Prácticas docentes en la formación

 en Carlos Espadas

Carlos Arturo Espadas Interián*

Así como en un laboratorio, después de haber leído un manual, los estudiantes aprenden a manipular instrumental, sustancias y demás, así en la docencia, los estudiantes necesitan encontrarse con el salón de clase y los estudiantes.
Este encuentro permite aplicar los conocimientos y adquirir otros que únicamente pueden hacerse de esta manera. La experiencia permite a los estudiantes comprobar, reforzar y sobre todo vivir el hecho que la docencia es planeación pero también sensibilidad para modificar, generar, innovar y ser creativos, además de realizar gestión, construir comunidad, transmitir intencional o accidentalmente conductas y por tanto valores y demás.
El conocimiento que se tiene del niño, joven o adulto, lo aprendido en los materiales, se pone a prueba de fuego en función de las características muy específicas del grupo con el que se trabaja. Así, los elementos teóricos son base, pero base dinámica con la que los practicantes reconstruyen aplicaciones para entender los procesos que acontecen en su grupo y a partir de ahí, toman decisiones sobre recursos, materiales, estrategias y demás.
La práctica se convierte en el momento donde el estudiante descubre por qué la docencia es considerada arte. El estudiante tiene la oportunidad no sólo de conocer la dinámica de los grupos, sino de sí mismo, en su impacto dentro de lo que podríamos llamar el ecosistema grupal, en referencia al salón de clase.
Comprenderá también la influencia de los marcos y dinámicas institucionales, tiene la oportunidad de percibir lo instituido, lo instituyente, la cultura institucional con sus patrones, costumbres, hábitos e incluso “mañas”.
Inicia así la formación de lo que más adelante el hoy practicante tendrá como profesionista: su expertiz, misma que se construye con la experiencia y por tanto la toma de decisiones con todo lo que esto implica, sus riesgos, proyecciones, aproximaciones y demás.
En este proceso el estudiante es imprescindible que tenga un acompañamiento muy cercano para estará ahí en el momento que se requiera. El acompañamiento debe ser no sólo con un profesor de la escuela en donde recibe su formación inicial, sino también del profesor de la escuela en donde realiza sus prácticas.
Así, las prácticas profesionales significan un momento crucial en la formación del futuro profesor, por ello debe tener una serie de condiciones estructurales diseñadas específicamente para lograr generar un entorno formativo especializado, sin ello, la experiencia podría resultar limitativa y en ocasiones riesgosa.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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