La educación neo, la educación post

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Vivimos una época en donde lo nuevo es la continuación de ideas del pasado, lo neo y lo post, es la expresión nítida de que hay un agotamiento en el seno de la producción de las ideas. Neo-conductismo o el post-estructuralismo; son claros ejemplos de que ha sido preferible las vías de la continuación a encontrar formas de ruptura pensando en nuevas ideas, modelos, paradigmas.
Dicho escenario no es del todo gratificante, el no contar con ideas frescas que renueven o que revolucionen el plano de las ideas y que generen nuevos modelos y paradigmas, no solo en el seno de las pedagogías, sino también en el seno de las prácticas y el resto de las disciplinas afines: psicología, sociología o, en general, todo el conjunto de las Ciencias Sociales.
Pensar la educación desde enfoques neos y posts, es tener que sumergirse en las ideas y propuestas clásicas. ¿Por qué hoy en día lo nuevo se ha tornado en continuidad de lo viejo? Nos lleva a pensar que, es preferible las continuidades relativamente cómodas, por encima de las rupturas que comprometan el surgimiento de nuevos modelos en el seno de la organización de las ideas.
Como bien se ha reconocido, la educación depende mucho del avance del resto de las ciencias sociales, ya que éstas le dan cobijo, soporte y sustento; la educación, puede afirmarse, que viene siendo el espacio en el terreno práctico de lo que se piensa o se especula en otros campos ligados a disciplinas más teóricas o especulativas.
Con la llegada del nuevo milenio se dio un especial auge al fomento de una serie de debates en torno a las ideas, propuestas y tendencias de lo que se le ha dado en llamar a la educación del nuevo milenio o la educación del siglo XXI. Dichas elaboraciones sirvieron para producir una serie de propuestas en torno a la construcción de una verdadera utopía pedagógica, todo se esperaba y todo se deseaba con el simple cambio del calendario convencional.
Llevamos 21 años del siglo XXI y han aparecido más continuidades que rupturas, además, la pandemia se ha tornado en el fantasma que sirvió para hacer una especie de suspenso, la humanidad entró en un periodo sabático para terminar de pensar el sentido de la existencia.
Las neo-pedagogías y las post-educaciones solo han servido para darle vuelta al debate en torno a las mismas preguntas que, de manera clásica se plantearon los antiguos, ¿qué enseñar?, ¿qué aprender?, y ¿para qué educarse?, ¿cuál educación para formar a que tipo mujer y hombre?, Entre muchas otras.
Podemos concluir, a modo de hipótesis, de que vivimos ante el agotamiento en el mundo de las ideas y lo producido hasta ahora, ya nos ha dejado satisfechos de que podamos presumir que hemos alcanzado el último estadio de la pirámide educativa. Nos hemos humanizado porque la educación entre humanos da constancia de ello.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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