Formación artística. Área de oportunidad en la pandemia

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Una de las quejas que ha sido constante por parte de estudiantes, padres y madres de familia, así como de docentes, en las escuelas de gobierno, reside en la ausencia o falta de promoción del arte como un elemento esencial de la formación académica en los diferentes niveles, desde preescolar hasta nivel medio superior. Lo cual es completamente cierto.
El desdén que se tiene a esta área de especialización y profesionalización pudiera develar la falta de un proyecto y de una visión política que considere precisamente a lo artístico como un elemento protagónico de la cultura, que queda reducido a una minoría en nuestro país, principalmente por los apoyos y economía que poseen.
Pese a este escenario, es un hecho que el acercamiento y el conocimiento sobre artistas y sus obras han encontrado, dadas las contingencias del estar en casa, la posibilidad de incrementar no sólo el interés por el arte, sino también tener la oportunidad de poder practicarlo.
El recurso didáctico para la adquisición de conocimiento y desarrollo de habilidades en torno al arte proviene básicamente de dos fuentes que, durante la contingencia, han sido un cierto bálsamo para muchas personas. Por un lado, tenemos a las diferentes plataformas de películas para televisión o en internet, y, por otro, a la gran diversidad de canales de video.
Empezaré señalando primero la segunda opción. Este tiempo nos ha dado la posibilidad de buscar diferentes contenidos en video, ya sea en la búsqueda de materiales que nos sirvan para el regreso a clases, para entretenernos o para aprender cosas nuevas. Hay diferentes canales de video, principalmente administrados por youtubers, que resultan altamente recomendables. No daremos nombres aquí, pero uno puede encontrar canales que describen, explican y realizan tutoriales que permiten adentrarse y practicar diferentes expresiones artísticas, como el cine, la literatura, la pintura, la música, la danza, el teatro, entre otras, con tal claridad, y en diferentes niveles de profundización de acuerdo con la formación que ya se posea, que favorecen el aprendizaje. Para cada arte hay diferentes canales, por lo que uno puede optar por el tutor-facilitador que más le acomode, así como se brindan posibilidades en torno a corrientes o escuelas artísticas específicas.
Con relación a las películas, existe una gran diversidad de películas llamadas biopic, películas biográficas basadas en personajes reales, que, en este caso, abordan la vida de diferentes artistas en donde se hace posible un acercamiento, sensación de cercanía y empatía con ellos y ellas, al mirar sus historias y advertir pasajes de vida similares a los propios y, así, entender sus motivaciones, su inspiración y sentir posible lograr sus niveles de creación.
El arte se puede realizar durante épocas de aislamiento y representa una fuente de ingresos que depende de la calidad del trabajo realizado. Es además una actividad que se puede llevar a cabo tanto de manera paralela o como actividad principal, pero que abre otras áreas de posibilidad laboral y de obtención de ingresos. Es tiempo de volver a mirar al arte como una opción formativa que requiere de mayor tiempo en las escuelas. ¿No?

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

Comentarios
  • Muy interesante tu artículo querido Marco Antonio González Villa, las prácticas artisticas son de gran importancia en el encierro ya que es por esa vía como la sensibilidad emerge y produce ideas u obras. Un asunto que nuestros compañeros docentes y estudiantes podrían entender para reconocer que existe en nosotros un Homo artisticus.
    ¡Un gusto leerte!

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