Los sentires y los deseares de los docentes en servicio

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hace un par de días el editor de este espacio editorial (Jaime Navarro), me notificaba del récord de consultas a un artículo de mi autoría, 17,328 para el articulo “Adiós al INEE…”. La cifra es sorprendente, cerca de 20 mil visitas para un artículo editorial y en menos de una semana. Entonces a partir de ahí uno piensa algunas cosas.
Cuando uno escribe, cuando uno está frente al teclado del procesador o ante la hoja en blanco, deja fluir las ideas, los lectores y lectoras que están al otro lado de un texto inexistente que se va construyendo sobre la marcha se hacen existentes en la medida en que abren el portal y leen.
En un segundo momento y después de ese dato me pregunto, ¿por qué hay algunos artículos más rentables que otros?, y esto me obliga a pensar desde los maestros, una de las cosas (de las distinciones diría el maestro Bourdieu), que nosotros acertamos en este portal, es que aquí se dice lo que ningún otro medio es capaz de decir y junto a ello, somos más empáticos, hacemos una relación comunicativa con las y los docentes. Si bien, la mal llamada reforma educativa fue capaz de generar una especie de queja global o de catarsis colectiva entre el magisterio, también es cierto que se necesitaban válvulas de escape a modo de espacios de expresión para dejar salir el descontento. Desde aquí, hemos tratado de ponernos en el lugar de todos aquellos y aquellas que trabajan en un aula de clase todos los días, con carencias materiales, con problemas con su autoridad inmediata, con coraje acumulado por tantas mentiras que se escuchan de los políticos y los funcionarios que supuestamente representan a la educación, por tanto engaño de los supuestos dirigentes sindicales enquistados en el SNTE. Ante todo ello, aquí somos capaces de develar las verdades que se viven (y a veces se sufren abajo del sistema). Les hemos dado voz a los que tienen miedo de asumirla y les hemos dado mirada a los que no podían darse cuenta de las cosas que pasan o están pasando. Debemos decir que hemos sido profundamente empáticos en este ejercicio comunicativo mediado por las prácticas y el quehacer educativo.
Me da gusto ver en varias ocasiones que he visitado algunas escuelas (de preescolar o primaria), ver nuestros artículos impresos y pegados en los muros de los salones que dan lugar a las sesiones del consejo técnico.
Muchos de los mensajes que lanzan los lectores de regreso, sirven para retroalimentar pero también para saber que ellos y ellas piensan y tienen una postura o un posicionamiento ante la realidad de la cual uno apenas la abre aquí.
El sentir y el desear desde la docencia viene siendo el corazón de este gremio tan complejo llamado maestros, docentes, profesorado, etcétera. Ellos y ellas de manera callada todos los días están en sus aulas escribiendo el libro que se vive pero que no se escribe con líneas convencionales. Ellas y ellos son nuestra razón de escribir, de pensar, de cuestionarnos, de plantear propuestas y alternativas.
En una ocasión, el Maestro Eduardo Remedi me enseñó (en un seminario dirigido por él) la importancia de saber circular la palabra, y esa circulación de la palabra tiene que ver con el diálogo, con la generación de ideas que van de ida y de regreso. Esto es en el fondo el sentido de estos artículos.
En educación estamos sobradamente necesitados de alternativas políticas y pedagógicas, que no salen desde los espacios formales o convencionales, pero que la no formalidad tampoco los genera satisfactoriamente.
Las y los docentes siguen siendo las figuras más importantes de la tarea educativa y, entonces ¿por qué los políticos y los funcionarnos de todos los partidos los tratan como si fueran menores de edad?, ¿por qué los dirigentes sindicales de ellos y ellas tranzan en su nombre?, ¿por qué los diseñadores de políticas los reducen a una estadística evaluados o no evaluados?
Agradezco, desde aquí, la generosidad de los que leen y me comprometo responsablemente a segur escribiendo en ese espíritu dialógico que el maestro Freire nos ha enseñado. Gracias a los que aun leen, piensan y regresan a lo leído.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

Comentarios
  • Víctor Ponce

    Saludos querido Miguel Ángel, que fluya la palabra de los y las docentes por tu voz y tu teclado. Muchas gracias

  • J Antonio Alvarado R

    Aprovecho el espacio para compartirle el sentir de muchos maestros que a pesar de las injusticias de la llamada reforma educativa y se sienten presionados laboralmente por la evaluación del desempeño, habían decidido ocupar el día 31 de octubre, fecha límite que supuestamente iba estar abierta la plataforma de la CNSPD para subir la información de la etapa 2 y resulta que la cerro el día 30 de octubre, argumentando que solo iba estar abierta para quienes habían subido información parcial lo que no se especificó en el comunicado, al menos el de la CDMX. Gracias. Reciba un fuerte abrazo

  • Verónica Vázquez-Escalante

    Desde luego que ambos artículos, el anterior y el presente, son muy buenos. Tienen los comentarios pertinentes para ser comprendidos y obviamente usted, como autor los ha descrito de manera precisa. Me quedo con las tres preguntas finales deseando de verdad, que las cosas cambien aunque entiendo que el reto es “titánico”. Sin embargo sé que hay mucha gente comprometida a continuar con lo mejor que se tiene. Felicidades Doctor Miguel Angel

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