La llegada a los mil artículos
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
A María Elena mi esposa,
y a mis hijos Miguel Ángel y Maryel,
por todo lo que compartimos y disfrutamos juntos.
Me ha notificado recientemente Jaime Navarro Saras, editor de este portal, que el día de hoy llego a las 1000 entregas ininterrumpidas a lo largo de 10 años. Hemos publicado entregas semanales hasta llegar en este momento, el número 1000 sirve de pretexto para hacer un alto y un recuento de estas contribuciones en esta larga travesía de mantener un oficio de escribidor, sobre todo, en el abordaje de temas educativos. En esta larga travesía, no han mediado ni premios ni reconocimientos, sino que, el logro principal, más grande y más importante, es tener del otro lado lectoras y lectores receptivos que entienden la intencionalidad de lo que aquí se escribe y se publica. Este es el principal premio en este mundo marcado por la mercadotecnia y el fetiche.
Mil entregas se dice fácil; en ello he abordado casi todos los temas de la agenda pública en educación, no como un experto, pero tampoco como un aprendiz, solamente como un sujeto que opina con la intención de escribir acerca de la conformación de una opinión pública informada. Quiero referirme en este autohomenaje por mil artículos publicados a tres asuntos o tres tópicos: el oficio de escribir, el compromiso con los nuevos lectores y el resto de las agencias que sirven como interlocutores de mi trabajo.
a) El oficio de escribir y publicar.
El oficio se construye como todos los oficios, casi igual a los oficios artesanales, los manuales y los que exigen un alto nivel de rigurosidad intelectual. se van construyendo desde la práctica y uno va perfeccionando la técnica y la habilidad. En mis inicios tenía que elaborar un manuscrito, transcribirlo, corregirlo, enviarlo al editor y esperar. Hoy todo es más rápido, el punto de partida es el tema, el asunto o el tópico sobre el cual se va a escribir; de ahí se pasa a tratar de darle un sesgo personal. El asunto del estilo y más adelante la idea se convierte en texto de un jalón, todo forma parte de este oficio artesanal en un inicio, pero luego en una tarea afinada hasta convertirse en una pieza única que se puede compartir con otros… con los demás.
Cuando uno escribe, se genera una atmósfera en donde uno no piensa en los destinatarios reales o potenciales de dicha atmósfera, que sirve para la producción de cada artículo. Uno se conecta con el tópico en cuestión, con su pertinencia social, coyuntural y con enfatizar una posición con y contra al respecto.
La idea es consolidar una identidad bien ganada que tiene que ver con una postura crítica ante la injusticia, ante los abusos y las arbitrariedades oficiales, ya sean gubernamentales o sindicales: la criticidad, la crítica y el pensamiento crítico que considero o deseo, forman parte del ADN de mi producción editorial.
b) El compromiso con los nuevos lectores.
Me preocupan los nuevos lectores, me preocupan los jóvenes de hoy y los docentes noveles que recién se incorporan a la profesión, pregunto: ¿qué leen los jóvenes y qué leen los maestros nuevos? Los que estamos acá, no somos ni youtubers, ni tiktokers. Nuestros artículos son breves en extensión, pero profundos en contenido –eso espero– no son cápsulas de 30 segundos que se revisan de prisa y se pasa a otro, y a otro, y a otro como sucede en tik tok, sin que medie algo para poder hacer un alto y pensar y escribir en torno a lo visto. Me interesa llegar y hacer conexión con las y los jóvenes docentes que recientemente han formado parte del ejército del profesorado, ellas y ellos tienen asegurado un largo horizonte en la profesión, algunos pasarán de ser lectores a convertirse en escritores de su profesión en contexto y de su propia historia narrada o relatada en primera persona, pero del plural. Ojalá y ellas y ellos sean los nuevos consumidores de nuestro trabajo.
c) Las agencias de enfrente, como interlocutores de la producción editorial.
Las agencias de enfrente, del otro lado de mi procesador y de las teclas que golpeo cada semana están en el gobierno, el sindicato y las instituciones del poder total, etcétera. Hay artículos de mi autoría que a lo largo de 1000 han sido incómodos, molestos, indigestos para algunos sectores y para las agencias ligadas al poder.
El principio básico de mi trabajo está en guardar distancia de dichas agencias y a los tentáculos de poder que de ellas se desprenden, otro principio fundacional es la congruencia entre lo dicho y las acciones que acompañan a las palabras, desde aquí he denunciado arbitrariedades, abusos e injusticias y lo seguiré haciendo. Estoy a favor de un estilo de gestión que aprenda a dialogar horizontalmente con todos los ámbitos de la vida social, en este recuento que hago a lo largo de mil artículos en esta personal carrera de escribidor, han pasado muchas cosas. Quiero hacer mención a tres grandes amigos, que ya no están con nosotros: Gildardo Meda Amaral, Víctor Manuel Ponce Grima y Pedro Pérez Aguilar, de quienes aprendí muchas cosas para este oficio y tanto Gildardo y Víctor fueron parte de Educ@rnos como articulistas.
Igualmente, quiero decir que en estos mil artículos, en todos, o en casi todos, uno escribe desde el corazón y el corazón se fusiona con la razón y la pasión. Aprovecho desde aquí, para pedir disculpas, si en alguna ocasión alguna persona se ha visto o se ha sentido agredida u ofendida por mis escritos injustificadamente, quiero enfatizar que nunca ha sido la intención, pero también les pido a ellas y a ellos que hagan una autocrítica de sus actuaciones.
Por último, le doy las gracias a los lectores y lectoras que, como decía el Che Guevara: siempre que existan oídos receptivos de lo que aquí decimos, seguiremos escribiendo. Aún me queda tinta en el tintero y fuerzas en el corazón para seguir escribiendo. No sé hasta dónde llegue la fuerza y el deber, pero la siguiente será la entrega 1001 en este compromiso personal de seguir escribiendo y de contribuir desde una perspectiva personal a clarificar el debate educativo del presente.
Me siento privilegiado de contar con este espacio y aclaro que nunca ha habido censura de ningún tipo y sí, un poco de autocensura.
Gracias a todas y todos y que las letras sigan dialogando.
*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com
Enhorabuena por la producción y la posición expresada.
Me adhiero al reconocimiento (autorreconocimiento) y me sumo como lector de casi todos esos mil artículos y en espera del 1001 y contando.
Mi aprecio, mi crítica y mi amistad siempre contigo.
Va un abrazo para ti y saludos para la familia.
Francisco Rafael Millán Vega.
Muchas gracias padrino Millán. Tu eres un maestro más de los que mencioné. Pero tú aún vives y aportas.
Gracias por tu emotivo comentario