Nuevos medios para nuevos fines en la educación*

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada**

Los fines y medios en educación están ligados a dos preguntas centrales: ¿Qué y para qué deben aprender los estudiantes? Y dos, ¿mediante cuáles medios pueden aprender eso que deben aprender? La cultura humana hoy es inabarcable. También son numerosas las rutas para conocerla, comprenderla y enriquecerla. Cada sociedad define objetivos concretos de la educación para un tiempo y, asimismo, escoge los principales medios para lograrlo. Cuando se dan cambios culturales, por ejemplo, en esta época, las definiciones se enfrentan con el nuevo desarrollo de la cultura situación en la cual surgen nuevos fines y medios diversos para educar.
Tres movimientos culturales son novedad para la educación, el estudiante y el educador. Se trata del pensamiento complejo, la interdisciplina y la formación en y para la investigación.
El pensamiento complejo consiste en una metodología de aproximación para entender al mundo y al ser humano, bajo el supuesto de una articulación múltiple de los fenómenos de la vida en sociedad. La característica principal de la complejidad es aceptar y descubrir la articulación del problema, la educación, por ejemplo, con otras situaciones, las cuales afectan al problema de estudio y se afectan entre sí.
Otra tendencia innovadora es la interdisciplinariedad, que sucede cuando distintas áreas de conocimiento se conectan para facilitar el trabajo que cada una desempeña, colaborando de manera conjunta en la solución de un problema o comprensión de un fenómeno. El objetivo de la interdisciplinariedad es el estudio de modo integral, capaz de promover las relaciones, fomentar el desarrollo de nuevos enfoques metodológicos para la resolución de problemas, adquisición de nuevos conocimientos y la mejora de procesos para lograrlo.
La investigación científica, sea en ciencias naturales o sociales, es una tarea inexcusable para la educación si quiere contribuir a poner bases para la transformación social. Desde mediados de los años setenta y con mayor fuerza con las aportaciones recientes de la cultura digital, la investigación se considera un modo de lograr una formación con base en el contacto directo de estudiantes y profesores con las realidades sociales del país.
Vincular los procesos de formación y de investigación científica, por ejemplo, se hace realidad mediante la “ecología de saberes”. Consiste en diálogos entre el saber científico y humanístico con los saberes legos, populares, tradicionales, campesinos, propios de las culturas primigenias y populares de la sociedad. Es una práctica educativa (medio) para poner en juego la capacidad de investigar de profesores y estudiantes desde el saber científico y popular. Nuevos fines y medios educativos para contribuir a las culturas emergentes y los retos ancestrales.

*Está es una versión abreviada de una nota con el mismo título publicada en “Reflectir” boletín digital del ITESO el 9 de junio 2021.

**Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

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