La violencia escolar sin control

Jaime Navarro Saras*

Con los hechos sucedidos la semana pasada acerca del fallecimiento de Norma Lizbeth Ramos Pérez, estudiante de la Escuela Secundaria 518 Anexa a la Normal de Teotihuacán en el Estado de México, el tema de la violencia en las escuelas toma relevancia de nuevo, y no es que ese hecho sea el único que sucedió ese día, la violencia en las escuelas es un fenómeno que sucede todos los días y no hay manera de controlarlo y mucho menos erradicarlo de los planteles escolares.
Derivado del fallecimiento, el cual sucedió el día 13 de marzo, y a decir del parte médico, éste tuvo que ver con las consecuencias del pleito entre Norma Lizbeth y otra estudiante, ambas de 14 años, afuera de la escuela sucedido el 21 de febrero, posterior al lamentable fallecimiento, familiares y vecinos de Norma Lizbeth realizaron una marcha y una protesta en las calles y la escuela, con lo cual, la directora del plantel fue destituida y la niña agresora detenida por las autoridades judiciales mientras continúan las investigaciones para esclarecer el caso y aplicar la ley en contra de quien o quienes resulten responsables.
Este hecho pone de nuevo a las escuelas, los directivos y a los maestros contra las cuerdas, hasta ahora las culpas de este caso apuntan sólo hacia la comunidad escolar, independientemente de que ésta haya actuado tal como lo establece el Acuerdo de Convivencia Escolar, en el caso de Jalisco los Protocolos de seguridad, sin embargo, por lo dicho y lo declarado, hay lagunas y vacíos no señalados o no atendidos en su momento por autoridad o familia, veamos por partes:

• Se habla de que Norma Lizbeth sufría de bullying constante y como una forma desesperada de acabar con ello decide pelear con la otra niña (no se dice si la del bullying era esta niña u otros), (tampoco se dice si hay algún expediente o seguimiento del caso).
• El pleito fue afuera de la escuela, a 50 metros de distancia (no está claro cual es la responsabilidad de la escuela si los actos de violencia son afuera de ésta, toda vez que la escuela sólo custodia la entrada y no los alrededores del espacio escolar, para eso está la sociedad de padres de familia y las propias autoridades municipales, encargadas y responsables de custodiar las calles).
• Durante el video que dura 26 segundos (grabado por alguno de los testigos, no sabemos si fue algún estudiante, adulto o vecino) se escuchan voces de niños y niñas que asusan a la agresora a que golpeé ciertas partes del cuerpo (¿cuál es entonces, la responsabilidad de los testigos en lo sucedido con Norma Lizbeth?).
• Posterior a ello, las alumnas son llevadas a la escuela y la directora actuó de acuerdo al Protocolo, (citó a los padres, suspendió a ambas niñas en un periodo de reflexión del 22 de febrero al 21 de marzo, con lo cual se les permite tener trabajo a distancia y presentar exámenes, acuerdan el pago de las curaciones por parte de la familia de la niña agresora y la directora informa a la supervisión escolar), la pregunta obligada es ¿por qué se destituye a la directora si ella siguió el Protocolo establecido? ¿Qué tipo de seguimiento médico se realizó con Norma Lizbeth desde el 21 de febrero hasta el día 13 de marzo (20 días)?
• Finalmente, y posterior a una marcha y protesta por familiares, vecinos y conocidos de Norma Lizbeth, la directora Elizabeth Hernández Rosales es destituida, también se cambiará la planta docente y es detenida la niña agresora (¿qué pasará con aquellos que grabaron el pleito, asusaron la agresión y no hicieron nada por detener el pleito y mucho menos quitarle la piedra con que fue agredida Norma Lizbeth?)

Cada que suceden este tipo de hechos lamentables volvemos a lo mismo, de que es necesario pensar en una iniciativa integral que atienda la violencia escolar, no sólo lo que hacen o dejan de hacer maestros y directivos, sino también la familia, la sociedad y las diferentes autoridades de gobierno.
Qué hacer con la apología de la violencia que se difunde y genera desde los medios de comunicación y las redes sociales, tenemos un sistema de noticias donde la mayoría de sus contenidos dan cuenta del número de muertos y desaparecidos como si fuera un deporte, qué decir de programas, series y películas donde la violencia es el centro de todo, personajes como Silvester Stalone, Bruce Willis, Arnold Schwarzenneger, Keaunu Reeves, Jason Statham, Mel Gibson, Jean Reno, Johnny Depp, Angelina Jolie, Tom Cruise, Charlize Theron, Al Pacino, Robert de Niro, Denzel Washington, Milla Jovovich, Gal Gadot, Anne Pirillaud, Joaquín Cosío, Damián Alcázar y demás, han matado juntos en el cine a más personas que los fallecidos en la primera y segunda guerra mundial y son los héroes de propios y extraños.
Totalmente justificadas y entendidas las demandas de los familiares a las autoridades al decir que:

• “Vengo a exigir justicia por mi hermana, a quien le arrebataron la vida, y por el pueblo en general de San Juan Teotihuacan. Queremos más seguridad en los planteles y que capaciten más a los profesores acerca del bullying y de los valores”.
• Demandó que los profesores “estén al pendiente de sus alumnos; quiero que se haga justicia. Sí hubo negligencia de las autoridades educativas. No hicieron lo necesario para evitar lo de mi hermana”.

En el mismo sentido, acciones similares habría que solicitarles a las familias y a la sociedad en general para que no vuelvan a pasar cosas como las que le sucedieron a Norma Lizbeth y a su agresora, ya que, lamentablemente, no sólo falleció una y la otra fue aprendida por las autoridades, ambas familias perderán la tranquilidad y habrá secuelas y consecuencias, porque el hecho dejará marcadas de por vida a todos los participantes ya que ese tipo de situaciones no se puede olvidar y recuperar fácilmente.

Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com