Las emociones llegan a la escuela

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

En un bello libro titulado “La afectividad colectiva” de Pablo Fernández Christieb (Anthropos, 2000), dicho autor es el padre de la psicología social en nuestro país. Este autor reconoce que existen situaciones como el amor, la amistad, la tristeza, la soledad entre muchos otros y que los sujetos las saben, pero dichos sentimientos son sólo palabras, es decir, nadie puede hablar de los sentimientos como cosas. “Sentir no es lo que uno piensa, eso es pensar”.
El fenómeno de la pandemia que vivimos recientemente se convirtió en un fenómeno planetario que contribuyó en aflorar el mundo de las emociones hasta su máxima expresión. El confinamiento, la soledad y el quedar en casa agudizó la confrontación de muchos sujetos consigo mismo, además el tener las clases en entorno virtual obligó a que los sujetos estuvieran de frente ante un procesador sin sujetos, sin abrazos, sin vínculos directos, este hecho contribuyó a que se pensara en las emociones a profundidad.
Como parte de la reforma educativa del año 2016 y 2017 el gobierno de Enrique Peña acuñó al final la asignatura de Desarrollo Socio Emocional (DSE) como una estrategia educativa para abordar las emociones o el desarrollo socioemocional al interior de las escuelas. En ello se acuñaron algunos contenidos pensados en favorecer todo ello. El problema reside aquí en la esquematización a que se ha reducido el desarrollo socioemocional.
Y entonces tenemos que, ante todo ello, las emociones han llegado a las escuelas, el problema es que no tienen lugar en donde alojarse, ni en los sujetos porque incomodan, ni en el entorno escolar por ya está sobradamente habitado y mucho menos con el personal directivo que está sobradamente ocupado en tareas administrativas. Entonces la pregunta obligada es: ¿cuál es el lugar de las emociones al interior de los centros educativos? Las emociones de los sujetos y de las colectividades son de esos fenómenos complejos que no tienen lugar, o cuando menos no tienen un lugar fijo, pero si muchos espacios en donde alojarse.
En términos curriculares a las emociones se les define bajo tres perspectivas:

a) Retomando las ideas de Daniel Goleman de la inteligencia emocional.
b) Este asunto nuevo que se llama desarrollo socioemocional a partir de las aportaciones de Rafael Bisquerra.
c) Es realmente una hibridación a partir de abordar el asunto de las emociones en la escuela (asunto novedoso) y reconocer que los sujetos escolares asisten a la misma equipados por una carga emocional determinada.

El abordaje de las emociones en las escuelas es un asunto novedoso, estoy triste, molesto, enojado, contento, con miedo; ello tiene en el fondo un significado social, las emociones sin su contexto y sin las valoraciones de las complicaciones educativas de las mismas no tiene sentido.
Los dilemas son: educar las emociones, educar con emociones, educar sin las emociones, educar para las emociones. Para usted docente, ¿qué le refieren las emociones de los sujetos al interior de su escuela y de su aula de clase?

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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