Las universidades y lo social ¿relación de compromiso?

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Históricamente se ha considerado que la escuela, en tanto institución a la que se le confiere, pese a lo abstracto que puede ser el término, vida propia, tiene el compromiso social de generar cambios sociales que ayuden al logro de un beneficio común, acción que principalmente es asignada a las Universidades de un país.
Sin embargo, es un hecho que la forma de entender el compromiso social depende directamente de las significaciones particulares que posee cada persona; en ese sentido, la búsqueda del bien común dependerá desde que lugar se piense y entienda el compromiso social.
Así, el enfoque formativo de cada Universidad responde a una postura política e ideológica que dirige y encauza la labor de los y las docentes quienes, en pocas ocasiones o en pocas instituciones, disponen de un margen de acción o autonomía que les permite en las aulas implementar y compartir formas distintas de entender e interpretar la realidad, que pueden contraponerse a los intereses y expectativas de la institución, pero que también podrían convertirse en complementarios o no necesariamente antagónicos.
De esta forma, hoy en día observamos instituciones de nivel superior afines a partidos políticos o a modelos económicos, o bien instituciones que simplemente buscan darle a las y los estudiantes una formación que les permita insertarse en el mundo laboral, sin que se tenga realmente una postura que devele un deseo de transformar la sociedad o buscar el beneficio común. Algunas más, en función de su infraestructura, disponen de medios y recursos para poder realizar innovaciones en diferentes campos y áreas, con perspectivas de generar realmente beneficios sociales, pero que depende más de los y las docentes que se enfocan a desarrollar proyectos con dichos fines.
Esta situación última, junto con otro tipo de proyectos propuestos por actores académicos a título personal, permiten establecer que académicos y académicas , en lo individual o en lo colectivo, que laboran en las Universidades e Instituciones Superiores, quienes concretizan los ideales educativos del nivel, a través de proyectos en los que dotan de elementos autogestivos a comunidades, o realizan propuestas de transformación y cambio de los planes y programas de estudio con un enfoque decolonial o inclusivo, o bien, generan productos y contenidos transmitidos y compartidos por diferentes vías y medios, como puede ser una revista digital, como Educ@rnos por ejemplo.
En la historia podemos encontrar a muchos académicos, a lo largo del mundo, apoyando movimientos, causas, proponiendo alternativas e ideologías para lo social, pero a título personal o en grupos, no abanderando o representando a una Universidad. El compromiso social es, por tanto, concretamente, de las personas, no de las instituciones, ¿o no?

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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