La silla vacía

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Hace poco más de 15 años nombraron directora en una de las 11 escuelas Normales de Jalisco a una estimada amiga, al paso de los días la saludé en su oficina, la cual estaba organizándose en cuanto al acomodo, rediseño y los bastos floreros que la caracterizaron, mientras platicábamos la veía incómoda detrás de su escritorio y me hizo el comentario de que no le gustaba la silla, lo primero que se me ocurrió fue preguntarle –¿te queda grande?–, rio con nerviosismo y luego vino el reclamo, –¿qué quieres decir?–, luego reímos juntos, pero la silla se quedó y creo que todavía sigue allí.
Esta anécdota suelo contarla cuando llega un nuevo responsable a los diferentes ámbitos de gobierno, sobre todo porque la mayoría de personajes se instala en los mismos espacios que sus antecesores, ocasionalmente reacomodan las cosas, pintan de otros colores los muros, modifican los protocolos y las prácticas de recepción o, en casos excepcionales, tiran abajo todo y cambian diseño, mobiliario y el personal cercano.
Casi siempre se hacen ejercicios comparativos de las gestiones, por lo regular, en los imaginarios colectivos y en las opiniones de propios y extraños las autoridades que les precedieron resultan mejores que los que acaban de llegar, claro, salvo muy honrosas excepciones. Dichas opiniones solo se centran en las visiones y puntos de vista del grueso de los trabajadores, ya que, al no haber estudios o investigaciones serias de los procesos institucionales, los referentes suelen ser demasiados subjetivos.
En estos contextos, las quejas generalizadas contra los funcionarios y su equipo se centran en el conocimiento o desconocimiento de las cosas, en su don de gentes, el autoritarismo practicado y la corrupción, así como el infaltable amiguismo, favoritismo y compadrazgo propios de los ámbitos educativos jaliscienses.
Lo mucho o poco que hacen las autoridades es divulgado a través de los diferentes canales de comunicación, principalmente Facebook y Twitter, pareciera ser que una vez instalados en los mandos se generan brechas profundas caracterizadas por la ceguera y la sordera. Los proyectos educativos en voz de los funcionarios no logran trascender más allá de los discursos hacia la comunidad educativa, para nadie es extraño que hay dos, tres o más mundos en las prácticas educativas de las escuelas, uno de ellos (el de las autoridades) casi nunca logra empatar con el que viven, piensan y visualizan los profesores día con día.
Ha pasado más de un año que llegaron al gobierno las nuevas autoridades, tanto las federales como las estatales y todavía no logran ponerse de acuerdo sobre lo que se quiere para las escuelas de Jalisco, el problema no es si se llama Recrea o Nueva Escuela Mexicana, el problema es que no se sabe para dónde se quiere ir, tenemos un par de secretarios de educación (Juan Carlos Flores Miramontes y Esteban Moctezuma Barragán) que su trabajo más reciente fue haber trabajado para la iniciativa privada, uno para la Universidad Panamericana y el otro para Fundación Azteca, ambas instituciones demasiado lejos de lo que implica una instancia pública y más aun de la educación que imparte el Estado.
Uno de los puntos de cuestionamiento para Aurelio Nuño y equipo, era el escaso o nulo gis en las manos y el poco polvo en los zapatos (en referencia a algunas de las características de los maestros rurales de escuelas públicas), situación que es muy similar tanto para Flores Miramontes y Moctezuma Barragán, y para muestras muchos botones (entre otros Recrea Academy y los diplomados para supervisores, directores y ATP en universidades privadas).
De Juan Carlos Flores Miramontes se han dicho muchas cosas, pero lo que más ha pesado es su falta de sensibilidad para resolver los adeudos con los maestros, contrario a ello ha preferido hacer gastos innecesarios en sus eventos faraónicos (que poco le han dejado al magisterio) en lugar de pagar las deudas con los maestros. El asunto no es si es buena persona, que de seguro lo es, por lo poco que lo conozco se nota que tiene las mejores intenciones para mejorar la educación en Jalisco, pero lo que le falla son las lecturas que le presentan sus asesores que, o no saben o desconocen lo que significa una escuela pública y sus necesidades reales.
Quienes estamos en educación desde hace por lo menos 40 años, hemos visto de todo, lo mismo gestiones con mentalidad priista que panista y ahora emecista (aunque en el fondo es panista), muchos creímos que con Francisco Ayón ya habíamos tocado fondo, pero al parecer no es así, y no sabemos si ha sido por la inercia con la que venía la educación jalisciense a la baja. Hoy en día hay mucha desilusión entre los maestros de Jalisco, veníamos de tener una silla que quedó vacía por seis años debido a que Ayón no dio la talla (y no tanto por su corpulencia, sino por sus intereses personales) y, al parecer seguiremos un tiempo más así porque la silla no logra llenarse del todo con la actual gestión.
Se insiste entre pasillos que la actual realidad educativa obligará al gobierno del estado a girar el volante y ver otras posibilidades para sacar adelante el estado crítico de la educación actual, urge un mando único en la SEJ y no el choque de trenes cotidianos de la administración que tiene estancados los procesos educativos que se requieren para la mejora educativa, ¿de qué depende?, principalmente de la voluntad, sensibilidad y las lecturas correctas de la realidad educativa de Jalisco, ¿es posible?, ¡sepa Dios!, lo cierto es que ya no queremos la silla vacía…

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

  • Jose

    Este fenómeno educativo en definitivo tiene muchos Aristas….un círculo que por más que busquemos no le encontraremos cuadratura. Coincido en que falta sensibilidad hacia la Educación y sus agentes educativos. Tanto los componentes cómo los constitutivos de la práctica educativa necesitan ser revisados. Pero con una gran y minuciosa pasión. Falta vocación!! Falta empaparse con los elementos que salen de sus mismos escritorios….los perfiles, parámetros e indicadores docentes.

    • revistaeducarnos

      Si es muy amplio José, no es nada simple y por lo tanto requiere mucho trabajo…

  • Manuel Treviño Villasana.

    Cuanta verdad y razón amigo Jaime, lo verdaderamente triste y lamentable es que equivocaese en las tareas educativas, lleva consigo un retraso brutal en el desarrollo de la entidad.

    • revistaeducarnos

      Lamentablemente así es estimado Manuel

  • Irma

    Excelente recordatorio, “¡Ya, pónganse de acuerdo!
    Gracias maestro Jaime.

    • revistaeducarnos

      Muy necesario Bertha…

  • Marco Romo

    La silla vacía, ¿En dónde? ¿En Jalisco? ¡Es broma!
    No me digas que el poderoso Francisco Ayón exsecretario de educación, exdirector de la comisión del agua y expresidente del consejo de administración del IPEJAL, NO LLENABA LA SILLA Y si no llenaba la silla, seguro estoy ¡SI LLENO SUS BOLSILLOS! pues con sus plazas de maistro (maistro, maistro…) de primaria no titulado y prefectura (Hasta aprox. 2009) que nunca lleno la silla (Ya que fue un aviador)…
    No me digas que la gran mayoría de directivos, supervisores y en su caso jefes de sector en este sexenio y ANTERIORES LLENAN Y LLENARON LA SILLA…
    No me digas que el secretario actual y exsecretarios generales seccionales y sus comités (en su mayoría) de la sección 47 del SNTE, LLENA Y LLENARON LA SILLA…
    No me digas que los secretarios y exsecretarios delegacionales de la sección 47 del SNTE, LLENAN Y LLENARON LA SILLA…
    No me digas que las sociedades de padres de familia en las escuelas llenan la silla…
    No me digas que solo el Secretario de Educación EN LA SECRETARIA, NO LLENAN LA SILLA…
    No me digas que el poder legislativo en Jalisco, llena la silla…
    No me digas que el poder judicial en Jalisco, llena la silla…
    No me digas que nosotros como sociedad civil llenamos la silla…
    No me digas que las llamadas feministas llenan la silla…
    No me digas que el gobernador de Jalisco llena la silla…

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