Gloria Fuertes: el mejor regalo para el niño es un poema y/o un cuento

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Son muchas las voces y los textos que hacen referencia a la noción de infancia.
En la perspectiva de literacidad y de compresión de los niños y las niñas a través del cuento y la poesía, la propuesta de Gloria Fuertes García, poeta española de la generación del 50, militante activa de la igualdad de género y la paz, es vigente, en este 28 de julio que se celebró el 105 aniversario de su nacimiento.
Entre la abundante obra poética y de literatura infantil de la que fue autora, en homenaje a ella recupero ahora, a manera de préstamo y fichero, una selección de citas de algunas de sus ideas, con la correspondiente interpretación desde la mirada educadora.

1. “El mejor regalo para un niño es un cuento”
Las madres y padres lectoras(es), las educadoras y los docentes de primaria, lectores(as)de cuentos saben del poder de hacer lectura con los hijos y alumnos. Un cuento adecuado es la oportunidad de entrenar la escucha activa y aperturar la imaginación, es una melodía dulce para tranquilizar y convocar el sueño. La escucha activa del niño(a), la voz pausada del lector en voz alta, en voz suave, las manos y la mímica, las pausas, el cuento que se materializa en la imaginación.
2. “Los niños que leen poesía se aficionan a la belleza del lenguaje y seguirán leyendo poesía toda la vida”.
En el proyecto permanente de formación de lectores en la escuela, es recomendable acercarse al manejo del lenguaje de la poesía. Declamar, leer en voz alta, memorizar, extender significados de nuevas palabras, acercarse a los códigos específicos como las metáforas, cantar versos, son recursos didácticos que a través del uso apropiado del lenguaje, potencia el desarrollo de la inteligencia. Leer y hacer poesía es posible desde edades tempranas.
3. “No hay niños difíciles. Lo difícil es ser niño en un mundo de gente cansada, ocupada, sin paciencia y con prisa”.
Las Barreras para el Aprendizaje y la Participación, el déficit de atención e hiperactividad, la nivelación de aprendizajes, las adecuaciones curriculares, entre otras nociones, asignan responsabilidad al educando en la gestión de sus aprendizajes; giremos la mirada y veamos que son los tiempos en los que deviene el contexto, en el cual se educa donde hay que encontrar el mapa de la problemática y la acción; es en la institución escolar y el entramado institucional donde también encontraremos áreas de mejora para proyectar una educación de calidad y equidad, para comprender que construir un clima social favorable es el reto. Asumamos que los niños “difíciles” sólo presentan retos educadores diferentes.
4. “Se puede crear pintura, escultura y música abstracta, pero una casa, un amor y un poema no pueden ser abstractos”.
Nada más tangible y perceptual que la aceptación del niño(a) como habitante protagonista de un ambiente de aula y hogar donde se le respete y ame. La infancia es un poema y las coordenadas de las palabras y los colores de esta etapa de edad requieren de la práctica auténtica de amor verbal y paraverbal.
5. “Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie”.
Atender las semillas fundantes de la sociedad (niños, niñas y adolescentes) a través de una buena educación, es acto de congruencia con la visión de futuro y mejora que todos queremos afirmar en el entorno escolar; vendar corazones en el entendido que la ruta socioemocional no está exenta de cicatrices y heridas. Vendar rodillas, curar tropezones, auxiliar en las caídas y si nos es posible, vendar corazones en las coordenadas de la huidiza tristeza de los niños y las niñas.
6. “Si te sigues divirtiendo, riendo y asombrando con lo que ves en el mundo aunque crezcas y te hagas alto, no dejaras de ser niño jamás”.
Asombrarse, preguntar, indagar, hacer aprendizaje feliz, confeccionar sujetos proclives a la felicidad en el marco de lo simple, es una manera de hacer permanentes los valores de preguntar, explorar, característicos de la infancia. Hacerse alto física e intelectualmente, además reir y tener capacidad de asombro.
7. “Todos los niños y niñas tienen derecho a crecer sanos y felices. Son inocentes y puros, no saben de política. Si tienen suerte, seguirán ignorando esos temas de mayores”.
Los decires sobre la infancia en voz de políticos tienen doble tufo de falsedad. Recuperar la escuela para educar y formar al sujeto participativo y democrático se torna necesario para neutralizar las fuerzas conservadoras y transformadoras improvisadas que hacen comunidad discursiva y toman de rehén a los niños, niñas y adolescentes. La salud y felicidad de la infancia son posibles si construimos una escuela diferente; menos burocrática, menos alimentadora de egos y carreras políticas partidistas y sindicalistas.
8. “Las niñas y los niños tienen derecho a aprender lo que significan las palabras amor, tolerancia, amistad, empatía, paz y fraternidad”.
Parte del concepto de una escuela diferente más amigable con sus educandos, va en el sentido y dirección de los valores universales y virtudes de sana convivencia. Mucha de la riqueza conceptual de nuestras normas, de los planes y programas de estudio hacen explícita esta agenda. Deberíamos empezar a encontrar respuestas al porqué no sucede la formación del hombre y mujer fraternal, tolerante, empático, amoroso con el prójimo y participante reflexivo de las relaciones humanas pacíficas y positivas.
9. “El amor te convierte en rosal”.
El niño amado será un sujeto que ama la naturaleza, que ama y contribuye a la mejora de la sociedad. Dar flores a través de la palabra, a través del rico lenguaje de la sensibilidad humana formada, construir comunidad y entornos sociales donde la comunicación sea una realidad. Convertir el filos educador y educando en un rosal.
Los versos del poema ” Si una espina me hiere” de Amado Nervo:

“Mi rosal tiene apenas tiempo para dar
Flores
Y no prodiga savias en pinchos
Punzadores”

10. “Tened los ojos bien abiertos”
Mucho del hacer y decir sobre educar al perfil de hombre que requiere la sociedad mexicana entra por los ojos. Los ojos y la mirada, la luz del entendimiento a través de la educación de los sentidos, de los ojos. Observar para conocer, aperturar y formar la mirada para aprehender el mundo y sus complejidades.

Sigamos leyendo y comprendiendo el legado de autoras como Gloria Fuertes, el puente entre proyecto educativo, el cuento y la poesía está por consolidarse.
Hay voces, hay caminos, hay necesidad generacional de formación en materia de educación estética en materia de lenguaje y comunicación para intencionar el acercamiento entre la inteligencia humana y la realidad.
La relectura e interpretación de la obra de la española hoy citada: su poesía, canciones para niños (1949), Villancicos (1956) entre otros; sus cuentos “Cangura para todo” (1968), el Abecedario de don Hilario (1983), entre otros. La voz educadora de las maestras Sor Juana Ines de la Cruz, Gabriela Mistral, Rosario Castellanos, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, entre otras. Leer y hacer poesía, leer y hacer cuentos, expandir lenguaje y horizontes.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    Agradezco Dr. Rubén la provocación de su generosa aportación, misma que nos obliga a abrir la mirada de las significaciones de la palabra y la escucha con sentido del lenguaje como la melodía dulce que arropa en la construcción y reconstrucción del lenguaje.
    Empalabramientos nuevos, posibilidades otras de generar belleza de la palabra, abrir horizontes como bien lo refiere, será tarea fundente para las educadoras y educadores, que siembran futuro.
    Gracias por las aportaciones y expandir estrategias con las cuales en el marco de la nueva propuesta curricular, será de suma importancia sus consideraciones.
    Me sumo desde la vivencia de mujeres y hombres que soñamos una educación otra; una educación verdaderamente incluyente, para lo cual se requiere reinventar las formar o bien retomar la necesidad de la lectura diaria, para ello hay que nombrarlo de otro modo desde el sujeto y su subjetividad. La condición máxima es despojarse de los roles que nos dan privilegios, y ponerlo al servicio de lo comunal. Quizás el sueño se ve imposible, pero eso le da sentido al caminar la utopía.

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