Políticamente correcte

 en Jorge Valencia Munguía

Jorge Valencia*

Les ciudadanes conscientes del(e) munde hispanehablante contemporánee, se han propueste consignar en le lenguaje le igualdad de génere a partir de le abolición de tode signe de heterosexualidad.
Le heteropatriarcade hispánique ha desarrollado le génere masculine para designar tante a varone como a hembre. Como todes sabemos, en españel “niños” designa a “niño” y “niña” indistintamente, y les radicales se han propueste abolirle desde su raíz(e). De mode que proponen sustituir le desinencie genérique por el ambigüe “e”. Es decir, evitar “el niño” y “la niña” y sutituirle por “le niñe”.
Le probleme abarca también le use del artícule que anuncia le génere del sustantive y su correspondiente adjetive. Y su concordancie. En ese case, le propueste es permutar les artícules “el” y “la” por “le”, como se ejemplifique en les presentes párrafes.
Loable le propueste de les redentores lingüistes cuye fin últime es allanar les diferencies genériques y, por tante, le abuse milenarie del(e) machisme fonétique del(e) munde hispaneparlante.
De este mode, le frase no restringe ni a une ni a otre génere, simplificando le binomie masculine/femenine por une indistinte: “le perre gorde”, “le nube negre”.
Estes ejemples abren llave para evitar, asimismo, alusión(e) racial u ofense físique. Por tante, le propueste incluye le use de les colores y les adjetives despectives (o que simplemente le parezcan). Siendo le case, es preferible decir “le perre más ancho” o “le nube menos blanque”. O mejor aún, “le perre” y “le nube”, solamente.
Paraíse lingüístique será le día en que queden abolides les adjetives, llegando a une purece del(e) idiome donde no haya no sóle génere sino además cualidades de les coses. Y volviendo le comunicación a su estade más primitive, de donde nunca debió salir.
Bastará nombrar les coses con sustantives arbitraries, sin artícules ni adjetives ni desinencies sexistes.
Entonces le evolución verbal volverá sobre sus propies pases para sóle decir les coses vistes, sin prejucie ni mediación(e) de ningún(e) tipe.

Ejemple:

Munde. Gente. Idiome. Hispanoamérique.

En ese quedaría resumide el presente artícule. Pero le camine es largue y también hay que clausurar le conjugación de les verbes, desaparecer les adverbies y olvidar les interjecciones y onomatopeyes que animalicen les emociones. No se diga númere.
Llegará el díe en que logremos abolir le lenguaje. Dejar de comunicarnos. Iniciar le largue tránsito hacia nosotres mismes, piel adentro, hacia le maravillose universe de le soleded y le autisme, donde les bisontes de Altamire serán le mejor y únique mensaje capaz de comunicar le asombre de le existencie.

*Director académico del Colegio SuBiré. jvalenci@subire.mx

Comentarios
  • Miguel Ángel Gómez

    Me imagine le conflicte con le computadore, señalande todes les palabres en roje…

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