Movilidad social, internet y la ratificación de la pobreza

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

El informe presentado en el mes de abril por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, y el recientemente presentado informe de Movilidad Social en México 2019, por parte del Centro de Estudios de Espinosa Yglesias, CEEY, confirman que la desigualdad social sigue, y tenderá a seguir presente, durante varios años más, dadas las tendencias que se están perfilando; ambos estudios recopilan información que corresponde al sexenio anterior, pero puede sustentar proyecciones a futuro.
El reporte del INEGI permite observar que poco más del 34% de la población mayor de 6 años no cuenta con acceso a Internet; el informe de Movilidad Social señala que 74 de cada cien mexicanos que nacen en la pobreza morirán en la pobreza, por lo que si hacemos un entrecruzamiento de la información fácilmente podemos inferir que muchos mexicanos en edad escolar no tendrán acceso a internet y, además, serán pobres toda su vida.
De esta manera, promover que en las escuelas se usen las TIC de manera obligatoria, lejos de ponernos a la vanguardia y acercarnos a las potencias educativas del mundo, lo único que está generando es condenar a miles de niños, adolescentes y jóvenes a quedar el margen de los avances que en materia de tecnología tiene el país y, obviamente, del proyecto educativo de Nación.
Otros datos que arrojan los informes también ratifican situaciones que, a priori, sabíamos que iban a aparecer: hay un porcentaje mayor de personas en condición de pobreza en el sur en comparación con el norte del país, poco menos de la mitad de los hogares del país no cuentan con internet en casa y menos del 50% tienen una computadora, aunque hubo un evidente incremento en el porcentaje de personas que cuentan con un teléfono inteligente, superando el 93% del universo de personas contempladas, por lo que la mayoría se conecta a la red a través de este dispositivo. Obviamente el porcentaje faltante se encuentra con toda seguridad dentro de la población marginal referida.
Como ya es sabido, los principales motivos por los cuales las personas usan internet están el entretenimiento, seguido de comunicarse con otras personas y la búsqueda de información de diferentes temas; en un de verdad honroso cuarto lugar se encuentra el uso con fines de apoyo a la educación o la capacitación.
Dado que ambas situaciones referidas por los informes dependen de factores económicos principalmente, existen pocas formas de revertir la situación y medidas como el asistencialismo, históricamente, han demostrado que no son una solución para la condición de pobreza.
Bajo esta tendencia y perspectiva, los siguientes informes que nos sean ofrecidos tienen altas probabilidades de mostrar porcentajes similares a los presentados en este año. Sin embargo, esperemos que finalmente empiecen a aparecer alternativas de transformación de esta situación y veamos un intento real por brindar una solución al problema de la pobreza y la falta de infraestructura con relación a las TIC para su uso en la educación. ¿Lo podremos ver? No lo sé.

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar