Saber cuestionar no es sencillo

 en Verónica

Verónica Vázquez Escalante*

Así como Alicia en el país de las maravillas cae a un pozo por haber entrado en la madriguera del conejo y desciende tan lentamente que tiene suficiente tiempo para hacerse preguntas que nunca antes se le habían ocurrido, así iniciará el ciclo escolar 2017-2018 para la comunidad educativa. Los directivos, administrativos, docentes y alumnado estamos en un pozo con mucha incertidumbre, más se tiene la confianza de que hemos de llegar a “aterrizar” o consolidar la Reforma educativa.
¿Nos hemos detenido para cuestionarnos? Creo sinceramente que hay muchas más preguntas que respuestas, sin embargo, sabido es que la dificultad para diseñar interrogantes deriva de la curiosidad, del sujeto observador, de aquella persona que está involucrada directamente con las situaciones del momento histórico y fehaciente, del aquí y ahora.
El gremio magisterial que será evaluado el próximo mes de noviembre ya está preocupado y ocupado en obtener la mejor preparación para dicha ocasión. Se han organizado diferentes círculos de estudio para fortalecer sus conocimientos, para comprender tan ampliamente como sea posible, lo que vendrá en la evaluación y contestar de manera acertada y obtener “la idoneidad” para continuar con la labor docente.
Este proceso es angustioso e incluso desgastante porque implica romper los esquemas de aprendizaje para contestar lo que el sistema quiere que se le conteste, entonces nos dice el sistema . Pues resulta que sin preguntas, no hay aprendizaje.
Tenemos una gran tipología de preguntas y aún no se ha hecho un parámetro que nos marque a través del proceso de aprendizaje, lo valioso que es saber cuestionar. A los actuales planes, programas, acuerdos, certificaciones, evaluaciones y más, los podemos leer y preguntar, saber un ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿en dónde?
Dice el filósofo español Fernando Savater que “si no hay atribución de ignorancia, tampoco habrá esfuerzo por enseñarla” Esta frase se puede entender de una sola manera; claro que cada quien tendrá su versión, pero finalmente apunta a aquellos personajes que necesitamos atribuir el saber ser, saber hacer, saber aprender y saber vivir en sociedad al actual Reforma educativa. ¿Sabemos quién es la máxima autoridad en materia de evaluación? ¿Las reformas constitucionales dan la pauta para promulgar la Ley General del Servicio Profesional Docente?, ¿estos puntos son de partida o serán el destino final? ¿Por qué seguimos teniendo alto porcentaje de reprobados a nivel mundial? ¿Bajo qué parámetros se hace la evaluación?
Cuestionar siempre debe llevarnos a satisfacer la necesidad de conocimiento, de saber para entender lo que se vive, se lee o lo que se nos impone aunque sin lugar a dudas, afirmo que la responsabilidad de saber es de la persona a la que miras al espejo cada día.

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

  • Julieta Paula

    Muy buenas preguntas doctora…si llegas a encontrar las respuestas…déjamelo saber!

  • verónica vázquez escalante

    Esa será una larga tarea. Gracias por su apoyo y saludos

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