¿La tecnología es el camino? Un riesgo aún evitable
Marco Antonio González Villa*
Lejos, aún, de escenarios distópicos o apocalípticos, estamos viviendo un tiempo en el que la inteligencia artificial además de generar fascinación y sorpresa, no se puede evitar pensar en los estragos que puede provocar a nivel social, tanto en el sector laboral con la posibilidad de perderse muchos empleos, el artístico que nos quitará de contemplar y apreciar las obras creadas por personas virtuosas, así como el educativo, al poder simplificar, incluso eliminar, una gran cantidad y diversidad de procesos, no sólo manuales, sino también, lamentablemente, psicológicos y cognitivos.
En los primeros niveles educativos no se advierte dificultad o complicación alguna en su uso e implementación, al contrario, sigue siendo una fuente inagotable de recursos auditivos y visuales que favorecen el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, conforme van avanzando en su proceso educativo formativo, se hace necesario que desarrolle y consolide diferentes habilidades indispensables para su vida profesional futura, así como para favorecer una perspectiva más amplia en la forma de entender, enfrentar y transformar el mundo.
En este sentido, el desarrollo del compromiso, la responsabilidad, la reflexión, el análisis, la síntesis y la capacidad de redactar, son herramientas que todo y toda estudiante de medio superior y superior debe poseer. Por eso es preocupante encontrar ciertos programas y aplicaciones que van en sentido contrario a esta necesidad formativa.
De esta manera, ahora las y los estudiantes pueden buscar resúmenes u obtener las ideas principales de artículos, capítulos o libros sin tener la necesidad de leer un material propuesto por sus docentes, la misma posibilidad aplica con videos de YouTube; pueden también “elaborar” ensayos o escritos solamente a través de manejar ciertos comandos que les permiten obtener un texto totalmente original, inédito, que pueden presentar como si fuera suyo. Tampoco es necesario ya preocuparse por las citas o referencias que se emplearon o deben emplearse al realizar un texto, hay aplicaciones que pueden realizar la búsqueda de material y proporcionar al mismo tiempo la forma de referirlo. Encontramos también aplicaciones que permiten resolver problemas matemáticos, con la ventaja de obtener también todo el proceso, lo cual sólo haría necesaria su transcripción. La vida estudiantil se ha simplificado y facilitado, en detrimento de su maduración y desarrollo.
Tal vez sea necesario volver a lo básico o tomar medidas simples que eviten el uso de este tipo de aplicaciones. Así, por ejemplo, solicitar trabajos realizados a mano, aplicar inteligencia artificial solamente en el tiempo de trabajo en el salón de clases, evitando dejar tareas, fomentando la resolución de ejercicios y/o la redacción de escritos en el aula, son opciones que parecen viables, incluso necesarias. ¿Alguien imagina un texto de Educ@rnos realizado por inteligencia artificial? Sería un ejercicio interesante ¿no?
*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx