Las tendencias del posgrado y la profesionalización de los actores educativos

 en Andrea Ramírez Barajas

Andrea Ramírez Barajas*

Desde hace algunas semanas hemos iniciado un debate en torno al posgrado en educación de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) y a las contribuciones en la profesionalización de los agentes educativos (docentes, directivos, asesores técnicos, etcétera). Al debate le han entrado colegas que han vivido desde adentro el proceso del mismo en distintos niveles y épocas distintas (el momento del auge, del reflujo, del estancamiento y hoy, del franco deterioro).
El posgrado en educación tiene su razón de ser a partir de una racionalidad académica basada en el compromiso intelectual y el fomento del pensamiento crítico, no sólo por aprender mejor sino también por aprender a enseñar mejor, tal como lo decían los representantes de la escuela británica (Elliot, Stenhouse, Kemmis, etcétera).
Desde la esfera gubernamental no saben qué hacer con el problema que ellos mismos han generado y que cada vez se hace más grande, Han reducido o cancelado la matrícula en algunas instituciones (CIPS, ISIDM, MEIPE); y, por otra parte. han condicionado la apertura de nuevos programas siempre y cuando se alineen a las reglas del Servicio Profesional Docente (SPD).
Los funcionarios de la SEJ no han hecho explícita su postura en este tema, todo se resuelve con el método de la grilla barata, de radio pasillo o a partir de negociaciones en lo oscurito acerca del futuro del posgrado en nuestro estado. Pareciera, por momentos, que no les interesa o que el problema los está rebasando y los tiempos de la decisión ya no son los correctos.
Resulta paradójico, por otro lado, que siendo esta ciudad la cuna de la llamada Red de Posgrados en educación, cuya presencia nacional cada vez se ve más consolidada por los posgrados locales, se torne en un elemento vulnerable.
Por otro lado, está el asunto de la profesionalización, este gobierno le ha apostado por una vía light de la profesionalización docente a través de cursos breves, talleres y diplomados, todo bajo un esquema global de simulación que tiene su sede central en las oficinas del SPD (capítulo Jalisco).
Insisto, aunque parezca terca o reiterativa, lo que está en el fondo es la concepción de formar para a educación, ¿cuál es la mejor ruta, el mejor itinerario y cuáles son los beneficios a que aspiramos y qué se puede obtener con todo ello?. Y en este campo, la mejor ruta no es la más corta, ni la más barata. No por viajar en súper carreta se llega de mejor manera a la profesionalización educativa.
En el fondo se esconde la falta de visión y de intelectualidad, en lugar de ello le apuestan al ahorro de dos casas de renta y el pago de seis puestos directivos, (esta Secretaría y las que le precedieron siempre se caracterizaron por ahorrar donde había que gastar y gastaban donde deberían ahorrar, así de paradójico, la frivolidad a flor de piel), hace falta (en el seno de la SEJ) alguien que piense y que les ayude a pensar lo impensado a los que la dirigen, y eso no es tarea fácil, ni con tres posgrados es posible. Es por ello que prefieren apostarle a la simulación y las mediocridades institucionales. “En esta sociedad de ciegos, el tuerto es rey o… ministro de educación cuando menos”.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Manolo

    Tuertos por conveniencia y ciegos por vanidad. Con esa mezcla indigesta y el tiempo encima le apuestan todos desde la cabeza del sector hasta las direcciones delincuenciales a esperar para ver si ya se pasó de Maduro el problema del posgrado quien quita se pudren solos y se termina de caer. Las burocracias docentes que son mayoría frente a los docentes investigadores que son minoría tampoco tienen ni idea. Solo ocurrencias. Y como vaticinó una colega. Cuando llegan a la dirección quieren cambiarlo todo pero cuando les cae encima la realidad solo cambian los escritorios de lugar. No tienen luces para más ya que fueron elegidas por dedazo disfrazado de concurso de oposición Ese fue su pecado original

  • Andrea

    Así es Manolo, me gusta eso que dices que solo cambian de lugar los escritorios, es el resumen de la realidad de los funcionarios educativos.

  • migel bazdresch

    El texto pone las banderillas en el morro del toro. También en estos espacios se ha criticado a fondo la formación en licenciaturas de las normales. Y también el servicio profesional que no lo es y está elaborado sin pies y menos cabeza. ¿No será que en fondo una instacia de la adminstración cómo lo es la SEP y la SEJ no esta hecha, ni pensada, para formar, capaita y actualizar? Esta diseñada para administrar el servicio educativo. Y lo que hoy hace la normal y el posgrado lo diseñaba el Consejo nacional técnico de la educación y en muchas etapas lo hixzo con participación de profesores y estudiantes. Hoy (hace 3 o 4 sexenios) duerme en su tumba no declarada, muerto por causa de la grilla ncional educativa. No hay modo que un adminstrador público entienda de formación, aunque entienda como gestionarlo una vez elaborado por quienes pueden con base en concimiento. Formación en todos los grados y actualización del todo necesara de profesores y persoal educador podría ser eficaz, pertinente y de alta calidad si se omite la intervención de quienes piensan en admistrativo, efectos colaterales en su poder y atender la grila. Y es clave que sea el profesor, el director, el supervisor y otros los que decidan qué, cuándo, cómo y con quien formarse, actualizarse y capacitarse, claro con el apoyo del Estado, no del gobierno.

  • Marco Romo

    Esa ha sido nuestra formación, ser ciegos y sordos; hago como que no veo y también como que no escucho.
    No tengas un pensamiento crítico, cree todo lo que te dicen, no lo pienses críticamente y no aprendas a pensar críticamente y conviértete en […]
    Esa ha sido nuestra formación o deformación.
    La clase magisterial (profesores – catedráticos – maestros – etc., como le quieran llamar) No podemos ser ajenos a las políticas públicas educativas. Pero mira, en estos debates en torno al posgrado; poco o nada sea visto la participación de los que son o fueron directivos de un posgrado; poco o nada sea visto la participación de los catedráticos que imparten e impartían un posgrado en las instituciones que tu mencionas y otras; poco o nada sea visto la participación de los que tienen un grado académico; poco o nada sea visto la participación de los estudiantes de un posgrado; si la participación de los mencionados ha sido poco o nada ¿Qué podemos esperar de los actores educativos, que no han tomado ni piensan tomar un posgrado?

  • Miguel Ángel Pérez

    Coincido con Manolo y con el Dr. Miguel Bazdresch. El problema entonces reside en cómo revertir esta situación, cómo darle un curso diferente a las cosas. Después de cambiar de lugar el escritorio y que la oficina se vea mas bonita habría que hacer muchas más cosas, el problema es que o no saben o no quieren. En el fondo se deja ver el color grisaceo de esta tendencia, a darle un mal tratamiento a los asuntos públicos de la educación. Habría que construir mejores escenarios y eso nos toca a nosotros.

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar