La Era del Hielo en la nómina magisterial

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

En días pasados, el secretario general de la Sección 47 del SNTE, Ilich González, dio cuenta, como resultado de un diagnóstico, de la cantidad de plazas laborales sin asignar en el sistema estatal de la Secretaría de Educación Jalisco, los números dan cuenta de 4800 plazas congeladas y las cuales no han sido asignadas a escuela o institución educativa hasta el momento, añadió, además, que la mayoría de plazas son administrativas y de servicios, cuya asignación no forma parte del modelo del servicio profesional docente, sino que está basado en el reparto de cuotas (50% para la SEJ y 50% para la Sección 47), por cierto, acordado durante la gestión de Luis Guillermo Martínez Mora (QEPD) al frente de la SEJ y José García Mora como dirigente de la Sección 47.
Antes de la llegada del secretario Martínez Mora a la SEJ, las plazas que quedaban libres por jubilación, pensión, renuncia o despido se asignaban por un mecanismo simple, dependiendo del poder de los directivos éstas se entregaban entre el personal de las escuelas y/o con lo que acordaban supervisores y delegaciones sindicales, una vez que el trabajador dejaba la plaza en su lugar llegaba una persona para cubrir los tres meses que por ley le correspondía al trabajador titular, este proceso se denominaba etapa de prejubilación, posteriormente quien cubría el interinato era propuesto como titular de la plaza que quedaba libre y todos felices, con este modelo las escuelas no se quedaban desamparadas y los espacios laborales no mermaban, con las plazas nuevas se aplicaba la fórmula de 33% para la SEJ, 33% para la Sección Sindical y 33% para las escuelas, en este último caso se asignaba con base en el desaparecido sistema de escalafón.
Con el acuerdo entre la SEJ y la Sección 47 (que se llevaron entre las patas a la Sección 16 por no haber participado en la negociación), cada plaza disponible se repartía equitativamente, 50% para la SEJ y 50% para las Secciones, a partir de entonces, a las escuelas les correspondía (a lo sumo) proponer a quien cubriera el interinato (cuando los había) pero no más, sucedió entonces un fenómeno lamentable, muchas plazas ya no se quedaban en las escuelas de donde salieron los recursos humanos y por razones inexplicables (y a decir de propios y extraños) a las plazas les salieron alas y en muchos casos un precio por la obtención de cada una de ellas, la venta de plazas surgió como como una práctica normal, tanto desde las oficinas de recursos humanos como de las propias secciones sindicales y, en tanto, en unas instituciones la nómina se adelgazó y en otras se puso tan obesa que a la primera oportunidad se empezaron a congelar plazas por las ideas brillantes de los ingenieros creadores del RAM.
Pero todo cambió, gracias a la llegada de los procesos de asignación vía examen impuesto por la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto (aunque este modelo se manejó unos años antes en la SEJ), es cierto que hubo una aparente trasparencia con las plazas docentes, directivas y de supervisión, aunque no desaparecieron del todo las irregularidades en de asignación de espacios mediante la manipulación de las listas de prelación y nadie pidió cuentas o investigó los casos.
En tanto, con las plazas no docentes, directivas y de supervisión, se generó un hueco en la mayoría de escuelas y una evidente irregularidad por parte de la SEJ hasta llegar a la realidad de las 4800 plazas congeladas señaladas por Ilich González y las muchas más que existen en el sistema federalizado cuya defensa laboral le corresponde a Leonel Mayorga de la Sección 16 quien, hasta este momento, no se ha manifestado acerca de ello.
En este caos de la SEJ con la nómina, no están contabilizados los procesos de recategorización y asignación definitiva de plazas y horas en la educación superior, a lo mucho sólo existen contratos temporales y a destiempo que no ayudan en nada a la seguridad y mejora laboral de los trabajadores de las escuelas Normales, los CAM, las unidades de UPN y el posgrado.
Sabemos que las plazas son dinero del presupuesto y su congelamiento no es sinónimo que no llegue el presupuesto, en tanto, y siendo conservadores con los números entre ambos sistemas educativos (el estatal y el federalizado) debería de haber al menos 10 mil plazas congeladas, que si lo transformamos en números, si una plaza administrativa obtiene $6040 netos aproximadamente por quincena, al multiplicarse por los recursos congelados da poco más de 60 millones cada 15 días y eso, se quiera o no reconocer alcanza para lo mucho y lo poco, pero, la pregunta obligada es ¿dónde está ese dinero? Y, ¿por qué está incompleta la nómina en la mayoria de escuelas?
Obliga entonces, que se ponga a trabajar acerca de la falta de personal de las escuelas y regularizar los procesos para que se asignen las plazas congeladas ya que, uno de los primeros criterios de calidad es que las instituciones educativas tengan el personal completo y al parecer en Jalisco no ocurre desde hace un buen y eso no ayuda en nada, de igual manera, las Secciones 16 y 47 del SNTE tienen mucho trabajo para obligar a la SEJ a eliminar la práctica de la Era del Hielo y, de paso, se ayudan a sí mismos y al personal en servicio para mejorarles su condición laboral, en fin, el tema está en la mesa de los acuerdos y negociaciones, veremos entonces, que tan dispuesta está la SEJ a ello y qué tanto presionan las Secciones para que así suceda.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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