Profesionalización de la educación Normal

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Tardaron tan sólo 6 años para darle uno de los reveses más dramáticos a la educación Normal en toda su historia, su desaparición estaba más que acordada en el proyecto de reforma educativa del pensamiento pedagógico de Enrique Peña Nieto, sobre todo las escuelas Normales rurales por su histórica posición de demandas y exigencia permanente de plazas y mejores condiciones educativas y laborales para alumnos y profesores, desgraciadamente tuvo que ocurrir la lamentable y vergonzosa desaparición forzada de 43 estudiantes para detener ese exterminio y ser visibilizadas ante la sociedad.
Sin embargo, ese hecho no cesó las políticas de la SEP, sobre todo con la modificación del profesiograma para el ingreso al Servicio Profesional Docente, en donde, prácticamente cualquier licenciado sin competencias didácticas y pedagógicas podía concursar para obtener una plaza. De la noche a la mañana los egresados de la escuela Normal perdieron la exclusividad como trabajadores de la escuela pública y, con ello, las autoridades educativas enviaron el mensaje trágico para los normalistas: le informaron a todo mundo que cualquier persona y de cualquier profesión podía ser maestro, así de cruel y desesperante; de tajo y sin decir más cerraron ese capítulo, la realidad y el futuro de la educación Normal quedó sentenciada.
Pasados los calendarios escolares, 4 por lo menos, no resultó del todo exitosa esa política educativa para ingresar al servicio docente, para quienes lograron obtener alguna plaza sin el antecedente de la formación normalista les ha costado mucho trabajo adaptarse y dar buenas cuentas educativas con los alumnos que atienden, sin embargo, siguen allí porque la SEP no indaga más allá de las inasistencias al trabajo y las actitudes violentas o de acoso contra los estudiantes y los padres de familia, temas como la mala calidad de los aprendizajes y los estilos inoperantes de enseñanza no son motivo para perseguir y sancionar a quienes desarrollan prácticas deficientes y ofenden el oficio magisterial con sus acciones y actitudes.
La educación Normal ha sido por años un reducto y la esperanza (casi exclusiva) de los hijos de obreros, campesinos y migrantes para poder estudiar una carrera profesional, era (hasta hace 5 años) y por mucho, una profesión de seguridad laboral, en especial para los egresados de las Normales rurales. La llegada del examen para el ingreso al servicio docente vino a cambiar dicha realidad y más con la modificación del profesiograma, pero a pesar de ello las Normales siguen siendo atractivas para la población, año con año son más los rechazados que los aceptados para el ingreso.
Ante esa realidad es necesario (ahora más que nunca) reconstruir y profesionalizar las escuelas Normales en por lo menos cuatro campos:

1.- Transformarlas en instituciones de educación superior equiparables a las universidades públicas y privadas con todos los beneficios de presupuesto, construcción de espacios ad hoc a este tipo de instituciones, laboratorios, bibliotecas actualizadas, aulas interactivas y aulas de observación, transporte, espacios para la cultura y el deporte, etcétera.
2.- Modificar la currícula de educación Normal y ampliar los años de estudio equiparables a la formación de médicos con una duración de 6 años, 2 de nivelación y 4 de formación, además de constituirlas en instituciones que oferten cursos obligatorios de nivelación pedagógica (de por lo menos 2 años) para los licenciados de áreas ajenas al magisterio que quieran ingresar al servicio educativo.
3.- Profesionalizar la planta docente con plazas de medio, tres cuartos y tiempo completo, acceso a los perfiles Prodep, pago de estímulos económicos, apoyos de Conacyt para la investigación, movilidad, residencias e intercambio de profesores a nivel local, nacional e internacional, acceso al año sabático para investigación y estudio, estímulos para la publicación de libros y revistas entre otras cosas.
4.- Formar de manera exclusiva a los profesionales de la educación, tener estudiantes de tiempo completo mediante becas, facilidades para la movilidad en instituciones de educación superior locales, nacionales e internacionales y, lo más importante, prioridad para el ingreso al servicio profesional docente.

La educación Normal (se quiera o no reconocer) históricamente es y ha sido un espacio de formación vital para el desarrollo educativo de este país, por lo cual, profesionalizar este nivel educativo es necesario ahora más que nunca, al igual que condicionar la nivelación pedagógica en el profesiograma para el ingreso al servicio, el cual deberá ser un requisito obligatorio egresar de una escuela Normal para laborar, es fundamental decir basta a esas decisiones frívolas e irresponsables en contra la escuela pública, sobre todo con las escuelas formadoras de docentes, de igual manera, es necesario dejar de jugar con estas escuelas, no es posible ni justificable transformarlas en universidades chiquitas como tampoco que sigan siendo secundarias grandotas, lo deseable es muy simple, constituirlas como escuelas Normales en toda su dimensión.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

  • Carlos Castelar Barbosa

    Extraordinario , es la pura verdad, te felicito Jaime

    • Jaime

      Muchas gracias Carlos, un abrazo.

  • Antonio Meza

    Por fin pondrán el caballo delante de la carrera
    Ninguna reforma, revolución o restructuración de la educación en México puede tener éxito si no se inicia con una formación de nuevos maestros y de la actualización de los que están en servicio, es decir sin una reforma profunda de la Educación Norma. Las reformas educativas que no pasan por los maestros y su formación y profesionalización estarán siempre condenadas al fracaso

  • Rubilda Cornejo López

    Creo necesario, también, abrir la mateícula de manera que los egresados puedan cubrir las necesidades de plazas docentes en el territorio nacional y se termine con la “justificación” de contratar licenciados en otras áreas de conocimiento por falta de docentes.
    Otro aspecto que es necesario considerar es la difusión del ser de las escuelas normales mexicanas a niveles continentales y mundiales y retomar experiencias enriquecedoras de otras latitudes y no sólo enviar docentes a cursos a otros países sin objetivos Institucionales concretos y abonan exclusivamente y en forma personal a experiencias, muchas veces, sin relación con lo docente.

  • Leticia Medina Figueroa

    Excelente, solo que creo falta mencionar algo fundamental. Poner atención en los perfiles profesionales de los que tienen en sus manos la formación de los estudiantes de las escuelas normales. Hasta hoy no hay control para la contratación de nuevos profesionistas que ingresan como docentes, mucho menos se tiene un real análisis de los docentes que se promocionan en mejores niveles.

  • Isabel Pérez

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  • JOSÉ LUIS GONZÁLEZ

    NO HAY MEJORES MAESTROS QUE LOS QUE SE FORMARON EN LAS ESCUELAS NORMALES, LASTIMA DEL MERCANTILISMO E IRRESPONSABILIDAD DE TODOS AQUELLOS QUE APROBARON EL MERCADO LABORAL CON LAS PLAZAS DE LOS MAESTROS.

  • Joana Elizabeth

    Las Escuelas Normales requieren estar en sintonía con la educación pública y privada, de nada sirve que se sienten bases para la profesionalización docente si cuando los estudiantes van a la práctica se enfrentan a prácticas sin sentido, a docentes que desacreditan la formación en la escuela normal y siguen actuando bajo un modelo tradicionalista. El cambio debe ir a las raíces del problema en el sistema educativo, no solo en las escuelas normales, ese es solo un eslabón de toda una cadena.

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