Leer es tener clase

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

-Leer un libro es la clase que no tuve-. Estas palabras las dijo una extraordinaria amiga y maestra que me guió desde mis primeros pasos docentes. Tan exacta y directa fue la frase que aún la recuerdo y, a ella siempre se lo agradezco porque lo he comprobado a lo largo de la vida.
El hecho de comprender que realmente se aprende de los libros, hace entender la constante insistencia de leer. Hay infinidad de información que no se adquiere en las escuelas, los libros de texto tienen sus determinados propósitos y, efectivamente, nos van a servir mucho y siempre pero también tienen una delimitación. Ahora bien, por sencillo que parezca se puede plantear de manera más simple con una pregunta, ¿a lo largo de la vida tenemos acceso a más libros de texto que a libros de temas variados? La respuesta nos hace comprender la esencia e importancia por lo que se puede leer y aprender de todo lo ya escrito. Sólo se necesita saber el abecedario para percibir que hay más que conocer de lo que ya sabemos respectivamente.
Si le pedimos a un alumno (por ejemplo) de 6º grado de primaria que divida una hoja en dos partes iguales, que una columna diga “en la escuela” y la otra diga “fuera de la escuela” y, anote lo que ha aprendido dentro y fuera del plantel, sé con certeza que se sorprendería de lo mucho que sabe porque se lo dijo alguien, porque lo escuchó de un amigo, porque lo vio en televisión, tal vez porque leyó algo que no estaba en los libros de texto o, simplemente lo sabe a través de las actuales redes sociales virtuales; y pues se podrían mencionar infinidad de canales o situaciones que les lleva a saber lo que ya saben. La escuela (básica) limita su campo a lo que un día serán conocimientos de cultura general y obviamente las bases de la vida activa para insertarse en un campo laboral, sin embargo, es más reducido.
Indiscutiblemente un día se acaba la obligación de asistir a la escuela y entonces a trabajar, muchos dicen, escuela ya no. Ahora queda ser autodidacta porque ya los aprendizajes los va a seleccionar uno y se paga otro “precio” en tiempo, en búsquedas personales, en seleccionar los conceptos porque ahora sé que necesito o qué no necesito para el desempeño de acciones.
Aquí viene la paradoja ¿es fácil leer?, ¿qué le sucede al constante lector?, leer tiene consecuencias, se presentan situaciones difíciles, se ensancha el conocimiento, se prepara para estar continuamente un paso adelante y, definitivamente, tener una visión más amplia y clara de la perspectiva de vida, pero es cuando se debe de reflexionar para decidir.

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

  • Julieta Pérez Fernández y O

    Hoy mire un documental a cerca de la vida de Stephen Kong, es admirable que su actividad continúa fue la lectura, desde muy pequeño adquirió miles de conocimientos que lo llevaron a ser uno de los escritores más leídos en el mundo, en el género que domina y otros más serios como el de la novela de relato. Sus obras se cuentan por cientos y muchas han sido llevadas al cine.

  • Julieta Pérez Fernández y O.

    Errata King, no Kong.

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