La educación en Jalisco bajo el suspenso de la transición

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

La reciente jornada electoral ha dejado una fuerte reseca, tanto para partidos y candidatos como para los proyectos específicos de cada uno de ellos, la cual se cubre a partir de abrir espacios para la negociación o en algunos casos para preparar los relevos.
A nivel local el partido ganador (Movimiento Ciudadano) o más concretamente el partido de Enrique Alfaro, aún no ha anunciado quien será el responsable o la responsable de hacerse cargo de atender los asuntos educativos del próximo gobierno estatal.
Previo a la contienda electoral realizaron un evento en donde hicieron pública parte de los ejes de su plataforma educativa, por ejemplo: reingeniería institucional, atender la obesidad y los riesgos de salud de los escolares, unificar el sistema universitario, crear la universidad digital, etcétera; hay otros temas que no fueron mencionados y que también forman parte de la agenda prioritaria en educación. Por ejemplo, los problemas de violencia y de convivencia, la capacitación y la formación permanente de los maestros y maestras en servicio, tema que ha sido muy descuidado en este sexenio, el sistema de estímulos y tal como sucede en el ámbito nacional también en Jalisco se requiere establecer una postura pública y política con respecto a la reforma educativa.
Estos días, los cuales se les conoce como de receso escolar, de vacaciones, son de flojera y de cierto descuido en el abordaje de los temas educativos. Los espacios de negociación se llevan a cabo en instancias que quedan fuera de la vida convencional de las estructuras oficiales.
Esta fase de receso da pie a otro tipo de negociaciones que están afuera de las escuelas y de las estructuras institucionales, aquí es en donde se concertarán los grandes acuerdos que trascenderán en los próximos seis años.
Para la gente común como nosotros y nosotras, cabe la pregunta ¿y que esperamos en educación para Jalisco?, es obvio pensar que no sólo necesitamos un rostro diferente al frente de la gestión, también necesitamos el estilo particular de conducir dicha Secretaría. No nos podemos conformar con cambios en las formas también requerimos cambios de fondo. Se me acusó recientemente de que sólo hablo de manera negativa en el abordaje de los asuntos educativos y de que no tengo propuestas. No comparto esta opinión, pero la asumo con humildad y con auto-crítica.
La gestión política que impactará a la SEJ y que se está tejiendo en estos días, debería de respetar tres principios básicos:

a) Los personajes que están al frente de la SEJ muy pronto, desde su titular y de gran parte de la estructura directiva deberán conocer el sistema desde adentro, haberlo vivido y conocido, para que las acciones y las decisiones que asuman sean sobre la base del conocimiento de causa.
b) Deberán tener capacidad académica a partir de grados escolares del más alto nivel (posgrados locales, nacionales o del extranjero), pero más que importante es la capacidad de gestión, de resolver conflictos y de tomar decisiones colegiadas y consensuadas. Todo esto le faltó a la actual administración que pronto dejará los cargos. Al actual equipo directivo lo caracterizó la improvisación, el sentido común y el capricho personal. Esto deberá cambiar si se quiere una Secretaría de Educación de vanguardia.
c) Se deberá llegar sin compromisos políticos, ni con el SNTE ni con otras instancias que terminan siendo grupos de poder con intereses muy concretos. El compromiso central es con la educación pública de la sociedad del estado de Jalisco.

Las vacaciones cada vez son más cortas, por lo tanto, pronto tendremos noticias de lo que será la nueva SEJ, a partir del espíritu refundador del nuevo grupo político que en pocos días se estrenará en el poder político de la entidad.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Manolo

    Pasó De la crítica a la carta a santaclaus

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