¿Los padres y el Modelo Educativo? Sí puede ser

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Hoy tengo algo que confesar. Al estar revisando los documentos del Modelo para la Educación Obligatoria Educativo y la Ruta de Implementación del Modelo Educativo por un momento pensé que sí tiene posibilidades reales de poder generar grandes cosas; el problema es que seguí leyendo y esa sensación de esperanza se fue tal como llegó.
En ambos documentos, obviamente bien empalmados, plantean en el eje 2, “La escuela al centro” en lo concerniente a la Participación Social en la Educación, la posibilidad de generar procesos formativos que permitan a papás y/o mamás apoyar mejor a sus hijos en el desarrollo de habilidades socioemocionales, en los procesos de lecto-escritura y en el pensamiento lógico-matemático, lo cual me pareció un enfoque no sólo correcto, sino realmente necesario.
Y sí, el planteamiento, desde diferentes modelos pedagógicos y psicológicos, está plenamente justificado y validado: al ser figuras significativas para cualquier infante, el impacto de sus acciones perdurará y podrá arraigarse con mayor facilidad. El problema que tiene la propuesta, de inicio, es que la forma de valorar y estimar su logro, dado que el indicador se reduce al pase de lista y cuantificar el número de participantes y el cúmulo de asistencias de cada uno en las capacitaciones. Nuevamente todo lo reducen a un dato y no realmente a las cualidades y habilidades que pueden desarrollar en los padres, pese a las grandes posibilidades que ofrece.
Sin embargo, en un análisis frío de la situación es entendible. ¿Qué características socioeconómicas debe tener un padre o madre para que requiera desarrollar procesos de lecto-escritura y pensamiento lógico-matemático? Evidentemente uno que por diferentes factores, principalmente una condición de pobreza, no estuvo en condiciones de poder consolidar en su vida la parte académica. Pensando entonces en el total de familias en esta condición, que son más de la mitad de las familias del país, tenemos a la mayoría de los niños en una condición de desventaja, por la falta de apoyo y reforzamiento en casa, en comparación a aquellos que tienen las condiciones, sociales, económicas y culturales, para poder desarrollar dichas habilidades, los cuales han sido eternamente una minoría. Es necesario entonces involucrar a un número considerable de adultos.
No se especifica quién estará a cargo de brindar este tipo de capacitaciones con los padres y madres de familia, lo que sí podemos establecer es que se requerirá de un amplio lapso de tiempo para obtener resultados satisfactorios.
En un afán de ser propositivo, y no sólo detractor como se alude a aquellos que no aprueban y validan al modelo educativo, dejo aquí una serie de recomendaciones que podrían asegurar alcanzar la meta:

• Tener a una o dos personas de cada plantel enfocadas solamente a trabajar un programa permanente de capacitación para los padres. Así no habría una duplicación o aumento de responsabilidades para los docentes frente a grupo. También se podría considerar un instructor externo, cuando no haya alguien en el plantel con la formación para llevar a cabo la encomienda.
• Gestionar un apoyo económico para cada papá, mamá o tutor que asista de manera constante. De esta forma se refuerza la actividad y también permite que en aquellas familias que trabajan ambos padres no sea afectada su economía por asistir a la escuela. Se evidenciaría, también a aquellos padres que bajo ninguna circunstancia, ni siquiera con apoyos, se involucran en la educación de los hijos.
• Programar sesiones en las que padres de familia se encarguen de conducir una clase de desarrollo de habilidades socioemocionales, de lecto-escritura o de resolución de problemas lógico-matemáticos.
• Considerando que el dinero invertido en educación es dinero bien gastado y pensado hacia el futuro, se pueden hacer recortes al INE e incrementos a la SEP, de esta forma el primero daría menos dinero a los partidos y el segundo recibiría una cantidad mayor para que pudiera sufragar los gastos de las propuestas anteriores. Los partidos serían autogestivos, de hecho lo son, y así al generar sus propios recursos nadie se quejaría de excesos o rebases en el presupuesto de los gastos de campaña; ya que se gastarían su dinero y no el del pueblo.

De las tres propuestas que planteo, solamente la tercera se llevará a cabo con seguridad, las otras no porque implican necesariamente un gasto, lo cual está lejos de las posibilidades de muchas de las escuelas.
Trabajar con los padres beneficiará a los niños sin duda, pero debe invertirse en ello. A menos que, para variar, se imponga a los maestros como una responsabilidad más que cubrir. No creo ¿o ese es el plan?

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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