La educación en México bajo el imperio del coronavirus

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El coronavirus se ha tornado en un gambito letal que tiene jaqueado al sistema y a la sociedad en su conjunto, hemos perdido confianza, estabilidad para ganar un escenario que aún es impredecible. Hace unos días se acaba de anunciar el nuevo ajuste al calendario escolar, en el marco de la contingencia global producto del coronavirus. El primer anuncio de suspensión fue en el mes de marzo, para decir que se regresaba a las escuelas el día 20 de abril, un día después de finalizado el periodo vacacional de primavera, luego que la comunidad escolar regresaría el 1º de junio y ahora hay un tercer anuncio que las escuelas volverán a abrir el 1° de agosto.
Así las cosas, parece (si el riesgo disminuye) que esta será la fecha definitiva, en estos momentos las comunidades escolares seguirán viviendo la relación educativa bajo el régimen de entornos virtuales y a distancia.
Tanto las propuestas de la Nueva Escuela Mexicana como de Recrea, también se han visto afectadas por estas medidas y el contenido de sus propuestas también han pasado a la virtualidad, es decir, a un segundo plano, ahora lo que importa es trabajar contenidos básicos en forma emergentes y bajo presiones de distinto tipo.
La prolongación del escenario virtual es también la ratificación de que no hay otras alternativas, no se encontraron otras maneras de atender a los alumnos y alumnas y, de encontrar una mejor manera de ofrecerles a los docentes condiciones para realizar su trabajo.
Si bien, sólo el 52% de los maestros recibieron asesoría para implantar el modelo “Aprende en casa”, el 48% restante no tuvo ese beneficio y junto a lo anterior se tienen datos fríos, “Mediante un sondeo realizado por la dependencia, se reveló que hasta el 70% de los alumnos no tienen internet y de los profesores, el 32.7% no tiene acceso a este servicio” (Educación Futura, 12 de mayo 2020).
La propuesta de las autoridades educativas no está considerando estas condiciones desfavorables y menos las inequidades y las dificultades que tienen los sujetos para tener acceso a las formas virtuales de comunicación (el internet).
Si bien, como lo decía una lectora de este portal, lo primero es cuidar la vida (asunto con el cual estamos profundamente de acuerdo), lo que sigue es pensar en la estrategia más viable para garantizar la atención educativa de calidad en la distancia.
Los niños y las niñas tienen derecho a ser tomados en cuenta, tienen derecho a ser escuchados y escuchadas (aunque sus propuestas no se les considere viables), tienen derecho a opinar acerca del tipo de atención educativa que reciben.
La virtualidad seguirá a todo lo largo del ciclo escolar, muy pronto nos veremos y ojalá en ese reencuentro con todos y todas sanos, sanas y fortalecidos.
Hoy en día nos damos cuenta que un virus ha generado un gambito a los reyes de este mundo, hemos perdido varias piezas del tablero ¿y al final qué es lo que vamos a ganar?

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

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