Los congresos del SNTE. Los charros en la lona

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

En unos días del más sabremos del nuevo capítulo de la historia del SNTE, de esta novela del fracaso y la traición de los dirigentes del SNTE de cara a los trabajadores de la educación.
Está circulando en distintos medios las convocatorias para los congresos seccional primero y nacional más adelante, de lo que será un congreso histórico en la historia del SNTE. Previamente se realizarán (un número del cual no tengo el dato preciso) infinidad de asambleas delegacionales para elegir delegados al congreso.
Para estos fríos días de invierno es muy probable que los nuevos dirigentes del SNTE ya hayan sido nombrados, ahora se trata de armar y de montar un amplio y ostentoso circo de cinco pistas, el cual se construía cada tres años, en esta ocasión se trata de validar y legitimar un cambio postergado y retardado por muchos años debido a intereses políticos.
La historia del SNTE es la historia de una práctica sindical charra, la cual consiste en traicionar los intereses y las demandas de los trabajadores de la educación para colocarse al lado del patrón (en este caso la SEP y el gobierno federal), pactar con ellos y simular que se está de lado de los trabajadores, apoyar las propuestas e iniciativas de reforma educativa, corromperse al máximo a partir de hacer uso y manejo discrecional de las cuotas y el patrimonio sindicales, controlar a los maestros, castigar a disidentes o a los que piensan o actúan diferente, bloquear, hostigar o hasta reprimir a aquellos docentes que no se disciplinan, entre tantas prácticas del oscurantismo sindical.
Este congreso se enmarca no tan casualmente en el contexto de la sucesión presidencial, el oportunismo de los dirigentes del SNTE llega a tal punto que ya desde este momento están dispuestos a negociar al mejor postor, todo lo que implica el apoyo a la propuesta educativa gubernamental y ceder al peor postor las demandas de los trabajadores.
¿Quién quedará al frente de la dirigencia nacional del SNTE?, ¿habrá cambios en las secciones sindicales?, ¿el SNTE presentará una propuesta alternativa de reforma educativa?
Estas preguntas pueden pasar a un segundo plano cuando lo que interesa, lo que realmente interesa, son los términos de los acuerdos políticos, las personas pasan a un segundo plano, los objetivos del SNTE en este momento son tres, que de manera oculta pretenden cubrir con el congreso. Dichos objetivos son los siguientes:

1. Cubrirle las espadas a Juan Díaz de la Torre, para que no vaya a la cárcel por el mal uso que hizo del patrimonio sindical.
2. Designar a un nuevo dirigente, más fresco y que no esté tan quemado pero que pueda negociar con el gobierno los nuevos términos y refundar el pacto SEP–SNTE.
3. Aun a pesar del desgaste y la ilegitimidad, tratar de dar la mejor cara a los trabajadores, levantar populistamente demandas económicas y anunciar que la evaluación al desenseño docente ya no se realizará, con la intención de ganar adeptos y tratar de recobrar una buena imagen que nunca ha tenido ante las bases.

Sería bueno que los trabajadores boicotearan e intentaran derribar este circo de cinco pistas en lo que se han convertido los congresos del SNTE. Los congresos del SNTE son espacios en donde no se discute nada con seriedad y en donde también las cosas importantes, ya han sido previamente cocinadas a favor del grupo charro, hoy llamado pomposamente “institucionales”.
No hay nada que disputarle al SNTE en el marco de su circo al que mal le llaman congreso, se trata más bien de construir un sindicalismo alternativo democrático desde abajo con la dinámica propia y con la agenda de los temas de los trabajadores, este congreso tiene otros tiempos, otros ritmos y otra agenda de trabajo. Por lo pronto, el SNTE (en su congreso de febrero) va a cavar lentamente la tumba de su transformación, será algo parecido a la muerte lenta pero anunciada, que mejor beneficia a los gobiernos neoliberales y lastima profundamente a aquellos que mal representan: los trabajadores de la educación.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Marco Romo

    Las experiencias en dos niveles diferentes (básica y el “llamado nivel superior”), pero con el mismo cinismo, comodidad, simulación y completa pasividad.
    La traición a la educación no solo la da la sección 47 del SNTE, la traición también la da la clase trabajadora de la educación, por la simulación, el cinismo, la comodidad y la pasividad que se vive a diario (algunos conscientes y otros inconscientemente y la falta de un pensamiento crítico y no querer enseñarse a pensar críticamente).
    Lo que vivo desde las escuelas que trabajo y algunas otras de oídas por amistades, los que se dicen organizar desde las escuelas para la elección de Delegados, SON trabajadores de la educación metidos en la simulación, en el cinismo, en la comodidad y en la pasividad, esto por un interés de persona o de grupo reducido (las cosas no han cambiado con la llamada reforma educativa).

    La traición de los intereses y demandas de los trabajadores se ha dado y se seguirá dando, ya que nuestra formación (de la gran mayoría) a la crítica es nula o casi nula (lecturas de fuentes confiables e imparciales y las experiencias de vida ahí están, como ahí está el llamado “desarrollo” de México).

    Desde las bases magisteriales que son las escuelas, no entendemos (los profes, esos de a pie) el terrible daño que le hacemos al sindicalismo y a México, por la falta de democratización y de enseñanza crítica.

    Vemos (creo solo algunos) un México en decadencia en todos sus niveles y seguimos en el cinismo, en la simulación, en la comodidad y en la pasividad…

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