Identidades que ya no existen: adiós a Delfina

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Hablar de identidad refiere directamente a aquellos elementos constitutivos de una persona que lo definen socialmente, dando cuenta de los diferentes roles que juega y posee, pero sobre todo asume, así como los polos de identificación, proveniente de un sentido de orgullo y pertenencia, que tiene con diferentes entidades sociales, desde una persona, familiar o no, hasta una persona, locación o institución.
Así, uno se identifica y construye una identidad en torno a sus familias de origen en donde el apellido que posee ya detenta quien uno es. al igual el papel que ocupas en la familia, ya sea madre, padre, hijo, hija, etcétera; la identidad viene también del lugar de nacimiento, tu nacionalidad, o donde uno ha vivido, ya sea estado, municipio, colonia o barrio; así, ser mexicano, argentino, alemán, regio o tepiteño son identidades localizadas geográficamente. El trabajo que desempeñamos o los estudios realizados, o la organización en la que laboramos y la escuela a la que asistimos, son otros polos de identidad; ser abogado, mesero, carnicero, maestro, futbolista, del poli, de la UNAM, del TEC; entre miles de ejemplos más, son otras posibilidades de identidad. Pertenecer a un grupo, institución o masa da también identidad: masón, atlista, boy scout, cristiano, budista, rico, moreno y sus respectivas otras posibilidades, son opción identitaria.
Pero es un hecho que, así como vamos construyendo identidades a lo largo de nuestra vida, hay otras identidades que dejan de ser un motivo de orgullo, significativas o determinantes de lo que una persona es, siendo sustituidas, teniendo un peso menor o desapareciendo por completo en la configuración y estructura personal.
La ahora ex titular de la SEP, la política Delfina, tenía este eslogan en la que la promocionaron como “la maestra”, intentando dar la idea de que, a diferencia de los gobiernos anteriores, ahora sí estaba al frente de la Secretaría de Educación Pública una persona que conocía a su gremio, porque había desempeñado ese rol social en un momento de su vida. Pero su historia reciente y el paso adelante que da, otra vez, revela a una persona con identidad política. La nueva titular tiene un perfil similar en lo que refiere a alguien que fue docente, pero ha trabajado más en los últimos años por una trayectoria política.
Es por eso que se hace innecesario resaltar o señalar que alguien que fue docente cuando ya no ejerce la profesión o vive de ella por jubilación, porque todos y todas aquellas que estamos en las aulas sabemos que muchas personas que fueron docentes y alcanzan un puesto político o directivo se olvidan de que estuvieron en las aulas y pierden toda empatía y cercanía, con aquellos que antes eran sus compañeros-compañeras.
Se fue Delfina, pero ya todos sabíamos que iba a buscar una revancha política ¿hasta cuándo tendremos a un titular en la SEP comprometido-comprometida de verdad con la educación? El tiempo dirá.

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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