En el contexto escolar, al menos desde marzo de 2021 hemos vivido en México la incertidumbre de las posibles consecuencias de volver a las aulas. Si volvemos a reunirnos para tener cursos presenciales, ¿seremos víctimas de la nueva ola de contagios y de la nueva variante? ¿Se contagiarán nuestros hijos, los docentes y los estudiantes que todavía no han sido vacunados? ¿Será verdad que los agentes del dominio mundial están interesados en una “poda” de la población humana y estimulan la creación de variante tras variante de estos virus? ¿Qué tan seguro es asomarse a esos espacios de incertidumbre que comienzan desde el lado de afuera de la puerta de nuestro hogar?
Hemos visto que, buena parte de los conflictos que se suscitarían, con o sin pandemia, entre distintos actores y sectores sociales, se han agravado por la posibilidad de contagiarse y por efecto de las medidas para evitar los contagios. Somos testigos de que incluso en el lenguaje se han generado matices como los que señalan algunos gobiernos: “está bien, no es ni obligación ni prohibición, es solo una recomendación” la de conservar la distancia frente a otras personas, la de usar cubrebocas o vacunarse. Dados los contagios antes de la vacuna, después de la vacuna y a pesar de la vacuna, vemos cómo los conflictos se suscitan, si no con esta recomendación o limitación, con la que sigue: ¿moriremos como efecto de la próxima vacuna?, se preguntan los críticos de estas vacunas de nueva generación que intentan combatir, a ritmos de desarrollo inauditos, a éstas y las próximas variantes del virus.
Aparte de lo mucho que hemos aprendido de epidemiología y de medidas de prevención de enfermedades, entre ellas las de realizar ejercicio físico y alimentarnos más sanamente, también hemos aprendido a sospechar de nuestras autoridades de salud, de educación, del barrio, en el hogar. Sus intentos de control o de prevención han derivado en propuestas alternativas de personas o grupos alternativos. En Estados Unidos hemos observado incluso una afinidad electiva entre ser simpatizante del partido republicano y ser antivacuna covid. Parte de los conflictos entre miembros de instituciones académicas y el gobierno federal (el caso del Centro de Investigación y Docencia Económica, por ejemplo), o de las instituciones educativas y los gobiernos estatales (el caso de la Universidad de Guadalajara) se han visto matizadas por los cambios en las dinámicas económicas y sociales derivados de la pandemia.
Si no es en esta ola de contagios, o en esta consulta, o en esta elección, o en esta coyuntura, o en esta aula, o en esta feria del libro, será en la que sigue cuando veremos la magnitud de los cambios en nuestras vidas que ha traído consigo un microrganismo que ya nos trae asados, fregados, agotados, confundidos y angustiados.

*Doctor en ciencias sociales. Departamento de sociología de la Universidad de Guadalajara. rmoranq@gmail.com

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