Futuro inmediato del SNTE

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

A menos de un mes para que termine el sexenio de Enrique Peña Nieto, el cual se caracterizó por realizar pactos, negociaciones y compra de voluntades para sacar adelante reformas que no se creían posibles (como la energética y la educativa), ello por los antecedentes históricos de cómo se conformaron ambas instituciones (la SEP y PEMEX) a lo largo del siglo XX, producto (por supuesto) de gobiernos emanados de la revolución mexicana y casi llevadas a los altares por considerárseles sagradas en el sentido constitucional.
Acerca de la educación, mucho hay por decir y cuestionar, tanto a la SEP como al SNTE, las principales instituciones protagónicas y “responsables únicas” de la realidad crítica que actualmente viven escuelas, maestros, alumnos y todos los procesos que de allí emanan.
La SEP, al tener la rectoría de la educación por mandato constitucional, cosa que recuperó (según ellos) en este sexenio, justo después de poco más de dos décadas donde la mano de la “eterna” Elba Esther Gordillo definía los caminos, los ritmos, las estructuras y cada cosa que se hacía en educación y en algunas instituciones más, básicamente el SNTE era voz y mando de lo mucho o poco que se generaba en el ámbito educativo.
Es de reconocer que sí, efectivamente, el salario del magisterio tuvo clara recuperación mientras Elba Esther estuvo al frente, sobre todo los primeros años de su mandato (antes de su llegada, la plaza inicial de educación primaria equivalía a 1.5 veces del salario mínimo, al año de su gestión éste se duplicó a 3 veces). Una cosa más a su favor, es que el aumento salarial de los maestros, siempre estuvo por encima del crecimiento del salario mínimo, con la actual dirigencia de Juan Díaz de la Torre ha sido lo contrario (los aumentos siempre han estado por debajo del incremento al salario mínimo), incluso doblaron las manos con respecto a los maestros jubilados en el ISSSTE, actualmente la pensión máxima equivale a 9 salarios mínimos (10 UMAs), cuando antes eran 10 salarios mínimos.
La principal crítica a este SNTE, no es por lo que es y ha sido a lo largo de los años, mucho menos por su corporativismo, sumisión y complicidad con el gobierno, eso ya se sabe y hasta se entiende como algo normal e inevitable (hasta ahora), sino por lo que dejó de hacer en defensa de los trabajadores. Se le recrimina por haberse cruzado de brazos, quedarse callados, e incluso, haber hecho publicidad y manifestarse a favor de las políticas de la reforma educativa que, de tajo, mutilaron y eliminaron derechos adquiridos por el magisterio y los trataron como verdaderos delincuentes.
De acuerdo a lo dicho y anunciado por Andrés Manuel López Obrador, las cosas a nivel de sindicatos van a cambiar, no sabemos si para bien o para mal, pero van a cambiar. El hecho de terminar con los formatos para elegir los dirigentes ya es mucho decir, en ese nuevo escenario el SNTE (así como lo conocemos actualmente), ya no tiene cabida, por lo cual, o se transforma o se transforma, ya no puede solamente adaptase como lo ha hecho siempre, es momento de cambios radicales y dejar a un lado las prácticas patrimonialistas que le dieron sentido a su existencia.
El tema prioritario para el sindicalismo actual es hacer lo que le corresponde en favor de los trabajadores que representa, es volver a los orígenes y velar porque las cosas funcionen equilibradamente entre los derechos y las obligaciones, de otra manera es volver a caer en lo mismo.
Otra cosa muy cierta es que estos sindicatos ya no son concebibles con los mismos nombres y caras de siempre, el efecto de eternidad tipo Fidel Velázquez, sólo se tolera en las placas de algunas calles que llevan su nombre, en una que otra plaza o estatua inmóvil en su honor, más no como figuras representativas de los trabajadores, esperamos arduamente poder construir mejores escenarios y promover a una generación de nuevos dirigentes, con mayor visión, dinamismo y siempre del lado de los trabajadores y de los intereses de éstos.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

  • Manolo

    Sigue creyendo en el SNTE?

  • Anastacio Molina.

    DE MANERA ROTUNDA NO ESTOY DE ACUERDO CON ESO DE QUE EN ESTE SEXENIO EL ESTADO RECUPERÓ LA RECTORIA DE LA EDUCACION, PORQUE SUPUESTAMENTE ESTABA CONTROLADA, MANEJADA Y CORROMPIDA POR LA ELBA ESTHER GORDILLO. GORDILLO SIEMPRE FUE EL INSTRUMENTO PLITICO_SINDICAL DE LOS GOBIERNOS EN TURNO. LO QUE ELLA HACIA O DEJABA DE HACER SIEMPRE FUE POR ORDEN DEL PRESIDENTE EN TURNO. PERO BASTA RECORDAR QUE LA VENTA DE PLAZAS EMPEZÓ EN LA MISMA SECRETARIA DE EDUCACION Y LA HERENCIA DE LAS MISMAS NO TUVO SU ORIGEN EN EL PERIODO DE GORDILLO. DESDE MUCHO ANTES DE JONGITUD BARRIOS YA LA SEP LO PROMOVIA. PERO TODA ESA PORQUERÍA POLITICA EN LA EDUCACION, NO ES CULPA DE NADIE MÁS QUE DEL ESTADO MEXICANO Y DE LOS PRESIDENTES QUE HAN SIDO MIL VECES MAS CORRUPTOS QUE LA MISMA MADRE DE TODOS LOS LIDERES CHARROS DEL SNTE Y DE VARIAS SECCIONES SINDICALES DEL PAIS.

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar