La educación por el cambio, el cambio en la educación

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

La educación sirve para generar cambios, pero ¿quién se encarga de cambiar a la educación que se encarga de cambiar muchas cosas?, quien se dedica a educar también deberá dedicarse a generar cambios pues si no lo hace puede decirse que no está educando.
La historia de la educación en nuestro país es la historia de una larga disputa entre dos o más posiciones: a) aquella que pretende propiciar y garantizar cambios sociales y educativos y b) la otra que se encarga de establecer el status quo en la sociedad, es decir se trata de mantener una postura conservadora y cuidar que la educación no cambie ni hacia afuera, ni tampoco hacia adentro.
La vocación pedagógica también se entiende como una apasionante vocación de luchar e involucrarse por todo tipo de cambios, desde los cambios de los ámbitos más pequeños como es el aula de clase, hasta el de los ámbitos más grandes como es el sistema social.
La educación cambia muchas cosas, pero no lo cambia todo, hay asuntos llamados estructurales que son más difíciles de cambiar, mas no imposibles, la pobreza, los rezagos educativos y los analfabetismos funcionales son fenómenos más lentos para lograr el cambio.
En educación el cambio no se concibe como un fin sino como un permanente proceso, es decir, el cambio se vive en cada momento de cada día, en cada sesión de trabajo escolar, en cada vivencia al interior de las escuelas, en cada diálogo cara a cara entre el que educa y el que es educado, etcétera.
El cambio educativo es una asignatura que no se incluye explícitamente en los planes y programas de estudio, es un tema nodal que los docentes lo intuyen, pero no lo objetivan fácilmente, forma parte de todo tipo de objetivos y propósitos curriculares, pero no es sencillo controlar el proceso en el que se vive.
Los generadores del cambio son los mismos responsables de la tarea educativa, los maestros y las maestras, ellos son los responsables de educar, por lo tanto son los responsables al lado de muchos otros de garantizar cambios fundamentales.
La educación que sirve para cambiar también debe pensarse hacia sí misma, es decir, la educación también está obligada a mirarse en el espejo y comprometerse en el cambio propio, por decirlo en un cambio personal. El cambio vinculado con la educación debe servir para incidir en la mejora de las prácticas, en generar mejores resultados, en ser más claros en las intenciones educativas y en hacer congruente la relación entre intenciones, acciones y producciones educativas.
Todo educador y toda educadora; deben tener el compromiso de cambiar, dicho compromiso está relacionado con una mística revolucionaria, cambiar es educar y educar es cambiar.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

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