La brecha y los abismos entre el posgrado de la SEJ y los posgrados de calidad

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

Me han estado llegando una serie de correos a mi cuenta de correo electrónico, de personas que se han incomodado por la postura que he asumido y sobre todo por las afirmaciones que he dicho aquí. Quiero decirles que yo alterno mi estancia entre México (Guadalajara y Morelia), Argentina y el Uruguay, soy consultara independiente y en un tiempo tuve el beneficio de un apoyo de la fundación Ford para una estancia académica al sur del continente. Mis líneas de especialización son: formación y profesionalización docente, escuelas Normales, posgrado y magisterio.
En Jalisco, lo que he notado es que tanto las instituciones como los grupos de académicos de los organismos de posgrado están sobradamente politizados, el que politicen su tarea no está mal (al final todo es política), pero que lo hacen (en la mayoría de los casos de manera mezquina), sobre la base de entregar al mejor postor las instituciones (y su legado) a cambio de mendrugos, eso es lo que está mal. Creo.
Desde el surgimiento del Conacyt (instancia que regula la investigación científica, el apoyo a instituciones, investigadores y a programas a los que ellos le llama de calidad, se generó una compleja estratificación de instituciones de primera, de segunda y de tercera división (para decirlo como los distinguen los amantes del futbol) y de otras pasiones bajas. -como lo decía Arturo Suárez, el periquetero-.
El PNPC como se le conoce al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, tiene una serie de reglas y de regulaciones muy exigentes (chocantes en cierto momento), que ningún posgrado de Educación Jalisco ha podido cumplir, (podría decirse que la UdeG es un caso aparte, ahí se disfrutan de enormes recursos, muchos beneficios, pero ahí también hay engaños y simulaciones, aunque se presuma de que sus posgrados son de calidad).
Para formar parte del PNPC se requiere una plantilla de académicos de tiempo completo, con perfil PRODEP y miembros del Sistema Nacional de Investigadores, con líneas de investigación claras y producción académica regular que compita con la producción académica de los ámbitos nacional e internacional y, lo principal, con alumnos competentes que le destinen tiempo completo al programa que cursan. ¿Qué produce el posgrado en educación de Jalisco? ¿Aparte de clientelismo, simulaciones y algunos recursos que van a las bolsas de los funcionarios oficiales y sindicales? Nada o muy poco.
La propuesta en la que he venido insistiendo desde hace algunos años, es que el posgrado en educación se enlace con las necesidades sociales relacionados con asuntos de la agenda educativa, que se desburocratice la gestión, sus organismos y que se clarifique desde el inicio para qué queremos formar investigadores y mejores profesionales de la educación.
De esta manera el posgrado recuperaría su razón de ser, a partir de darle claridad al flujo de producción académica (de recursos humanos, de hallazgos y conocimientos) ambos hoy muy necesarios al interior de nuestro sistema.
Regresando a mi intrincada vida personal, prefiero conservarme con discreción distante del bullicio de mucha gente y de las cámaras y las preguntas, y desde acá leo, trabajo y produzco. Pronto saldré de nuevo a la ciudad de Montevideo (la tierra de Galeano y de Benedetti), a trabajar con estudiantes de Pedagogía Social, desde aquí o desde allá (con la oportunidad brindada en este espacio, aunque a veces se ruboricen) se podrá seguir mis escritos.
Por lo pronto es bueno seguir pensando y hacer que circulen las palabras y las ideas en torno a cómo mejorar el posgrado jalisciense que, en el fondo, eso es lo que nos interesa a muchos, aunque les moleste a los burócratas oportunistas que de todo quieren sacar tajada de las instituciones y que están incrustados en las estructuras directivas de la SEJ.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Adriana Piedad García Herrera

    Bien dicho Andrea!!!

  • Verónica Vázquez-Escalante

    Que siga creciendo académicamente en sus estancias y claro que daremos continuidad a la lectura de sus artículos.

  • Marco Romo

    No solo es esa brecha…
    En México, no se ha iniciado una búsqueda real (desde los años 80’) por mejorar la educación de todos los niveles, que pueda hacer frente a esa era de la globalización y de las “Políticas Neoliberales”.
    Las administraciones públicas de los tres poderes no han cometido errores, incluidas las universidades públicas (como lo pudiéramos creer o pensar muchos), esa ha sido su función diseñar políticas púbicas que DEN ENTRADA: a un bajo nivel educativo, a que baje el nivel de servicio de las dependencias públicas (educación – salud – financiero, etc.), al desprestigio de las llamadas instituciones, a la corrupción, a la simulación, a la comodidad, al cinismo, al enriquecimiento, al endeudamiento del país – estados y municipios, al nepotismo, a la apatía por los grandes problemas, a seguir siendo paternalista el gobierno (a medias, con tantos programas y acciones sociales “según ellos”), a TOLERAR TODO, esa ha sido nuestra formación histórica ya sea consciente o inconscientemente, para que con facilidad de entrada a las políticas NEOLIBERALES (las que venimos viendo desde los 80’).
    Ilustrados y bien intencionados los hay, intelectuales que sepan trasmitir la información los hay. Pero son pocos, los que le han dado seguimiento a las administraciones y políticas públicas; son pocos los que han trabajado fuentes confiables e imparciales, son pocos los que no manipulan la información a favor del SISTEMA GUBERNAMENTAL.

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