Papel de las escuelas en la cultura relativizada

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Frases como “vive y deja vivir”, “yo estoy bien y tú también”, así como muchas otras que han sido usadas en ocasiones en títulos de libros, películas, series y demás, representan la cultura de nuestra época, una cultura relativizada donde la búsqueda de la verdad se considera un proceso ocioso.
Eso se vive al interior de las escuelas. Se prioriza el razonamiento “libre” desde la perspectiva que puede incluir caer en el absurdo. Nuestras escuelas se están convirtiendo en lugares donde todo lo que diga el niño es aceptado, acomodado o en su caso ignorado, pero no aclarado ni corregido.
¿Qué puede propiciar esto en nuestros niños? Sin lugar a dudas tendríamos que realizar un diseño experimental para demostrar los impactos en los niños y en la cultura general a unos cuentos años de distancia. Cosa que no se realiza de forma abierta, al menos no en nuestras escuelas de sostenimiento público y pro profesores en este país.
Es indudable que relativizar el mundo permite muchas “libertades” así como absurdos y una cultura sin parámetros de referencia Estos absurdos desembocan en realidades construidas desde el sin sentido, con argumentos subjetivos que en muchas ocasiones no tienen sustentos más allá que el que cada individuo le imprime y defiende.
La escuela debería ser el lugar donde se trabajen aspectos centrales del conocimiento y de la cultura humana. La escuela es una pieza fundamental en la civilización humana. Un descuido en ella genera un descuido civilizatorio que nos llevará irremediablemente a formas muy específicas de existencia.
Los profesores educados en aspectos relacionados con el mantenimiento y construcción de la cultura patria, se debaten hoy en escenarios complejos con tendencias muy claras de desestructuración de esa cultura patria, de una cultura común para dar paso a una cultura que se estandariza a nivel planetario.
Sin duda alguna es una era distinta y los cambios de era vienen acompañados de crisis culturales que impactan en los individuos. La pregunta es: son cambios que hemos elegido libremente o han sido impuestos por una dictadura cultural que genera una cultura fluctuante, uniforme y relativizada a conveniencia de valores internacionales promovidos y financiados explícitamente para construir esa cultura donde los únicos parámetros son que no hay parámetros y con ello se discrimina y anula a todos aquellos elementos y actores culturales que no comparten esa lógica ni visión de mundo.
Es decir, lo aparentemente abierto y libre se transforma en cuadrado, rígido y camina a paso firme y demoledor en contra de todas las manifestaciones culturales (intelectuales, históricas, axiológicas…) que no comparten sus parámetros.
¿Qué papel deben jugar nuestras escuelas? ¿Qué papel debemos jugar nosotros, los profesores?

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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