Fanatismo, tibieza política o cordura

Verónica Vázquez Escalante*

Desde siempre, el maestro ha sido un personaje reconocido y hasta apóstol en varios casos. Un ejemplo aceptable lo tenemos con los antiguos y grandes filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles quienes fueron llamados así. Nuestra era está dividida en antes y después de Jesús a quien también se le conoció como Maestro.
El maestro apunta a conocimiento y por lo tanto escuela. La escuela moderna es producto de la revolución industrial (1750), la enseñanza es un tesoro muy preciado y más para aquellos que lo consideramos clave en la vida y se lo atribuimos a la escuela. El aprendizaje depende de cada sujeto, sin embargo, se está en una constante ilustración porque el ser humano adquiere conocimientos desde cualquier lugar, ya sea al hablar, observar, al participar o pensar y reflexionar. El maestro es clave en todo proceso de vida académica y tenemos la obligación de innovar aunque tal tema, ha sido muy controversial porque nos han forzado a entrar a un remolino llamado reforma educativa con disfraz de innovación y pareciera que no tiene salida.
El maestro actual ha mostrado que no le tiene miedo a la evaluación, pero si a la corrupción, sin embargo, la mayoría se ha alineado a cumplir con ese mandato y la sorpresa ha sido mayúscula para aquellas autoridades que no esperaban tan altos resultados y grandes rendimientos.
El nivel de destacados ha rebasado lo esperado y claro, ahora hay que efectuar el aumento salarial (muy cuestionable por cierto) porque equivale a un porcentaje de lo ya percibido. Otra cantidad de maestros aprobados o idóneos también han prosperado para bien de varios, satisfacciones de muchos y tal vez descontentos de algunos. Aquellos que no han resultado idóneos, ya están preparándose para la siguiente etapa. Con idoneidad o sin ésta, hay evidencias fehacientes y palpables de la preparación continua de los maestros, por lo menos aquí en el Estado de Jalisco. Una prueba es la labor, y dicho sea de paso, muy exitosa que se desempeña hoy por hoy en la Dirección de Educación Municipal de Guadalajara, sólo por mencionar un ejemplo.
Las reformas educativas se han dado siempre y los maestros las han afrontado desde sus propias trincheras, pues se detectan distintas personalidades en ellos. Los hay aguerridos y fanáticos de ir a favor o en contra de las reformas, hay quienes navegan en alguna tibieza, según sus propias conveniencias y aspiraciones de poder; también hay otro grupo que puede decirse que se manejan con cordura dado que queda claro que las fuerzas de poder no son para todos/as y eso no quiere decir que no sepan lo que sucede o que estén desvinculados de su realidad, simplemente son decisiones que las respectivas historias de vida delinea.
El pasado, presente y futuro del maestro ante la(s) reforma educativa deja en claro que es prácticamente imposible desvincular el ser del hacer. Entre Acuerdos y Reformas educativas hemos transitado desde 1885, 1900, 1904, 1925, 1934 1964, 1978, 1984, 1989, 1990, 1992,1994, 2000… y más. Cito a Freire quien afirma que “El maestro es necesariamente militante político(…) El maestro debe caminar con una legítima rabia, con una justa ira, con una indignación necesaria, buscando transformaciones sociales”.
El campo de la educación es el espacio ideal para impartir cátedra, para formar ideologías, crear lazos de convivencia e indagar áreas poco o nada conocidas. Reformas que van, vienen y vuelven a llegar reformadas (si se me permite el término), estos instrumentos dan a la educación el llamado efecto “bola de nieve”, lo importante es dejar siempre, espacios para comprender el crecimiento, el cambio y la evolución de la educación. No quitemos la atención que como país integrado a la OCDE, se basa el sistema educativo de acuerdo a las demandas que rigen la economía del mundo.
El tema de la Reforma (educativa y/o laboral) es tan vasto que nos llevaría otro sexenio cuestionarlo, hay aún claro-oscuros que mantienen un desequilibrio crónico. Lo cierto es que la RIEB ha causado más problemas que aprendizajes, pero imposible dejar de lado el reconocer que hay más docentes preparándose para cumplir con los lineamientos marcados por la SEP desde el 2011 y hasta la actualidad. Seamos profesionales del conocimiento y por cierto… ¡Feliz día del Maestro/a!

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com