La magia del regreso a clases

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El lunes 21 de agosto se terminó oficialmente el receso escolar (las vacaciones largas) como decíamos hace años. Niños, niñas y jóvenes al lado de sus docentes regresan a las aulas de clase. Cada ciclo escolar que inicia tiene la magia de avivar las expectativas del desarrollo personal y social pensando en una mejor educación. El reparto de los libros de texto, el olor a nuevo de los útiles escolares (cuando así sucede), el uniforme, los nuevos compañeros, conocer al maestro o a la maestra en turno. Todo ello genera una subjetividad que es propia de nuestra cultura, esta misma expectativa se desvanece muy rápido, pero la llama se aviva en los meses de agosto–septiembre con el arranque del ciclo escolar.
Para muchos niños y niñas no es posible llevar todo nuevo, hay útiles escolares reciclados, los padres y madres de familia aun a pesar de esta crisis que no termina de tocar el fondo, deben hacer un esfuerzo por conseguir dinero para comprar y cumplir con la lista de útiles. Los materiales son recursos básicos para el aprendizaje.
La magia en la tarea educativa de los primeros días del ciclo escolar es que se traza un horizonte significativo centrado en el deseo no de lo que se es, sino de lo que se desea ser para más adelante. Cada docente es un mediador que inaugura la ruta del ciclo entre lo que se es en ese momento y lo que el ciclo escolar deberla facilitarle a cada niño y niña.
El regreso a la escuela abre las posibilidades del regreso al mundo de la socialización, recuérdese que somos personas porque convivimos con otras personas (Goffman) y en este estar con los demás o al lado de los demás, tiene un gran sentido en el arranque del ciclo escolar.
Otro aspecto que se suma a la magia de la apertura educativa de cada ciclo escolar, es el asunto que está ligado con la compra de objetos que se supone deberán durar todo el año. Aquí se trata de encontrar una alternativa diferente desligada del desecho o del consumo fugaz: lápices, plumas cuadernos, etcétera, abren la posibilidad de que los pequeños se hagan consumidores de los artefactos que los conectarán de cierta manera con la cultura. El libro, el cuaderno y todos los útiles escolares tienen una intención diferente a la del consumo comercial, aquí es la mediación cultural lo que define dicho significado. Por eso no es bueno resolver el asunto de la adquisición de los útiles escolares bajo las mismas reglas mercadológicas que la sociedad ha construido, ni tampoco a partir de los esquemas populistas de algunas partidos de regalar todo (pensando en los futuros votos), ambas cosas desvalorizan y fetichizan la importancia del utensilio como recurso para acceder a una cultura que habrá de comprometer a los sujetos en ser mejores personas.
Es todo un espectáculo esto que yo le llamo “la etnografía de los primeros días de clase”, porque ahí se sientan las bases del posible éxito o fracaso en la escuela en este año que recién ha iniciado.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la Unidad 141 de la UPN campus Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx

Comentarios
  • Verónica Vázquez-Escalante

    Es un deleite leer sus artículos y éste en especial, me hizo recordar la aventura del inicio de clases, siempre esperando todo salga bien. Que tenga un excelente semestre y ciclo escolar.

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