¿Primer consejo ciudadano para mejora de la educación?, maestros excluídos

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

El pasado 27 de noviembre, la Junta Directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación emitió la convocatoria para integrar el primer Consejo Ciudadano de la Comisión.
La idea, de inicio, parece buena, reunir a 15 personas, 7 personas con experiencia docente frente a grupo, cuatro personas con experiencia académica y cuatro integrantes de organizaciones de la sociedad civil, cuya función será facilitar la participación activa y armónica de los actores del proceso educativo y de los sectores social, público y privado en la mejora de la educación, así como conocer, opinar y dar seguimiento a los resultados de los trabajos realizados por la Comisión. Esta información está disponible en plataforma.
Hay un intento aquí por democratizar y darle voz a diferentes actores que nunca han sido escuchados, lo cual, comparado con administraciones anteriores, es destacable. Sin embargo, pese a las buenas intenciones, es un hecho que en esa comisión no hay cabida para todos los docentes.
El primer punto de eliminación de muchos profesores, obviando que la experiencia en años es algo necesario, reside en señalar que se requiere tener reconocido prestigio en el sector educativo, lo cual plantea una dificultad dado que, aunque no aparecen claramente definidos, existe una preconcepción sobre lo que implica tener prestigio en educación. Hay voces legitimadas y voces jamás escuchadas; las segundas están totalmente fuera, pese a que puede haber profesionales con un amplio conocimiento y experiencia, pero no reconocimiento ni por sus autoridades o por instituciones específicas educativas.
Con relación a los aspirantes con experiencia docente frente a grupo, no se especifica que se encuentren actualmente frente a grupo, lo que permite establecer que aquí pueden incluirse directivos o autoridades que, en sus inicios laborales estuvieron frente a grupo, pero hoy se encuentran en una posición que dispone de una visión totalmente lejana a la experiencia docente en el aula, lo que podría dejar fuera la voz de los actores en el aula. Varios subsistemas estatales pueden confirmar esta idea.
Con relación a los aspirantes con experiencia, especialistas o investigadores, muchos de ellos trabajan en o para instituciones lejanas a la escuela pública. Su visión también podría ser otra.
Finalmente, con relación a las personas integrantes de organizaciones de la sociedad civil, algunos de ellos poseen una perspectiva política, con fines totalmente ajenos a las necesidades reales de las escuelas y docentes. Existe la posibilidad también de que las voces del aula encuentren eco.
Tienen por tanto en la Comisión una tarea nada sencilla: lograr que la voz de todos y cada uno de los actores de ámbito educativo sea escuchada y representada para lograr la mejora continua. No se lee fácil.

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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