La promoción horizontal y sus verticalidades o los parches cuadrados del USICAMM

 en Moisés Aguayo

José Moisés Aguayo Álvarez*

A pocas semanas de que se haya lanzado la convocatoria en el estado de Jalisco, para el registro al proceso de selección para la promoción horizontal con incentivos, la colección de incidencias desafortunadas va gestando ya en los docentes del estado interesados en participar, la sensación del ingreso a un panorama de desolación institucional. Todo parece indicar que la revalorización prometida por la Cuarta Transformación tiene sus costes a la hora de operar sobre la realidad y que los satélites estatales del órgano correspondiente (la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros), al no tener margen de decisión, se limitarán a parchar las vicisitudes del futuro próximo, ahora que la administración del proceso se les vino prácticamente encima.
A continuación, a vuelo de pájaro, algunas de estas incidencias desafortunadas:
Por un lado, el terrible periodo del pre-registro al proceso de selección, que mantuvo a miles de profesores de todo el país, incluyendo a los locales, literalmente comiéndose las uñas ante las evidentes fallas del sistema, ante la poca capacidad de procesamiento de los datos, ante la cancelación de la plataforma durante dos valiosos días y ante la pobre y lenta respuesta de USICAMM. Esto devino en la organización espontánea de grupos virtuales de acompañamiento entre pares, en donde, entre desinformación, sugerencias contradictorias y algo de caos, por fin fue posible, por un lado, encontrar las válvulas de escape para verter sus inconformidades, y por otro, el acompañamiento y la asesoría técnica que no les fueron brindados por las entidades legalmente instituidas para ese fin. En este caso, el parche más notable que USICAMM instaló para la continuidad del proceso, fue avisar de la suspensión temporal de la plataforma, para mantenimiento y tratamiento de los datos primero por horas, luego por días.
Mención aparte merece la posición de este aparente retorno a la burocracia gratuita y centralizada que sólo evidencia lo anquilosado del sistema educativo y el desfase de las lógicas de una entidad central que desconfía de sus propios registros: esto, en los albores de las computadoras cuánticas. Aquí me refiero a la visible inoperancia de la producción masiva de constancias de servicios, que se emiten desde terminales de la Secretaría de Educación y que deben ser dirigidas a un organismo paralelo y autónomo que fue incapaz de vislumbrar con la debida anticipación (a partir del decreto presidencial 30/09/2019 por el que se expide la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros), la vía eficiente y eficaz para coordinarse con las secretarías de educación de cada una de las entidades federativas, para validar la información laboral de los trabajadores de la educación. Esto lo consigna con bastante humor el famoso meme de los tres “hombres araña” apuntándose uno al otro, con la leyenda: “La SEP pidiéndote documentos que expide la SEP para demostrarle a la SEP que trabajas en la SEP”. Aquí no hubo parche posible, al trabajador sólo le restó gestionar sus documentos y ajustarse a las agendas de las instancias responsables de su emisión.
En otra arista que enmarca la complejidad que enfrentará el magisterio a lo largo de este proceso, se suma, especialmente en Jalisco, la condición excepcional de contar con las orientaciones para las sesiones de Consejos Técnicos bajo un esquema de formación y reflexión sobre la práctica, que es alternativo a la propuesta federal de los Consejos Técnicos Escolares. En este rubro, si bien, se ha planteado a nivel local que las guías para las sesiones intensivas y ordinarias están alineadas a las emitidas por la federación, lo cierto es que las disparidades saltan a la vista y que los marcos conceptuales que les sirven como plataforma a una y otra propuestas, no están precisamente alineados. En este sentido, aún cuando en el fondo haya un enfoque reflexivo y transformacional en ambas galerías de recursos formativos, en el marco de los procesos de selección, el magisterio jalisciense debería estar revisando con ojo crítico, los materiales y la bibliografía de base de los cuadernillos nacionales, pues el diseño del instrumento de evaluación, provendrá de la preceptiva federal y no de las diligentes y quizás bien intencionadas mesas estatales: la autoridad educativa local deberá en lo sucesivo, valorar los bemoles de pretender a toda costa, eso que llaman vanguardia, pues los “paganos” de esta lógica formativa a dos pistas (la federal y la estatal), seguirán siendo los maestros, a quienes no nos conviene en modo alguno, ser una república aparte en materia de política educativa.
A lo anterior, se suman los incontables chascos de maestros que se han inscrito en alguna de las ofertas de preparación y acompañamiento a distancia —que las hay para todos los presupuestos, de los más distintos oferentes, y claro, sin garantía de por medio—, y que no han podido acceder a materiales y acervos, pues las guías de estudio serán publicadas (¿develadas?) en el sitio oficial, hasta el 14 de mayo; es decir, aproximadamente seis semanas previas a la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos. Ante esto, sólo queda apelar al trabajo colaborativo, a los círculos de estudio gestados en pequeñas comunidades de aprendizaje o a los seminarios autogestivos al interior de los centros de trabajo o las zonas escolares. Acá el parche, toca a los colectivos de base solidaria y comprometida.
Por si fuera poco, durante esta semana puede advertirse ya el umbral de una nueva controversia: el rechazo masivo de registros viables para el proceso de selección, que atañe particularmente a los compañeros de secundaria y más específicamente, a los de la modalidad de telesecundarias. Esto, debido a que una buena parte de quienes prestan el servicio en dicha modalidad educativa, proceden de licenciaturas e ingenierías no vinculadas a la docencia; lo que les coartaría la posibilidad de aspirar a promoverse, ya que la propia convocatoria condiciona a los participantes a acreditar estudios de licenciatura acordes a su nivel educativo, categoría y función; a contar con el perfil/áreas del conocimiento acordes al nivel, servicio, asignatura, categoría y función que desempeñan. Pues bien, en telesecundarias, tendrán que apechugar, o mejor, organizarse decididamente con o sin representación sindical, a efecto de que se valoren estas “minucias” que no pudo vislumbrar USICAMM. Larga sería la lista de condiciones e inconsistencias que históricamente han afectado a la prestación del servicio en telesecundarias, y larga también la de convenios alfilereteados localmente y que ahora muestran una nueva arista problemática para aquellos que, bajo estas condiciones, prestan el servicio educativo en comunidades remotas de la geografía estatal y que ahora ven cómo en la praxis se desdice su revalorización.
Reto aparte para el gremio, será solidarizarse con los trabajadores de esta modalidad; y reto para el USICAMM, el parche que deberán poner para contener lo que se avecina para la continuidad del proceso. Lo cierto es que si el parche es demasiado cuadrado, y de manera tajante, sin el reconocimiento debido de la historia de las telesecundarias, quizás no queden más que dos soluciones: retocar el USICAMM o retocar el USICAMM.
Finalmente, el corolario de lo aquí expuesto es a la vez, telón de fondo: el contexto de repunte en la pandemia que complicaría las acciones multitudinarias, y que acaece paralelamente a las campañas políticas. Estas últimas, sin duda, serán la plataforma para que se visibilicen estos problemas y los que se avecinan, pero también servirán seguramente para exacerbar los ánimos en contra de tal o cual partido, con el riesgo de que en la lógica de la contienda por los votos, la necesidad real de resolver el problema inmediato, que es atender la legítima petición de quienes solicitan participar en el proceso de selección (desde un enfoque humanista y de derechos humanos, como reza la Nueva Escuela Mexicana), y el problema de fondo, que consiste en la urgencia de revisar la legislación secundaria en materia educativa y las leyes reglamentarias.
Sólo falta cruzar los dedos para que las gestiones de cualquier ente, para buscar soluciones, no conviertan a los problemas urgentes, en una moneda de cambio para la mediatización de las voces de aquellos a los que ya les urge, o mantenerse en el poder, o, como dicen, representarnos.

*Doctor en Educación. Supervisor de Educación Primaria. moyagualv@hotmail.com

Comentarios
  • Gloria Guzmán Arce

    Es la puritita verdad, crudo pero real.

  • Lorena Ramirez

    Excelente radiografía de las inconsistencias que son como lo señala INUNERABLES. Es una vergüenza y como siempre no diferente a Peña Nieto y otros gobernantes que someten en UN JUEGO PERVERSO y emocional desgastante al magisterio. Quien peca más el magisterio que lo sigue permitiendo o los CORRUPTOS LIDERES sindicales de 2 secciones 16 y 47 que siempre están muy calladitos

  • Rogelio Eraso Cuevas

    Es la gran verdad histórica.
    Y la SEJ nos aleja del objetivo nacional.

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