Prioridad: trabajo socioemocional

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Los períodos vacacionales se aprecian por la oportunidad que brindan de oxigenarse ante las tareas o demandas cotidianas. Estos espacios que antes eran más amplios y se aprovechaban de diversa forma, para estudiar, trabajar en algo distinto, disfrutar la familia, vacacionar o descansar, ahora se han visto reducidos, por ello, un buen enfoque es apreciar cada día, hora, minuto y dedicarlo a lo que cada quien necesite, pensando en temas y situaciones que por cuestiones de tiempo las dejamos pasar hasta que es urgente y necesario. Un aspecto poco atendido, que vamos postergando es lo socioemocional, que tiene vínculos con la salud física y mental.
El currículo actual en sus componentes presenta las áreas de desarrollo personal que son las siguientes: educación física, artes y educación socioemocional, estos contenidos han tenido diferentes nombres, como el campo formativo de desarrollo personal y social. Plantear la necesidad de educar las emociones en los alumnos es básico, pero ¿los educadores estamos emocionalmente sanos?, ¿en qué estado se encuentra la autoestima?, ¿cómo son las relaciones interpersonales en los ambientes que nos desenvolvemos?, es necesario realizar un balance y mirar hacia el interior para equilibrar el ser ante las demandas del hacer.
En general, estamos en una sociedad que no tiene un manejo adecuado de las emociones, cada persona, familia, comunidad va formando lo que es permitido o no en esta materia, a expresar o a reprimir lo que siente, e requiere hacer la pausa y preguntarnos, ¿a qué se refiere la educación socioemocional?, ¿cuál es su importancia?, la propuesta en el currículo actual es el desarrollo de habilidades, actitudes y rasgos de la personalidad que les permitan aprender a conocerse y comprenderse a sí mismos, cultivar la atención, tener sentido de autoeficacia y confianza en sus capacidades, entender y regular sus emociones, establecer y alcanzar metas positivas, tomar decisiones responsables, mostrar empatía hacia los demás, establecer y mantener relaciones interpersonales armónicas y desarrollar sentido de comunidad (SEP. Programa de estudios 2017).
Los propósitos son amplios y ambiciosos para lograrlos en todas las etapas de la vida, esto aunado el currículo, generalmente se enfoca en lenguaje, matemáticas y ciencias, ahí es donde se pone el énfasis, no en lo socioemocional que queda como un complemento disminuido ante las otras tareas urgentes. Se puede revisar en las actuales propuestas de capacitación, rutas de mejora o planes de acompañamiento de la Secretaría de Educación como las áreas de desarrollo personal y social están poco atendidas, aun cuando se han generado excelentes propuestas desde lo local, no han brindado el apoyo necesario para extenderlas a toda la comunidad educativa, de prever un retorno de la pedagogía humanista y el promover el desarrollo personal debe ser una prioridad.
Esta área representa una oportunidad de mirada introspectiva, y el tiempo presente es propicio para detenernos a trabajar en ello, con docentes y directivos que ya llevan un avance considerable del ciclo escolar, que están sometidos a presiones de todo tipo y que poco a poco observan los signos de cansancio y deterioro de la salud, como muestra podemos observar la alimentación de algunos profesores basada en carbohidratos y cafeína, con estos estímulos el cuerpo realiza sus actividades complejas, más temprano que tarde va a repercutir en el manejo de las emociones, mal alimentados se responde de forma impaciente a algo que tendría que tomarse con calma y con situaciones donde es necesario meditar las respuestas, así también, las altas y bajas de energía que se derivan del sistema biológico influyen en el comportamiento y van a afectar los rasgos de la propia personalidad, ante esta situación, establecer una pausa puede servir para reorientar la nutrición del cuerpo y de la mente.
Otro aspecto de tensión mental frecuente es atender y escuchar las diversas problemáticas de las personas con las que se convive. Es inherente la presencia de conflictos de diversa índole, una manera de poder resolverlos es identificar su naturaleza, saber detectar las causas que están generando los problemas, en este sentido, todo se da en el seno de las relaciones interpersonales que ante los estilos y rasgos de la personalidad se ven afectadas, por ello, la propuesta de vivir la empatía, de apreciar al otro desde el respeto a su individualidad y reemprender la mejora dando otra oportunidad a la relación con ello se mejoran los ambientes de aprendizaje, va a contribuir el tomar distancia de las situaciones conflictivas y visto desde un ambiente externo, se pueden redimensionar los posibles caminos de solución.
La saturación de actividades de diversa índole, el poco tiempo que se tiene para reaccionar ante lo que espera de cada actor educativo, ya sea como supervisor, directivo, personal de apoyo, administrativo o funcionario todos tienen tareas que no alcanzan a desarrollar comisiones a atender, actividades programadas que son inminentes, esto también afecta lo socioemocional ya que otros nos han depositado sus expectativas y esperan ese cumplimiento, ante esto, se puede fortalecer la persona porque va a responder desde su interior movilizando todas sus capacidades, aunque también puede ser que se debilite y le agobien esas encomiendas provocando diversas reacciones. Establecer límites saludables va a ayudar a sólo hacer lo que es posible, con los objetivos claros y el compromiso que se tiene con la educación, sin embargo, saber organizar el tiempo y delegar va a evitar que enfermemos por la demanda de actividades donde el estrés y la ansiedad puedan no sólo afectar la eficacia sino también deterioran el sistema neurológico y cardiovascular.
Aprender a comunicarnos va a ser un aspecto fundamental del desarrollo socioemocional, si fortalecemos este pilar se tiene un canal de desahogo de los sentimientos, se destapa lo que puede convertirse en una olla de presión que en cualquier momento va a detonar problemas de salud, hablar, dialogar y escuchar siguen siendo caminos para la comprensión, por ello, desde un espacio de tranquilidad es positivo repensar la forma en que nos comunicamos y las respuestas que obtenemos.
Una alta autoestima se va forjando y puede verse disminuida ante situaciones de poco reconocimiento social, ante esto el reto es centrarnos en lo que somos para desde este punto valorarnos a nosotros mismos, creer en las capacidades que nos han llevado hasta este día en el servicio educativo, además analizar los daños que se hayan sufrido por diferentes causas y reparar la autoestima, sanando esta parte se fortalecen todas las áreas del ser, por ello, a cuidar los pensamientos y orientarlos a lo positivo, ésta es una importante tarea para este período.
Lo relevante y esencial en los períodos en que es posible es el poder tomar distancia de la cotidianeidad de un sistema educativo demandante que ha enfermado a más de uno y recuperar el autocontrol de las emociones, la autoconciencia, la empatía y fomentar las buenas relaciones sociales. Personas emocionalmente sanas van a mejorar el sistema del cual forman parte.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • David Partida Lemus

    Excelente participación Doctora, esta lectura me invita a reflexionar sobre mi vocación y práctica docente

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