Las escuelas Normales, lo que se viene… o lo que se fue…

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

El 22 de febrero pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Acuerdo (sin número) que expide las Normas para el ingreso, promoción y otorgamiento de estímulos del personal académico en las escuelas Normales y demás para la formación de maestros de educación básica.
Desde la fundación de la Escuela Normal Veracruzana en 1886 por Enrique Laubsher y Enrique C. Rébsamen, hace casi 132 años, se han dado múltiples reformas y cambios estructurales a la educación Normal, unas para bien y otras para mal (por desgracia más de las últimas). La vida actual y sobrevivencia de las Normales está en picada, sobre todo porque las aspiraciones de sus egresados fueron devaluadas gracias a que el perfil profesional para el ingreso al Servicio Profesional Docente se modificó y alentó la llegada de otros profesionistas egresados de carreras universitarias no docentes y de educación superior. Las escuelas Normales entraron en crisis a partir de la llegada de los gobiernos neoliberales en México, tan solo en lo que va de la reforma educativa de Peña Nieto, las solicitudes para el ingreso disminuyeron en un 50%, en el ciclo escolar 2012-2013 solicitaron ingresar 101 mil 367 y para el ciclo 2015-2016 tan solo 49 mil 859, amén del reciente 2018-2019 en puerta.
Llama poderosamente la atención (aunque no me sorprende) que en estos tiempos aparezca un acuerdo de esta naturaleza, sobre todo porque las normas vigentes se practican de acuerdo a intereses muy particulares de cada escuela Normal y su cultura, en algunos casos se han constituido auténticos cotos de poder de una familia o un grupo político de naturaleza sindical, en otros simple y sencillamente no hay gobierno y, en los menos la dinámica es de altas lealtades con la educación y los procesos de formación docente.
El tema en Jalisco es todo un caso, existen 11 escuelas Normales públicas (7 estatales y 4 federales), en las federales hay maestros de medio tiempo y tiempo completo (20 y 40 horas), a su vez reciben estímulos económicos de acuerdo a una evaluación del desempeño, entre otras cosas. No así en las escuelas Normales estatales (aquí no existe el pago de estímulos y uno que otro beneficio), ya que lo mismo hay profesores con nombramientos de una o dos horas que otros con 48 horas.
En dicho Acuerdo se propone una clasificación del personal académico, algo totalmente novedoso, son cinco categorías y dos características (de carrera y de asignatura):

1. Profesor de Enseñanza Superior e Investigador en el Sistema de Educación Normal;
2. Profesor de Enseñanza Superior en el Sistema de Educación Normal;
3. Profesor de Asignatura de Educación Normal;
4. Técnico Docente de Enseñanza Superior;
5. Técnico Docente de Asignatura.

De igual manera son clasificados:

a) De tiempo completo, con 40 horas-semana-mes;
b) De tres cuartos de tiempo, con 30 horas-semana-mes,
c) De medio tiempo, con 20 horas-semana-mes.
d) El Personal Académico de asignatura será el que cuente con un nombramiento de 1 hasta 19 horas-semana-mes.

Con categorías de:

• Asociado “A”;
• Asociado “B”;
• Asociado “C”;
• Titular “A”;
• Titular “B”,
• Titular “C”.

Obviamente que este Acuerdo aplica para el personal de nuevo ingreso, sin embargo, hay dudas latentes acerca de lo que sucederá con el personal académico que actualmente forma parte de las escuelas Normales, ante esta realidad inminente me pregunto:

a) En el caso de las escuelas Normales estatales de Jalisco ¿cómo se hará dicha clasificación?, ya que las cargas horarias actuales se asemejan más al personal de asignatura que al de carrera.
b) ¿Qué sucederá con los criterios salariales?, debido a que actualmente la categoría de Asociado “A” cobra por hora menos que se le paga a un maestro de educación básica ($173.8 la hora en la categoría de Asociado A, contra $192.6 por hora en la plaza inicial de educación básica).
c) ¿Por qué se sigue insistiendo que las promociones, que si bien se harán año con año, dependen del recurso que se disponga (como pueda que haya, como pueda que no).
d) La joya de la corona lo representa el Profesor de Enseñanza Superior e Investigador en el Sistema de Educación Normal, quien, para tener dicho nombramiento deberá realizar obligatoriamente todo lo que hacen las demás categorías en el terreno de la docencia, la asesoría, etcétera, además de investigar y publicar artículos en revistas arbitradas que acrediten la trascencencia y alta calidad de sus contribuciones a la docencia y a la investigación, pregunto: ¿con cuántas revistas arbitradas cuentan actualmente las escuelas Normales en el país, la propia SEP y las diferentes secretarías de los estados?

Sin duda, lo que suceda de aquí a que inicie el ciclo escolar 2018-2019, cuando se ponga en práctica dicho acuerdo, se debatirá bastante acerca de cómo se categorizará al personal académico existente y con qué condiciones realmente ingresarán los profesores que se integren a las escuelas Normales por concurso, mientras sucede una cosa u otra, analicemos a profundidad el acuerdo y veamos si realmente es lo que esperabamos para mejorar la calidad de la formación de profesores de educación básica desde la escuela Normal, al tiempo.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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