La siguiente revolución educativa, ¿está a la vuelta de la esquina?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Toda revolución educativa nos dice Thomas Kuhn, es un estado de profundos cambios, en el momento en que un nuevo paradigma (modelo de investigación) disputa y desplaza al viejo paradigma, cuyas tesis y propuestas de generación y validación de conocimientos se han agotado. De esta manera, las llamadas ciencias exactas o ciencias duras a diferencia de las ciencias sociales y las humanidades son más dinámicas en cuanto a los cambios de paradigma debido a una cuestión elemental, los seres humanos no están implicados en los distintos objetos de estudio, como si lo estamos en las ciencias sociales. En ciencias tenemos a la revolución coperniqueana y la teoría de la relatividad de Albert Einstein, como verdaderos cambios de paradigma.
En educación los cambios y la disputa paradigmática camina más lento, debido al carácter fáctico de las ciencias de la educación y a la resistencia de los propios actores que se encargan de hacer educación y de ciencia con la educación.
La ultima revolución de las ciencias pedagógicas puede decirse que fue con el arribo de la llamada Escuela Nueva (finales del siglo XIX e inicios del XX), que modificó radicalmente el foco de atención de la tarea educativa y pasó de una mirada docentrista y docencrática a una mirada paidocéntrica. Esto no fue poca cosa, resultó que al final de dicho cambio lo importante no eran los docentes y su tarea de enseñanza, sino las niñas y niños y el proceso, junto con las dificultades para aprender.
El siglo XXI arriba a la palestra del desarrollo de la humanidad, con infinidad de cambios y transformaciones estructurales de la gran revolución educativa pasamos a diversas pero pequeñas revoluciones pedagógicas (la inclusión en el uso de las tecnologías, junto a los fines y las prácticas pedagógicas basadas en entornos virtuales.
El contexto de pandemia del cual comenzamos a salir, sirvió entre otras muchas cosas, para acelerar la construcción de una alternativa diversificada por educar. La tarea educativa ya no se reduce sólo a asistir a la escuela y estar frente a un docente. Ahora ya es posible estar en casa, conectarse con uno o varios aparatos electrónicos, subir o enviar trabajos a una plataforma digital, grabar las sesiones de clase y regresar a ellas para reforzar los aprendizajes, etcétera.
La nueva revolución educativa ahora está pensada acerca del cómo abrir un abanico más o menos amplio de posibilidades educativas, en ello han cambiado los roles de ser docente, ser alumnos y también el de la institución escolar. De esta manera, la tarea educativa debe concebirse como un ejercicio en comunidad en donde todos y todas enseñamos a la vez que todas y todos aprendemos. Con ello también se modifican el uso de los libros de texto y los materiales de apoyo. Educar entonces, bajo estas nuevas miradas posmodernas, se traduce en diversificar la oferta y atender las diversas formas en la demanda. Ello, es obvio decirlo, hará más compleja la tarea de educar ya que no será posible normalizar las prácticas, ni tampoco estandarizar formas sedimentadas de hacer educación, aquí es en donde reside el núcleo de esta revolución educativa que va iniciando.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • Blanca Antonia Castillón Ríos

    Felicidades Dr. excelente análisis, la Nueva Escuela Mexicana tendrá el gran reto de incorporar todos los elementos mencionados tan atinadamente por usted que junto con la voluntad política refleje el avance educativo y social que tanta falta hace a nuestro país

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