La brecha generacional

Verónica Vázquez Escalante*

Somos un gran número de docentes que ejercemos nuestra profesión con entusiasmo. La cantidad de maestros cada año crece por las nuevas generaciones y decrece por quienes se retiran. Aquellos que contamos con más de veinticinco años de servicio, deseamos permanecer porque ahora poseemos el galardón de oro llamado experiencia. Sin embargo, las tendencias que se viven a finales de la segunda década del siglo XXI, llevan al docente a mantenerse en una constante sinergia, lo estático simplemente no aplica porque caeremos.
El alumnado actual, ha adquirido herramientas e instrumentos de comunicación y por consecuencia un conocimiento digital, visual, amplio; con elementos que ahora dependen más de ellos poder aprender a usarlos que lo enseñado por los docentes.
La educación es virtual, ya no importa el tiempo ni el espacio. Se amplían los elementos y gran parte de la información ahora tiene cuentos animados, videos y modalidades diseñados especialmente en un tema. La información ha rebasado por mucho.
La tecnología de la información y la comunicación han favorecido hacia un importante cambio educativo pero debemos mantenernos en ese puente colgante aquellos que tenemos experiencia pero en un aula convencional. En realidad puede caer porque uno siente que todo es inestable, sin embargo, la posibilidad de subrayar, presentar trabajos animados, imágenes e incluso conocer lugares en vivo, lleva a comprender que definitivamente el profesor/a tiene que adquirir recursos para aplicar sus funciones en todos los niveles, sea preescolar, primaria, secundaria o bachillerato.
Resulta que ahora hay para el alumno libros digitales, recursos especiales para juegos manuales, monográficos, herramientas que se incluyen en las llamadas “tablets”. Todo accesible a través de una simple plataforma digital. Es muchísima más información virtual actualmente que aquella a la que teníamos acceso hasta hace pocos años.
Ahora bien, ¿qué son los entornos virtuales? Simplemente se puede considerar que el espacio físico donde el internet y los multimedia se conjugan, también la televisión entre otros, se han potencializado y favorece contenidos y experiencias. Todo a su vez conformado por el estudiante, el docente, la escuela y se agregan los entornos; la UNESCO en 1998 define el entorno de aprendizaje como un programa informático interactivo de carácter pedagógico integrado o asociado a nuevas tecnologías.
Si comprendemos que ahora, la construcción del conocimiento es exponer elementos virtuales como fundamentales para el aprendizaje, entonces empatamos con los modelos pedagógicos y didácticos que son utilizados por los educadores para las generaciones actuales en línea. Aún estamos rebasados, pero la brecha generacional podría ser menos amplia, se puede vislumbrar el cómo ayudar al alumno en línea, aunque en realidad es activar dinámicas para el aprendizaje porque, la tecnología no substituye al docente quien es un facilitador que establece estrategias apropiadas para el proceso formativo.

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com