Los jóvenes, la escuela y su relación con los problemas de la escuela, los jóvenes y la sociedad

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Una de las cosas importantes que nos ha enseñado el actual contexto de pandemia bajo el cual está sometida casi toda la sociedad, es que ha servido para tocar fondo y poder distinguir y valorar lo frágiles y vulnerables que somos como especie humana. El aislamiento, los cambios en las relaciones inter-humanas y lo que le han llamado la nueva normalidad ha traído algunas consecuencias negativas.
En todo ello los jóvenes y adolescentes, han sido los sujetos que han decidido ignorar los riesgos o desafiar el peligro. El riesgo puede entenderse como real o imaginario, pero ante ello se piden medidas preventivas en defensa de la propia persona y de las que están cerca. Sin embargo, jóvenes y adolescentes han continuado con el estilo de vida reactivo e impulsivo, basado en una búsqueda de tener–tener–y tener, a cualquier costo. En todo ello entramos en un escenario igualmente inédito como gran parte de lo que hemos vivido.
Existe una tendencia de una especie de adolescentilización de la sociedad, esto significa que la sociedad se ha detenido o pretende regresar a esta etapa del desarrollo, el cual está basado en cambios repentinos, impulsos irracionales y gratificaciones inmediatistas. No sólo vivimos una especie de regresión social, también de una especie de fijación en dicha etapa. ¿Por qué afirmo dicha tesis?, el contexto de pandemia ha servido para colocar en cada uno de los lugares a los sujetos sociales, pero muchos sectores de adultos han perdido su lugar, pretenden regresar para disputarles el lugar a los jóvenes, tratan de vivir bajo el régimen de valores juveniles, basados en el impulso, en el “cotorreo” y en la “pachanga” que no termina.
Y, del otro lado, las juventudes y ciertos sectores de adolescentes, han terminado por continuar con ese estilo de vida consumista que los caracteriza, el tener antes que el ser, el comprar antes que el ahorrar y el gastar antes que el invertir, se han tornado en algunos de los símbolos sociales de las nuevas juventudes.
El problema del encierro y del aislamiento no es tanto la forma de invertir tiempo quedándose en casa, también tiene que ver con el hecho (en el imaginario), que en la calle están pasando muchas cosas que. si no salimos (se piensa), pues nos las perdemos.
Desde la perspectiva juvenil y adolescente prefieren ser protagonistas en el riesgo que testigos a distancia en la prevención, ello termina por trastocar a las instituciones, a los dispositivos escolares y a las voces de autoridad, que hoy junto con todo lo que está pasando también está en crisis.
La escuela de hoy, desde la casa, ha perdido su papel de autoridad formativa para pasar a convertirse en testigo y cómplice de una serie de cambios galopantes que nos han rebasado. Hoy estamos inaugurando una nueva antropología de las relaciones humanas y de los valores generacionales. Ahí las juventudes y las adolescencias comienzan a adueñarse del mundo, por intrépidos, por atrevidos y por decidirse a desafiar los riegos.
El hecho de que la sociedad regrese o quede estancada en esta etapa social de una especie de adolescentizacion del sentido humano tiene muchos riesgos, el buscar tener a toda costa, el ser reactivo e impulsivo no son manifestaciones eternas.
Ya que pase la pandemia, si es que sucede así, la cruda social y significativa va a ser importante repensarla para saber qué ha quedado de lo viejo que teníamos y cuáles son los elementos nuevos que han servido para inaugurar estas nuevas formas de definir el actual desarrollo humano. El de la pandemia y del aislamiento social de los tiempos cuando vivimos en peligro.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

Comentarios
  • FABIANA Silva Varona

    No comparto para nada este informe sobre la nueva normalidad y los jóvenes para nada. Da mucho el tema si lo profundizamos cómo se debería. En principio no se trata de una nueva normalidad sino de una opción educativa que siempre debió existir en los sistemas educativos formales públicos a nivel curricular y que nunca o muy pocas veces se tuvo en cuenta debidamente. Por otro lado se trata de priorizar la salud del alumnado+docentes+familias ante todo y la seguridad sanitaria de la población en general en estas circunstancias particulares de Pandemia mundial. En cuanto a las conductas de la juventud no son más que las respuestas de revelarse a la “obligatoriedad educativa formal y/o presencial” a la que los sometieron los funcionamientos educativos a nivel institucional exponiéndolos a todo tipo de inseguridades ciudadanas y sanitarias distorsionando las finalidades del del aprendizaje desde toda perspectiva Cultural de Inclusión ante las carencias de respeto por la ACCESIBILIDAD a la que toda persona debe tener acceso como DDHH fundamentales en todo el mundo y perjudicando así la libertad del sano Desarrollo Personal como seres humanos. Está más que demostrado y comprobado que la mayoría de los niños y jóvenes no querían volver a la presencialidad y que las fallas de la Educación online y/o híbrida no fue por el alumnado sino por much@s docentes y funcionari@s del sistema educativo que no fueron empátic@s, o no estaban debidamente capacitad@s, o no tuvieron suficiente buena voluntad para estar en concordancia con las realidades que imperan atenciones psicopedagógicas particulares y dedicación didáctica acorde en sus alumn@s según la Era de INNOVACIÓN en la que vivimos en los contextos ciudadanos. Creo que no se les puede exigir ni a la infancia ni a la juventud una responsabilidad que no les han brindado ni les están brindando, y desde esta percepción habría que hacer una reflexión adulta antes de juzgarlos o acusarlos para solucionar los problemas de modo más flexible respetando sus “capacidades y necesidades” y libertades de libre opción para estudiar con metodologías más acordes a las que siempre han habido en las presencialidades, ya que de hecho a nivel internacional ya venían demostrando un gran deterioro de diferentes fallas que por suerte se pueden solucionar mejor con los sistemas de enseñanza virtual y/o mixta. Gracias.

  • Miguel Angel Pérez Reynoso

    HOLA FABIANA.

    Agradezco el tiempo y el esfuerzo invertido para refutar el articulo en cuestión. Regularmente no acostumbro a responder, debido a que considero que es necesario respetar la libertad de pensar y de hacer circular las ideas. Pero en esta ocasión por la extensión de los señalamientos es necesario regresar a ellos.
    Tú entras con algo que no ayuda mucho para dialogar “No comparto para nada este informe sobra la nueva normalidad”. En principio, este articulo no es un informe, es una opinión que conjuga distintos aspectos, y tampoco escribimos aquí para generar acuerdos a toda costa sino propiciar el debate y la circulación de las ideas.
    El otro aspecto, es que el texto no se ha leído desde su intención original, efectivamente es un asunto delicado el que aquí se toca.
    Yo te pediría que leyeras más entre lineas lo que se pretende decir por encima de lo que se dice o de lo que lees.
    Y concluyo contigo, efectivamente son temas que hay que abordarlos con mayor seriedad y en eso estoy de acuerdo. mas que un texto contundente es una metáfora acerca de lo que está pasando en este momento y que nos implica a todos y todas.

    Gracias por tu comentario.

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