Pasar de la pedagogía de la obediencia a la pedagogía de la rebeldía crítica

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El pasado miércoles 14 y como parte de la sesión inaugural de la Licenciatura en Educación del Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara (CU Norte) fuimos invitados a partir en un conversatorio como acto inaugural de los cursos. Ahí mi amigo Víctor Ponce, Ismael Torres y el que esto escribe estuvimos amenizando y dialogando con los asistentes.
Fue a partir de una serie de ideas brillantes del doctor Víctor (como siempre) que se generó un clima de argumentaciones de muy buen nivel. El tema central del conversatorio tenía que ver con los retos que se desprenden de la propuesta curricular 2022 para los nuevos docentes de educación básica y media superior.
Efectivamente a partir de las ideas de Víctor, se generó una serie de intervenciones en torno a reconocer los retos y los desafíos para este nuevo intento de reforma.
Y el punto central de este artículo tiene que ver con el hecho de reconocer de que ha sido un largo proceso en el que fuimos formados para obedecer: “arriba unos ordenan y abajo otros obedecemos”. Esta cultura de la obediencia ha generado incluso que el sistema se articule y funcione a partir de dichos mecanismos en la generación de disposiciones para vincular al que ordena con el que obedece. Eso caminaba normal todos los años, sin que nadie se detuviera a mirar sus implicaciones sociopedagógicas, pero a partir de la llegada de una nueva propuesta o un nuevo modelo de trabajo educativo, dicho esquema ha hecho crisis. Ahora se trata de romper con esa inercia en el marco de las aspiraciones educativas e ideológicas de la propuesta curricular 2022.
Pasar de la incultura de la obediencia al compromiso de la rebeldía crítica, bajo un clima institucional de insubordinación. La rebeldía crítica es también una propuesta pedagógica, tiene como propósito el formar personas que desarrollen la capacidad propositiva a partir del avance en el desarrollo del pensamiento crítico.
La rebeldía crítica como propuesta educativa, se nutre de una serie de propuestas de pedagogías colocadas en los márgenes del sistema, son posturas alternativas, disidentes, marginales; pero que tienen en común, el buscar que los sujetos actúen con posturas diferentes y se insubordinen ante lo establecido.
La pedagogía de la obediencia impone, la pedagogía de la rebeldía dispone, en la primera se busca generar sujetos pasivos que defiendan lo que otros les digan, en la segunda los sujetos son activos y con la capacidad de decir y hacer. En la primera el que manda tiene el poder, en la segunda no hay poder, éste se construye entre todos y todas a través de la participación.
La propuesta curricular 2022 deberá pensar las estrategias para que los sujetos lleven a la práctica dicha propuesta, pero a partir no de la obediencia sino de la insubordinación. En ello es necesario combinar con nuevas propuestas.
Gracias al centro universitario del Cu-Norte de la UdeG, al maestro Iván Huízar coordinador de la licenciatura, y a todas las personas que participaron en la organización de este conversatorio, gracias porque esta es la mejor forma de construir propuestas educativas que miren un mejor futura, a partir de dialogar y de actuar en consecuencia.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • Víctor Ponce

    Gracias Miguel por tus comentarios, parece que me interpretaste mejor de lo que yo hgo para mi mismo. Las ideas están claras. Tenemos muchas décadas prácticandom mejorando y reproduciendo este sistema educativo vertical, autoritario que va mejorando los dispositivos para controlar, vigilar y castigar, con el popósito de formar cuerpos y mentes dóciles a la obediencia (Foucault). Eso se normaliza. Dirán muchos, efectivamente, para que tanta preocupación si es lo normal, incluso lo deseable.Las consecuencias son múltiples y no son alagüeñas. Se reproducen los daños a las capacidades profesionales de los profeores. Se conviertrten en simples aplicadores técnicos de lo que se les manda. Pero lo peor es que al debilitar las capacidades profesionales, dejamos de ver y atender los procesos de subjetividad de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ), mediante los cuales adqueiren su identidad y sentido de vida, en esta sociedad liberal que, junto al crimen organizado, va destruyendo los tejidos urbanos, rurales, indígenas y familiares. Tejidos rotos que la escuela no entiende y se ve rebasada. Aumentan los indicadores de burnout docente, de las depresiones, soledad y suicidio en NNAJ. Ojalá que en este momento de cambio educativo de la 4T se entienda esto, o seguiremos fracasando a costa de la vida de nuestros estudiantes.

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