Libro único en secundaria

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

El negocio de los libros de texto para los Niños, niñas y adolescentes que asisten a la escuela secundaria, es objeto de deseo de la industria editorial desde siempre.
El nicho de mercado que representa la infancia es también motor didáctico.
Las reformas curriculares son la coyuntura en la que sacan sus cubiertos por el impacto de la modificación de contenidos en la renovación de los textos obligatorios y otros materiales didácticos.
El negocio millonario editorial de magnitudes considerables, en el caso de la educación secundaria, se incrementa geométricamente con la masificación de este nivel educativo en la década de los setentas, en la reforma educativa echeverrista.
Datos recientes ilustran la proporción del negocio y el fondo del debate entre el gobierno federal y el sector privado.
El libro único representa entonces una amenaza para la tradición de la industria privada en la materia.
Se abre otro frente politico-económico entre la izquierda (Dirección de Materiales Educativos, SEP) y la derecha Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) y algunos “apasionados” intelectuales orgánicos.
Victoria Guillén Álvarez, Directora de la Conaliteg, ante pregunta expresa afirmó anteayer en la feria internacional de la lectura de Yucatán que la Comisión sólo produce y distribuye libros, y que con respecto a la convocatoria para el ciclo escolar 2023-2024 su emisión corresponde a la Subsecretaría de Educación Básica, en específico a la Dirección de Materiales Educativos.
En la numeralia compartida se dijo que para el ciclo escolar 2022-2023 se produjeron 28 millones 228 mil 553 libros de las diferentes asignaturas a través de 27 editoriales y de 19 empresas de la industria gráfica y la planta de producción propia en Querétaro.
La necesidad de normar y de recuperar la legalidad y la rectoría “ampliada” del estado en materia de nacionalidad y gratuidad del libro de texto; en materia de conceptos estelares cómo inclusión, interculturalidad crítica y pensamiento crítico entre otros.
Marx Arriaga, Director General de Materiales Educativos, afirma la ilegalidad de los libros de texto para secundaria que están promoviendo las casas editoriales para el siguiente ciclo escolar porque no han pasado ningún filtro como lo indica el Artículo Tercero Constitucional y la Ley General de Educación que otorgan al Estado la facultad de diseño, producción, distribución y evaluación de los materiales educativos.
Informó que en 2022 los editores vendieron al gobierno mexicano 37 millones 200 mil libros para secundaria.
En tanto que la CANIEM, a través de su presidente Hugo Setzer reconoció que esto representa el 37.5% de las ventas del sector privado.
Hugo Setzer menciona que las empresas editoriales privadas destinan 2 mil millones de pesos para producir libros de texto para todos los grados y materias de secundaria, lo que a su vez genera 6 mil puestos de trabajo.
Afirma que el precio promedio por ejemplar de 240 páginas es de 45 pesos por tirajes de entre 5 mil y 250 mil ejemplares, mientras que la utilidad no supera el 7 por ciento.
Cómo el crecimiento de la cobertura en algunos niveles educativos de educación básica, la educación secundaria crece del centro a la periferia, del modelo pedagógico urbano de la pedagogía a la expansión y ausencia de un modelo pedagógico para el entorno rural, del paradigma de la excelencia, mentalidad de clase media urbana a la pertinencia de conocimientos, habilidades y valores para todos, incluyendo el medio rural y los educandos indígenas.
De igual manera la democratización del libro de texto sigue un proceso similar.
¿Cuánto impacta la calidad educativa la diversidad de formas como ahora se usa el libro de texto de secundaria? No existe evidencia empírica contundente al respecto, aunque su progresiva gratuidad iniciada en el Distrito Federal en 1993 ha democratizado su acceso.
Estudiosas del tema del libro de texto en educación primaria como Lorenza Villa Lever (UdeG y UNAM) confrontadora ahora de la postura de la SEP, sostuvo en su momento que el libro de texto es un espacio de lucha ideológica entre dos visiones del proyecto educativo para formar a la niñez mexicana.
Desde la creación misma del CONALITEG se ha acumulado experiencia en la publicación de libros, sobre todo en el tramo de la educación primaria, en niveles educativos cómo preescolar o secundaria las propuestas de materiales educativos incluyendo los libros de texto han sido más limitadas.
Ahora el debate nacional se concentra en torno al libro único para todos los educandos del nivel de educación secundaria en el marco de la Nueva Escuela Mexicana y en la perspectiva de la reforma curricular 2022.
Del rico debate pedagógico que pudiera suscitarse con criterios de comunicabilidad, de comprensión lectora y de respuesta a necesidades e interés de quienes aprenden, el debate se ha desplazado como es recurrente en la historia inmediata, al debate ideológico y sobre todo al impacto económico para la industria editorial que desde el paradigma neoliberal está acostumbrada al libre mercado de sus propuestas.
La formación de los NNA no puede ser monopólica, o los sujetos concebirse como clientes cautivos de intencionalidades con lógica de mercado.
Los autores de libros de texto, las editoriales participantes, activas en la promoción de sus productos, han participado desde hace años en las convocatorias para la selección de libros de texto dirigidos a los educandos de las escuelas públicas cada ciclo escolar.
Han atendido de manera coyuntural algunos procesos de actualización de profesores. Los profesores “Santillana”, “Trillas” “Fernández Editores” son sólo algunos ejemplos.
La oferta de escuelas particulares que tienen siempre una mixtura de proyectos institucionales también son población destino de la oferta y competencia entre editoriales.
Desde la dimensión pedagógica curricular en términos generales, hay una subutilización del libro de texto como mediación pedagógica.
El aprovechamiento escolar derivado de la lectura y realización de actividades establecidas en los libros, a juzgar por algunas experiencias evaluativas no tienen el impacto deseado.
Producir mejores libros para el perfil real del estudiante es una necesidad, tal vez sea tiempo del libro único y de documentar en esta perspectiva el uso real dado en las aulas y la participación misma del profesor en la selección de materiales, el uso en los procesos y el aprendizaje real generado.
Hay una docencia libro centrista cuya eficacia hay que analizar.
Hay campos formativos y ejes articuladores que ya marcan la perspectiva de renovación y los cambios necesarios.
Hay una gratuidad que garantizar.
Presencias, la agenda mínima de saberes necesarios. El libro como dispositivo didáctico imprescindible en algunas asignaturas y campos de conocimiento.
El cuestionamiento de la dictadura y la cosificación del libro como mediación pedagógica universal para todas las asignaturas.
Ausencias de contenidos o currículum nulo, el análisis por realizar en las distintas generaciones de libros de texto para la educación secundaria.
En el marco de Federalismo educativo y de aquellas propuestas de contenidos regionales la necesaria participación de las entidades federativas y la ausente evaluación de la asunción de sus responsabilidades en materia de desarrollo educativo y específicamente en materia de calidad de sus propuestas que fueron atravesadas por protagonismos academicistas e intencionalidades fenicias.
El libro de texto único para secundaria, la perspectiva del próximo ciclo escolar, el debate y el análisis bifronte necesario.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez

    Dr. Rubén, Agradezco la donación de su palabra a través del presente análisis respecto de la temática del libro de texto, artículo que nos provoca como docentes a manifestar nuestra mirada.
    Por lo cuál me planteo las siguientes interrogantes:
    – Sera el texto como dispositivo didáctico la influencia de su uso adoctrinador de los intereses fácticos?
    – Cómo lograr que el libro sea un aporte que se libere del ser instrumento del estado para la reproducción de clases sociales ?
    El libro como instrumento ideológico VS. libro como dispositivo didáctico que genera aprendizajes.
    Muchas gracias ??✌?

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