Ingreso

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Los procesos de selección en las Instituciones de Educación Superior (IES), al igual que cualquiera de los procedimientos, etapas y momentos, sin duda son complejos, sin embargo, hablar de la selección, admisión o ingreso, resulta tema clave para las configuraciones que adquieren las IES en su dinámica cotidiana.
Es uno de los procesos, que no el primero, con los que inician los estudiantes su vida en el nivel superior. Representa el momento para asegurar el perfil de ingreso declarado en los programas y generar la posibilidad de incorporar estudiantes que respondan a la filosofía institucional y al espíritu de la vida al interior y exterior de las instituciones.
Los procesos de ingreso, para no complicarse con el dilema selección-admisión-ingreso, deberían de ser integrales, diversos y recuperar en lo posible aspectos variados de la vida de cada estudiante. Actualmente, en escenarios que se entienden desde la complejidad, donde se pide que el estudiante universitario sea algo más que un repositorio y que sea actor de su formación, es necesario generar estrategias de ingreso diferentes a las que históricamente se han acostumbrado en nuestro país.
Es decir, ya no es suficiente un examen como el CENEVAL ni una entrevista con orientaciones psicológicas acompañada de diversos test del mismo orden. Se requiere explorar otras dimensiones como la creatividad, iniciativa, talentos complementarios a los académicos y sobre todo aspectos centrados en el significado que tiene el nivel superior en la vida del estudiante. A nivel real y no potencial.
Existe una tendencia que cada vez se concentra en procesos inerciales que llevan a los estudiantes a pasar de nivel escolar únicamente por pasar: de preescolar a primaria, de primaria a secundaria, de secundaria a nivel medio superior y de ese al nivel superior. Esta inercia, configura personalidades complejas que impiden la dinámica universitaria que se puede materializar en el discurso de mejora de calidad de vida, nación, visiones reflexivas y críticas.
Dentro de los procesos para el ingreso, se podrían explorar, por ejemplo:

1. Educación general: saluda al ingresar a la institución, dónde tira su basura, cede el paso, respeta vialidades, andadores…
2. Valores: llega puntual a sus citas, respeta cuando otros hablan (pone atención al otro…), respeta códigos de vestimenta…
3. Interés por lo académico: toma notas sin que se le pida, explora biblioteca, laboratorios, pregunta sus dudas, se queda fuera de horario para indagar y buscar…
4. Construcciones: es capaz de redactar un ensayo, monografía, reflexión, uso de herramientas digitales para generar productos académicos…
5. Dispuesto a invertir: quedarse fuera de su horario, adquirir textos (físico o digital), adquirir equipo (lap top, bocinas…), asistir a conferencias, talleres, viajes escolares…
6. Iniciativa: tiene en mente desarrollar un proyecto en la Universidad, con sus medios y recursos (talentos)…
7. Participativo: interesado en la vida del nivel superior y dispuesto a participar en ella…

Son algunos aspectos que pudieran evaluarse para el ingreso y como se ve, resulta amplio y supera quizá la forma en la que algunas IES proceden. Hay que recordar: el nivel superior no es un nivel donde el estudiante agote su estancia únicamente al cubrir su horario de clase y limitarse a lo que le digan los maestros.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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